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Miro la nota extrañada. ¿De quien sería? Sin perder más tiempo, la abro.

"Ey tu, ¿recuerdas que te dije que conocía tu secreto? Lo se todo. Se lo que hacías cuando estabas mal, se que te dolían los insultos, se lo de tu abuelo y lo siento, porque era la persona mas importante para ti. Y lo peor. Se que ayer lo volviste a hacer. No preguntes como, tan solo lo se. ¿Quieres saber quien soy sabiendo que yo se quien eres y tu a mi no me conoces? Supongo que has pensado que , pero todavía queda un tiempo hasta que pueda decírtelo. Conformate con que te daré una pista. Me conoces, sabes quien soy. Y cuando lo descubras no querrás volver a mirarme"

Me quedo demasiado sorprendida. Mis amigas me apremian con la mirada para que se lo contase, pero no puedo. Sabrían que hice anoche. Las miro, sonrío y entro en el gimnasio.

Estoy de camino a casa. Hoy no voy con Alicia y Marta, ya que querían ir a una cafetería y a mi no me apetece mucho. Ya estoy en la puerta de mi casa, cuando oigo que me llaman.

-¡Lidia!- me doy la vuelta y veo a Alex agitando una mano para que le vea.

¿Que quiere este gilipollas? Sigo caminando ignorando sus voces.

-Venga, Lidia, por favor. ¿Podemos hablar?- me dice cuando me alcanza

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar- le digo

Él, avergonzado, mira hacia otro lado. No se cómo puede dirigirme la palabra de buenas después de haberme hecho la vida imposible.

***

Un año antes,

Habían pasado cinco meses desde la fiesta. Yo no tenía amigos, iba sola por los pasillos. La gente se reía de mi. Por eso me sorprendí mucho cuando Alex me alcanzó a la salida del instituto y me pidió que hablara con él. Me llevó a una cafetería y pidió un café para cada uno. Él se estaba comportando genial conmigo y yo estaba extrañada pero me hacía feliz que me volviera a hablar. No había podido olvidarlo, ya que estaba enamorada. Y en un momento inesperado, me dijo:

-Bueno, ¿tu sigues enamorada de mi?-

Sin pensar, asentí con la cabeza. Y justo en ese momento, salieron de todas partes Julia y sus amigas, y algún amigo de Alex.

-A ver si te crees que él sigue enamorado de ti, penosa- dijo Julia, y besó a Alex.

Yo me quedé horrorizada. Todo el mundo me miraba y se reía. Bien, acababa de confesar mi amor a un tío que se estaba liando con mi ex-mejor amiga. Salí corriendo de allí, y durante toda la semana recibí alguna nota diciendo lo penosa que era y cosas por el estilo.

***

-Tan solo dame otra oportunidad- la voz de Alex me saca de mis pensamientos.

-Ya te di demasiadas en su momento- digo y entro en casa antes de que pueda responder.

Falsas SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora