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Terminan las clases al fin. Miro el móvil. El desconocido no me ha contestado todavía. ¿Será Alex? Y si es, hemos hablado, podría habérmelo dicho. No, no es él. Además tengo su numero. ¿Como no lo he pensado antes? Que tonta.

Estoy en la salida esperando a Alicia. Me suena el móvil y lo miro.

'Nos han castigado. Me quedo una hora mas... Sorry' 14:31

Vaya. Hoy también me voy sola. Me dirijo a casa pensativa. Es el día que menos sola quería estar y es cuando más sola estoy.

-¡Lidia! ¡Espera!-

O no tan sola. Me giro y encuentro a Alex corriendo hacia mí.

-Lidia, creo que tenemos que hablar-

-No se de qué- susurro

Me coge de la muñeca y reprimo un grito de dolor. Me intenta levantar la manga, pero aparto la mano y no le dejo.

-¿Ves? Creo que de eso tenemos que hablar-

-Alex... No es el momento...- digo al borde de las lágrimas por tercera vez en el día.

-Vale, tienes razón Lid - dice -¿Y estás bien?

Le miro con sarcasmo.

-Vale, soy idiota. Claro que no. ¿Puedo hacer algo para que estés mejor?-

Que adorable.

-Lo dudo- digo

-Creo que tengo una idea. ¿Pasa algo si llegas tarde a casa?-

Vacilo unos segundos. A mis padres les dará igual. Niego con la cabeza.

-Genial. Vamos- me agarra de la muñeca y suelto un pequeño grito.

-Perdón, mierda- dice arrepentido

Entonces me coge de la mano y me arrastra a una cafetería muy familiar. Es la cafetería en la que solíamos quedar. Al recordarlo, me quedo parada en la entrada y tiene que tirar de mi.

-Vamos. Tu chocolate caliente e animará- me dice

Entramos y pide por mi. Es increíble que aun recuerde lo que quería siempre. Me traen el chocolate y a él otro y nos sentamos en una mesa, uno frente al otro.

-¿Por qué haces esto?- le pregunto

-¿El que? Sólo estoy animando a una vieja amiga- dice guiñándome el ojo

¿Una vieja amiga? Pensaba que fuimos más que eso, pero por lo visto no. Miro para otro lado y no le contesto. Me vienen demasiados recuerdos estando juntos.

-Oye Lidia. Sabes que lo siento muchísimo. Fui un idiota, pero ha pasado ya un año- dice

-Sí, entonces ¿por qué ahora vuelves?-

Quiero entenderle. Su rostro se ha ensombrecido y mira a otro lado.

-No lo entenderías- contesta

No sé que decir, así que me concentro en el chocolate y le termino. Cuando vuelvo a levantar la vista, encuentro a Alex pensando en algo, pero al ver que le estoy mirando, sustituye su expresión por una sonrisa.

-No sabes las ganas que tengo de besarte-

Falsas SonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora