Eduard estaba un poco molesto por que su hermano nos había acompañado, pero a mi no me molestaba.
Marco fue muy lindo y atento con migo el me enseñó y me mostró las cuadras de el vecindario y me dijo como llegar a la secundaria, pero me dijo que ellos pasarían por mi en la mañana para que no me perdiera.
-Mañana iremos a el centro comercial- dijo Marco con una sonrisa en su rostro.
-¿Iremos? eso me suena a manada.-dijo Eduard con un tono enojado y sarcástico.
-¿Entonces no quieres ir?
-Con tigo no.
-¿Quieres ir con migo Bella?- Dijo Marco tomandome del brazo.
Los dos me miraban esperando una respuesta, pero era muy pronto para salir con ellos llevaba 1 día de conocerlos.
-Vanesa se va a enojar Marco.-dijo Eduard.
-¿Quien es Vanessa?- dije con una risa entre dientes ese nombre era muy ridículo.
-Es nuestra hermana menor tiene tu edad y creo que deverian conocerse.
-¿Es de esas niñas que se visten de Rosa, que se ríen falsamente y que son irritantes chifladas?
-Es un poco caprichosa.- Dijo Marco moviendo las manos e lado a lado y con una mueca en su cara.
-Entonces no quiero conocerla.
-pero...
-si ella no quiere no la obligaremos Marco ya dejalo si.-dijo Eduard interrumpiendolo.
Regresamos a la plaza pues ellos tenían curiosidad sobre si sabía algunos trucos en skate.
Pasaron las horas y regrese a mi casa en compañía de los dos pues ellos vivían enfrente de mi casa.
-¿Bella?- Dijo Eduard con un susurro.
-¿Si?
-¿Por qué no quieres ir con nosotros al centro comercial? ¿Acaso no te agradamos?- dijo un poco preocupado.
-No. Sólo no quiero conoser a su hermana Vanessa.
Llegue a mi casa y me despedí de ellos.
Entre a mi casa sigilosamente y Eme dirigi a mi cuarto para tomar una ducha larga.
Cuando entre a mi cuarto las sicatrices me palpitaban pidiendo revivirlas y sentir la sangre brotar de ellas eso me hacía excitarme ese dolor era plasentrero ya se había convertido en un abito.
Abrí mi cajonera saque un boxer, un sujetador, un short cómodo y una blusa de tirantes.
Me metí a la ducha y las sicatrices seguían palpitando me lo pedían a gritos, gritos muy fuertes.
Salí de la ducha me vestí con la ropa que había elegido y me dirigí a buscar mi navaja que estaba escondida debajo de el lavabo.
Serre la puerta con llave y me dirigí a él balcón era un buen lugar para relajarse. Tomé mi celular y me senté en el varandal.En mi mente estaba esa voz que me decia
"Vamos hazlo acaso te quedarás con las ganas."
T
omé mi navaja y la presione contra mi piel en una de las cicatrices de mi muñeca y corte suave y lentamente para disfrutar el dolor tan excitante, la sangre chorreó por mi brazo dejando caer una gota pequeña en mi pierna, hiba a hacer otro corte pero mi celular empezó a sonar no reconocía el número así que no le hice caso y seguí cortando mi muñeca y volvió a sonar y era un mensaje.
-k haces en el balcón de tu cuarto??
-Kien eres?? Respondí con la mano en la que tenía la navaja.
-A si perdón soy Eduard.
-por k me vez?? Me estas Espiando??
-Noo!!
-Entonces deja de verme y largate!
Tomé la navaja y entre a mi abitacion y le puse un listón a mis eridas. Cada sorpresa debe de tener un moño muy hermoso pues nadie sabe cual es la sorpresa.
Limpie la sangre y me recoste en mi cama y puse a cargar mi celular.
Ya era tarde así que me dormí y quede en un sueño muy profundo.
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《Mi Mundo》
General Fiction-maldita sea mamá déjame.-grité desde mi cuarto arta de mi familia en especial mi madre. se escuchaba como mi madre subía enojada por las escaleras ya estaba cansada de que todo el tiempo me hiciera esto, yo no podía seguir cargando con su dolor. to...