Capítulo 10: "Confundido"

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La pareja aún se estaba situada en el balcón de la joven.

Vegeta: -arqueo una ceja-.

Bulma: Lo que digo es que, en mi casa hay demasiadas habitaciones y aparte no crees que es demasiado tarde.

Vegeta: Para mi aun no es tarde y no es necesario.

Bulma: Insisto.

Vegeta: Agradezco tu amabilidad pero será mejor que no.

Bulma: Esta bien, como tu digas.

Al ultimo comentario que dijo Bulma, se retiro entrando a su habitación, dejando a Vegeta aun en el balcón, observándola como se iba, entrando a su alcoba.

Despues de haberla visto como se retiraba, desvio su mirada hacia el cielo contemplándolo, estaba de brazos cruzados.

Solo se quedaba unos minutos como si estuviese hipnotizado por tal belleza de la luna.

Después de unos momentos volvió a mirar la entrada de la habitación de la joven, camino hacia ella, con sus dedos abrió una de las cortinas, la chica yacía en su cama profundamente dormida.

Vegeta: -susurrando- Parece un ángel.

Fue acercándose a ella, cuando ya se encontraba en frente de la chica, se arrodilló enfrente mirándola atentamente, una de sus manos se acercaron al rostro de la joven, su pulgar rozaba tiernamente de un lado a otro.

La joven se le empezó a dibujar una sonrisa, su mano la empezó a deslizar donde estaba la suya, apretándola muy fuerte, él por un momento pensó que si no estaba fingiendo que estaba dormida, y si no era así mejor no quiso despertarla así que mejor quito lentamente su mano de la suya se dio la media vuelta para retirarse cuando escucho.

Bulma: -susurrando- Te amo.

Volvió su mirada hacia ella, de nuevo se acercó, volviéndose a arrodillar y como tenía demasiada curiosidad le pregunto.

Vegeta: Que fue lo que dijiste.

Espero unos minutos, pero nada, le volvió a preguntar.

Vegeta: Que dijiste hace unos momentos.

Espero y nada, pensó que fue su imaginación, se empezó a sentir un poco cansado porque la verdad no había dormido absolutamente nada, solo coloco su cabeza en la cama, también poniendo sus brazos cruzados y utilizándolo como si fuera su almohada.

Comenzó a cerrar sus ojos y fue cuando escucho.

Bulma: Te amo Vegeta.

Él levanto su cabeza para mirarla, Bulma seguía dormida, él se quedó totalmente sorprendido, en verdad no lo podía creer, esta vez ya no tuvo nada que ver con su imaginación, fue real, pero su pregunta más grande ¿Efectivamente lo que decía era verídico a causa de su subconsciente o tal vez no? .

Eran tantas preguntas que volaban por su mente, al día siguiente se lo preguntaría a ella.

Al siguiente día, en la mañana.

El día había amanecido con bastante neblina, un leve frío, a causa que ya se acercaba la estación de invierno.

En la habitación se encontraban, Bulma empezó a abrir lentamente sus ojos, pero vio algo que se asombró demasiado, estaba acostado no completo en su cama, se encontraba dormido encima de sus brazos que estaban cruzados, profundamente dormido, ella no sabia que decir ante eso.

Se empezó a levantar un poco, quedándose sentada aun en la cama, recargando su cabeza mirando el techo, suspirando, se empezó a levantar de la cama para dirigirse hacia su closet, eligiendo que vestido usaría para el día de hoy, inclinaba su cabeza y haciendo una mueca de lado.

Bulma: Necesito comprar más vestidos, bueno aunque usare este por lo mientras, está lindo el color

Lo tomo, y fue a darse un ligero baño de agua caliente.

Ahí mismo dentro del baño se arregló , poniéndose esta vez un color claro en sus labios para que hiciera una perfecta combinación con su vestido amarillo.

Miro de reojo de nuevo, el seguía dormido, ella sonrió de lado, volvió su vista a su espejo tomando su cepillo de la mesa y pasándolo hacia su cabello delicadamente, se puso una pinza en su cabello, terminando se levantó de donde estaba fue a tomar su capa, yéndose hacia la puerta para salirse y le dedicó una última mirada antes de marcharse, cerro su puerta.

Después de unos minutos que se retiró, Vegeta fue quien se despertó vio que no se encontraba Bulma, se levantó de donde estaba, abrió la puerta de su habitación, empezó a recorrer por primera vez la casa de ella.

Se dirigió a la sala de la casa vio un piano, se acercó a el, tocó dos teclas, hasta que siguió tocando el piano hasta componer su propia canción, mientras que empezó a tocar se acordó que ya era el momento de decirle a Bulma, escucho una voz que ya conoce y lo saco de sus pensamientos.

Bulma: Que lindo tocas, Vegeta.

Vegeta: Ehmm Bulma tengo que hablar contigo.

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