19- Fiesta en el Instituto y presentaciones.

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Un año. Ese tiempo había pasado desde que los Nefilims habían partido de Londres, desde la ultima vez que Hermione y sus amigos los habían visto. No existían palabras para describir cuánto los extrañaba la castaña; extrañaba la exuberancia de Magnus, la inteligencia de Tessa, la amabilidad de Jem, la dulzura de Clary, la inocencia de Simon, la simpatía de Izzy, el orden de Alec... Hasta extrañaba al "dios griego" Herondale.
   Ya habían terminado su último año en Hogwarts, y Hermione quería morir: jamás podría volver al castillo, al lugar más precioso del mundo, con sus grandes bibliotecas y hermosos jardines. Jamás volvería a ver la sala común de Gryffindor, ni comería en el Gran Comedor, ni haría sus deberes con Harry y Ron...
   Lo único que la alegraba era que al fin, irían a ver a sus amigos a Estados Unidos. Habían llegado a Nueva York hace unas horas, y habían decidido recorrer el lugar antes de la fiesta. Era divertido, la gente parecía siempre feliz, también le gustaba observar cómo los autos tenían el volante del lado izquierdo, y no del derecho, como en Inglaterra.
  Ahora estaban frente al famoso Instituto de cazadores de sombras. A primera vista, le había parecido una iglesia abandonada, pero cuando miro más fijamente, todo cambió. Era tan espléndido como Hogwarts, aunque mucho más pequeño. Tenía estatuas de mármol y hermosos ventanales, como en el Vaticano.
   Nerviosa, se acercó con sus amigos a la puerta, y toco suavemente.
- Hermione, que sean cazadores no quiere decir que tengan oídos supersónicos. - se quejó Harry.
- ¿y qué quieres que haga?
- ¡Toca más fuerte!- dijo George.
- ¡Si tanto se quejan, toquen ustedes!
Ginny se adelantó y toco como si fuera el fin del mundo, dejando a todos medió sordos.
Esperaron por unos momentos hasta que la enorme puerta se abrió y dejó pasó a una chica de cabellos azabaches, y ojos igualmente negros, con un precioso vestido negro y tacones. Al verlos, sus ojos se iluminaron y una gran sonrisa apareció en su cara.
- ¡ALEC! ¡YA LLEGARON!- le gritó Izzy a su hermano, antes de tirarse encima de Hermione en un abrazo.
Todos se unieron a ellas, en una gran y cálida bienvenida.
- ¡Chicos! ¡Los extrañe tanto! ¡Qué bueno que hallan podido venir! ¿Llegaron bien?
- Si, Harry nos transportó aquí.- contestó la pelirroja.
- Y Ron casi muere... Otra vez.- comentó Luna.
Isabelle lo miró con una ceja alzada, en una expresión inquisitiva.
El solo suspiro.
- Larga historia. ¿Ahora podemos pasar?
Todos entraron en el Instituto, y Hermione se dio cuenta que era aún más linda adentro. El mármol blanco recorría todos los rincones, con unas grandes escaleras, y estatuas de angeles talladas artísticamente abundaban en la sala principal. Izzy los condujo afuera, donde esperaban los demás nefilims. Lucian igual que hace un año atrás, saltando que Magnus había teñido su cabello de rosa chillón y violeta.
  Todos se juntaron a saludarse entusiasmados, mientras contaban las cosas que habían hecho durante el año. Los chicos les contaron que al fin habían podido visitar el Campamento Mestizo, donde habían sido invitados por Rachel Elizabeth Dare, la chica que se había aparecido en el cumpleaños de Luna.
  - Es realmente precioso, tiene pegasos, y una playa, y cabañas para cada uno de los dioses...- Izzy les contaba feliz todo sobre el lugar.- y ¿adivina cual me eligió a mí?
- ¿Anubis?- preguntó Harry.
Hermione golpeó al chico en la cabeza.
- ¡Ouch! ¿Porque fue eso?
La chica lo vio como diciendo "¿en serio?"
- Anubis es egipcio, no griego.- explicó.
- ¿y cuántas religiones hay?
- ¡Y yo qué se! Millones, supongo.
Isabelle los interrumpió.
- Si, si, muy bien, pero aún no adivinaron.
Cuando estaban por hablar, la chica los interrumpió.
- ¡Afrodita! ¡Siii!
La diosa del amor y la belleza. Qué raro. Pensó Hermione. Era obvio, la chica era realmente bella, y en su estancia en Hogwarts, le había ofrecido a la maga enseñarle un poco de maquillaje básico, pero Hermione solo se resistió. El maquillaje no era lo suyo.
- ¿Y Tessa y Jem?- preguntó Ginny.
- Ellos están en los Ángeles, no podían venir, pero nos dijeron que los extrañan mucho y que desean verlos en el...
- ¡SIMON!- lo callaron los cazadores. Los magos los miraron confundidos.
- ¿En el que?- preguntó George.
- En el...
- ¡Nada!- volvió a interrumpir Isabelle. Río nerviosamente y señaló detrás de ellos- ¡Miren! ¡Llegaron los semidioses!
Todos se dieron vuelta, y confirmaron la información de Iz.
Habían nueve adolescentes, un poco más jóvenes que ellos.
Una chica de tez morena, con cabello enrulado de color caramelo, se acercó corriendo con un fornido chico asiático. Saludo a los nefilims, y Hermione los escucho llamarla "Hazel". Cuando la chica termine de saludar alegremente, se percató de la presencia de los magos, se sonrojó avergonzada.
- ¡Pero qué descortés! Lo siento, no los había visto. Soy Hazel Levesque, y este es mi novio Frank Zhang.
Para la sorpresa de todos, el chico saludo amablemente, cuando todos pensaban que los aplastaría con sus grandes brazos.
Los magos se presentaron, y a continuación una chica se presentó. Era alta, con cabello castaño, cortado de manera desigual, con ojos que variaban del color verde, azul y marrón. Se notaba que quería parecer desaliñada, pero no podía ocultar su belleza natural. Junto a ella iba un alto chico rubio, como el del "dios griego", pero más corto, y con ojos azules eléctrico.
- Piper McLean- se presentó la chica- y este es mi novio Jason Grace.
Un chico de cabello castaño y enrulado, de ojos marrones, se acercó y hizo una reverencia frente a Ginny.
- Leo Valdez, a su servicio.
Harry lo miró enojado, haciendo que Hermione tenga que contener la risa.
- Cof cof, mi novia, cof cof- dijo "disimuladamente" Harry.
El chico pareció entender el mensaje, porque se paró y termino de saludar a los demás.
Luego, una chica rubia, de ojos grises como la tormenta, se acercó con un chico IGUAL a Harry. Tenía sus mismos ojos verdes, aunque los suyos eran un poco más claros, y su pelo azabache despeinado era idéntico al de su mejor amigo.
- Es tu gemelo perdido- le susurró Hermione riendo.
- Yo soy más guapo- le contestó este.
- Por lo que yo veo, es más alto que tú, y no tiene esos anteojos gigantes- susurro Ginny, uniéndose a la "conversación"
- Oye, se supone que eres mi novia, no tienes que pensar que se ve mejor que yo.
- Solo te soy honesta.
- Tu honestidad duele.
- ¿Pueden dejar de pelear? Se están acercando.- los callo Hermione.
- Esto no quedo terminado Ginerva Weasley- dijo Harry.
Ginny solo rodó los ojos.
La chica rubia se acercó.
- Annabeth Chase- se presentó - y este sesos de alga es mi novio, Percy Jackson.
- ¿Cómo Perseo?- preguntó interesada Hermione. Annabeth la miro un poco sorprendida.
- ¿Conoces de mitología griega?
Hermione se encogió de hombros.
- Me gusta leer, y en la escuela hay una biblioteca enorme.
La rubia le sonrió.
- Creo que nos llevaremos bien.

Los nefilims en el Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora