21-Listos para "The neflilims Tour" {ULTIMO CAPITULO}

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- ¿Todo listo, sesos de alga?
- Sep. ¿tú tienes todo?
- Por favor, yo siempre tengo todo.
Percy sonrió y le dio un corto beso a su novia.
- Entonces vamos.
Se despidieron de Sally, ya que se habían quedado la mayor parte de el tiempo juntos en la casa de el hijo de Poseidón, tomaron sus valijas y caminaron por las calles de Nueva York, rumbo al Instituto.
Al llegar, se encontraron a Alec esperando en las puertas de la gran iglesia. Percy nunca había ido a un lugar como ese, ni siquiera había ido a un casamiento. Era enorme y hermoso, como el Olimpo. Estaba hecho principalmente por mármol blanco y granito, lleno de grandes estatuas de angeles y santos, y una estantería llena de los restos de demonios, como si fueran premios de sus cacerías.
- Llegan tarde- los reprimió Alec, mientras los guiaba por los pasillos del Instituto.
- Es culpa de sesos de alga, duerme como un tronco.- se quejó Annabeth.
- ¡Oye! ¡Estoy aquí!
- No te preocupes, Isabelle también duerme como si no hubiera un mañana.- lo tranquilizó el azabache.- pero nadie le gana a Simon.
De repente, paró frente una enorme puerta de madera, que a su lado llevaba un elegante cartel que rezaba "Biblioteca".
- tenemos que organizar el viaje antes de partir, así que nos reuniremos aquí y nos iremos en unos minutos.
Las voces emocionadas de decenas de adolescentes, charlando y riendo juntos, se escuchaban a travez de la puerta. Alec la abrió, revelando la habitación más espectacular que Percy había visto. Siendo sincero, con su dislexia y déficit de atención, leer no era su tarea favorita, pero debía admitir que esa biblioteca, te dejaba sin aliento. En el suelo, el dibujo de un ángel estaba grabado en el mármol. Estanterías que llegaban hasta el suelo, llenos de libros, que por los títulos que Annabeth le señalaba (quien parecía estar en su propio mundo de las maravillas) tenían que ver sobre la historia de los cazadores de sombras, la mayoría en latín. En el centro, se encontraba un escritorio de caoba, en donde estaban tallados dos santos, parecidos a los querubines, que parecían sostenerlo. En la silla estaba sentada Maryse Lightwood, la imponente madre de Isabelle y Alec. Tenía los ojos azules de su hijo, pero por lo demás, era una copia exacta de Izzy, solo que más fría, y diez veces menos simpática. Sentada en su asiento de directora, que paria más bien un trono, le hacía acordar a Reyna, la preatora del Campamento Jupiter.
  - Al fin están todos. Bien, vamos a organizarnos.- comenzó Maryse. De pronto, todas las voces callaron y le prestaron atención. - Isabelle les nombrada la lista de lugares que visitarán.
Esta sonrió y se paró en una silla para que todos, tanto magos como semidioses, pudieran verla.
- Bien, esta será la lista de lugares que visitaremos.
-La Ciudad Silenciosa.
-El Instituto de Los Ángeles, donde visitaremos a Jem y Tessa.
-La Ciudadela Infracta.
- El hotel Dumort.
- El reino seelie.
- Daremos una vuelta por el China Town para visitar a Maia.
- Iremos a comer a Takki's
- Visitaremos Gales, para ver la antigua casa de los Herondale.
- Y, por último, visitaremos la Ciudad de Cristal.

Termino la lista y volvió a sentarse. Ciudad, ciudad... Demasiadas ciudades, con nombres no precisamente prometedores. Pero el mundo de las sombras le traía curiosidad a Percy, y después de haberles mostrado su mundo, quería conocer el de ellos.
- Bien. Supongo que eso es todo. Empezarán por los lugares que se encunaran aquí, en Nueva York. Luego pueden pedirle a Magnus que los transporte a los demás lugares a travez de un portal. - informó Maryse. - ¿Con qué empezarán?- le preguntó a Alec.
- Iremos a visitar a los Hijos de la Noche.
- ¿Ya tienen su consentimiento? No querría que se comieran a los invitados.
Isabelle asintió.
- Lily nos dijo que podíamos ir, y que no intentarían nada.
Que tranquilizador.
- Espero que no. Si no, habrán problemas con el Consejo.
Percy no entendía nada, como siempre: ¿Hijos de la Noche? ¿Acaso serían los nuevos mejores amigos de Nico? ¿Reino seelie? ¿Jem y Tessa?
Esperaba que no se perdieran en el viaje, y que Magnus los llevará por el lugar correcto.
- Bueno, ya pueden irse.
Todos se quedaron en su lugar un momento, pensando que hacer a continuación, si despedirse de la mujer o no, pero los nefilims se pararon, tomaron sus cosas y salieron de la habitación sin chistar. Los demás imitaron su acto y los siguieron.
- Voy a hablar con Hermione atrás. ¿Te quedas con los chicos?- preguntó Annabeth.
- Si, me voy con los cazadores.
- Mejor, así no te perderás.
- ¡Oye! No puedo perderme, vivo aquí.
- No sé qué esperar de ti, sesos de alga.
Él quizo hacerse el ofendido, pero no pudo evitar sonreír. Annie le dio un beso y se alejó junto con la castaña.
Corrió hacia los cazadores, que caminaban por delante de los demás, indicándoles el camino.
Jace rodeaba a Clary con el brazo, mientras Magnus y Isabelle platicaban sobre qué ropa le pondrían a Alec durante el viaje, y Simon hablaba con Ron Weasley.
- El rosa quedaría bien con su cabello.- comentaba en ese momento Izzy.
- Yo pienso que el gris quedaría mejor- opino Magnus.
- ¿Pueden callarse? Saben que no usare nada que ustedes me den.
- ¿Y porque no?- preguntaron ambos.
- Porque son terribles en lo que respecta a la moda.
- ¿A dónde iremos primero? - los interrumpió Percy. - ¿Dónde viven los Hijos de la Noche?
- En el Hotel Dumort.
- ¿Y eso queda en...?
Isabelle sonrió.
- Solo síguenos, Jackson. Por cierto... No puedo esperar para ver al hermano Zachariah. Quizá pueda escabullirme y robar a Iglesia.
- ¿Iglesia?
- Nuestra gata- contestó Alec.
- Maldito Zachariah. Cuando estábamos en Hogwarts nos dijo que no lo tenía. Pero yo sabía que no era cierto...
Un auto estaba estacionado frente a ellos.
- ¡ESPEREN!- los freno a todos Isabelle, con un grito que casi los deja sordos a todos.- No todos entraremos en el auto, así que los magos irán en parejas en las motos de energía demoníaca, los semidioses irán con Clary en el auto de Luke.
Al escuchar el nombre, inmediatamente Percy se dio vuelta y busco a Annabeth con la mirada. La rubia parecía un poco afectada, y le dirigió una mirada cómplice. Casi nadie, ni siquiera los 7, además de ellos dos, sabía de lo que había pasado con el hijo de Hermes, menos lo sabían los cazadores.
Entraron al auto.
Un hombre adulto, con cabello castaño, ojos azules y unos anteojos los miraba con una sonrisa amable y alegre.
- Lucian Greymark.- se presentó. - Pero me conocen mejor por Luke Garrowey, representante de los Hijos de la Luna en el Consejo. ¿Vamos al hotel Dumort?

Los nefilims en el Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora