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Alicia y Marta han venido a mi casa para prepararnos juntas. Me han obligado a sentarme en una silla, porque quieren maquillarme y peinarme. Terminan y me miro al espejo.

-Joder- hacía mucho que no me veía arreglada.

-Estás preciosa, Lidia- dice Marta

Terminamos y nos vamos. Es todo tan parecido a aquella vez que salí con Julia...
No, no puedo pensar en eso. Hoy es la noche y voy a disfrutarlo. La fiesta es en el patio y jardín del insti. La música se oye desde la puerta. Hay muchísima gente bailando. También se ven pequeños grupos bebiendo o jugando a algo, y parejas liándose en cualquier esquina. Hay una mesa con vasos y bebidas, así que nos dirigimos allí y cogemos un vaso cada una. Estoy mirando a la gente que hay, cuando noto un golpecito en el hombro. Me giro y veo a Alex. ¿Donde se han metido mis amigas?

-Lidia, estás preciosa- me dice

Me quedo sin palabras. No hablábamos desde que rompí con él. Y luego se metía conmigo como todos.

***

Un año y medio antes,

Todavía no había conocido a Alicia. Estaba sola, Julia se había encargado que nadie del instituto me hiciera caso, y si lo hiciera fuera para meterse conmigo. Me dirigía a mi próxima clase, cuando pasé por un grupo de chicos y uno de ellos me puso la zancadilla, haciendo que cayese delante de toda la gente y mis apuntes se esparcieran por todos lados. Miré al que me había puesto la zancadilla. Había sido un amigo de Alex. Él estaba ahí mirándome con asco. Me levanté como pude, roja de la vergüenza y la rabia. Recogí mis apuntes. Nadie me ayudó, pero todos miraban. Entonces miré otra vez al grupo de Alex.

-¿Que pasa, pringada?- me dijo uno

Alex iba a hablar y por un momento pensé que iba a defenderme.

-Venga vete- me dijo.

Me di la vuelta, había sido el mayor ridículo de mi vida. Me fui corriendo, no sin antes escuchar los comentarios de la gente. Fea. Tonta. Que pena das. Desde ese día la gente me empezó a conocer como "la chica que besa suelo porque chicos no puede".

***

Me estoy dando cuenta de que todavía no he contestado a Alex y sigue esperando a que conteste.

-Gracias- contesto y me doy la vuelta para irme.

Entonces, me sujeta el brazo obligando a que me de la vuelta. Me pone en frente suya y me besa.

Falsas SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora