Capítulo 14: "El exterminador: La identidad revelada"

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Por otro lado en el pueblo de Londres, había pasado un mes completo, el ambiente de ahí fue cambiando poco a poco, en cada lado donde girabas la cabeza no había casi áreas verdes, todo estaba invadido de nieve y demasiado helado, era la estación la que todos odiaban, porque casi no aparecía el sol para ahuyentarlos, la gran mayoría lo odiaba excepto Bulma, pensaba que ya sea día, noche o cualquier día de la semana pudiese volver a verlo.
Estaba en la biblioteca sentada en el sofá leyendo un libro, pero no estaba al cien por ciento concentrada, le inquietaban muchas cosas, así que decidió que mejor dejaría a un lado la lectura, recargando su cabeza en su mano mirando el cielo totalmente gris, después miro de reojo cuando escucho mucho ruido de la gente corriendo dirigiéndose a un lugar en especial le llamo mucho la atención y salió de su casa, fue tras ellos y se detuvo a la par que ellos, se paraba de puntillas queriendo saber qué era lo que ocurría hasta que un grupito de las personas que estaban en frente de ella empezaron entre hablar y balbucear sobre un cazador que había llegado aquí en Londres y que había matado a tres vampiros que ningún otro cazador pudo matar, por un momento pensó que si no habían matado a Vegeta que por esa razón se despidió de ella porque sabía su destino y no quería que lo supiera por otra parte le decía que no.
Bulma:-en su mente- no pudieron haberlo matado, no puede ser verdad-moviendo su cabeza negando-.
Una pregunta voló por su mente ¿Y si la gente solo estaba mintiendo?, decidió quedarse para ver cuál era el motivo por la que la gente estaba toda reunida, hasta que subió uno de los mensajeros enviados por el rey que llevaba en la mano un pergamino, la empezó a abrir listo para dar el aviso.
Mensajero: -gritando-Ciudadanos de Londres que se encuentran aquí reunida, la razón por la que estamos aquí es para dar una cordial bienvenida al que nos hizo el gran favor en exterminar a esos demonios.
En ese momento subió un hombre, su vestuario era oscuro, tenía una capa larga negra , botas cien por ciento de cuero, traía una espada colgada en su espalda, llevaba un sombrero igual de color que su atuendo que tapaba no completamente su rostro que apenas se podía apreciar sus labios señal de una mirada seria, una cruz colgada en su cuello, deteniéndose  un metro de distancia del mensajero. El mensajero continuó.
Mensajero: No quiso decirnos su nombre así que decidimos llamarlo "El exterminador".
Todos empezaron a aplaudir, excepto Bulma. 
Bulma:-En su mente-¿El exterminador?, ¿él solo pudo acabar con ellos?.
Mensajero: Muy bien ahora no hay nada más que decir se pueden retirar.
Toda la gente se empezó a ir volviendo a sus labores, Bulma se dio la media vuelta para irse de regreso a su hogar, mientras que iba caminando lo vio dirigirse por una calle solitaria, así que decidió seguirlo solo para averiguar quién es, lo vio detenerse enfrente de su caballo, ella se quedó detrás del muro observándolo, dejó unas cosas en una bolsa que tenía colgado el caballo, subiéndose en el para irse, antes de, se quitó el sombrero, levantando su rostro tenía la mirada seria, tenía el cabello alborotado de color negro, su piel estaba demasiado pálida esto le recordó como la apariencia de Vegeta, será que este "cazador" es uno de ellos, Bulma frunció el ceño, después de unos segundos este se retiró dirigiéndose en la fúnebre niebla que estaba hacia la entrada del bosque.
Bulma: Sospecho que este extraño puede ser uno de ellos.
Después de esto Bulma se retiró a su casa, cuando ella llegó la recibió muy bien la señora de servicio.
Grettel: Que fue lo que ocurrió allí señorita Brief.
Bulma: Solo presentaron al nuevo cazador que acaba de llegar y derroto a unos de esos demonios.
Grettel: Pues que buena noticia y a la vez un gran milagro.
Bulma: Pues yo no pienso lo mismo Grettel.
Grettel: Porque dice eso.
Bulma: No se pero no me da buena espina.
Grettel: Ay señorita pues ojala lo que usted piense no lo sea.
Bulma:-mirándola de reojo-mmm.
Grettel: Voy a ir a la cocina para ver que le preparo.
Bulma: Esta bien, gracias.
Subió a su habitación, se sentó en frente de su tocador , cuando miro de reojo el paquete que le habían entregado hace un mes, ni se había acordado de él porque después del tiempo que se había ido Vegeta, no quería saber de nada, tomo el paquete o más bien el sobre que estaba en la mesa, lo abrió era una carta. Era de su padre, era irreconocible su letra, entonces esto decía. 

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