9. Tal vez ellos te dejen en paz, pero yo no

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  – ¡Bicho! – dos pares de ojos se fijaron en él, ambas miradas igual de extrañadas – ¿Qué? ¿No es un buen nombre?
– Es un perro... no un bicho... ¿por qué no mejor Carlos?
– Cielo... es un perro, no una persona... ¿Qué tal coco? – "¡Argh! ¡Darko tenía razón!"
– Es un perro... no un coco – por un instante ambos se quedaron callados pensando en un posible buen nombre para el nuevo integrante de la familia, aunque fuera temporal mientras aparecía su dueño... si no sería oficialmente de ellos
– ¿Por qué no le podemos Frank? – pregunto Matty a su padre, quien bajo la mirada hacia el perro, viéndole mover animadamente la cola "¡Di que si Gee! Mírame y date cuenta quien soy"
– No – fue su tajante respuesta
– ¿Por qué no? – volvió a hacer un puchero, ya había funcionado ¿Por qué no una vez mas?
– ¡¡Por que no Matthew!! – soltó molesto en un grito, asustando a su hijo y a Frank "¿Gee?" – Perdóname amor... no quise... – hubo un momento de silencio en el que ambos bajaron la mirada, solo Frank miraba a Gerard fijamente, viendo lo destrozado que estaba su esposo, y no pudo evitar odiarse
– ¿Y si le ponemos Punky?
– ¿Punky?.... ¿Qué opinas... Punky? – dijo Gerard bajando la mirada, viendo al tierno y gran perro que sería la mascota de su hijo."¡Pff! Si no queda de otra..." Frank movió su cola dando su aprobación "Ya que" – ¡Bien! Punky será... ahora debemos bañar aPunky... ¡apesta! – "Esto será muy difícil"

Aquella tarde dejaron en el olvido todos su deberes y bañaron a Frank, para él era muy extraño, no estaba acostumbrado pero amaba estar al fin con ellos, tenerlos cerca era lo mejor que le podría pasar.

Al principio todo estaba en orden pero después eso quedo en el olvido cuando Frank se sacudió el exceso de agua en su pelaje, mojando a Matty y a Gerard, entre los tres comenzaron una guerra de agua dejándolos empapados, divirtiéndose como hacia meses no lo hacían. Ya para la noche, y una vez bañados ya que podrían enfermar si se quedaban con sus ropas mojadas y frías, Gerard preparaba la cena que consistía en hamburguesas y papas, la comida preferida de su pequeño
– Bien Matty, siéntate, es hora de comer
– ¿Y que le daremos de comer a Punky?
– Ammm... supongo que comerá lo mismo que nosotros, mañana le compraremos alimento especial

El pequeño asintió convencido de todas las palabras de su padre y comenzó a comer. Por su parte Gerard dejo el pedazo de carne en un pato en el suelo para que así Frank pudiese comer
– Aquí tienes Punky... debes de estar hambriento, no has comido nada desde quien sabe cuanto – le acarició la cabeza dejándole el plato y después levantándose para acompañar a su hijo en la cena "Gracias Gee... Te amo"

Frank amaba estar de vuelta en su casa y haber pasado un día maravilloso al lado de su familia, aunque no de la forma que le hubiera gustado.

Mientras Matty hacia sus deberes de la escuela y Gerard prendía el computador y hacia quien sabe que cosas él tomo esos momentos para recorrer su viejo hogar en busca de más recuerdos, amaba recordar lo feliz que había sido no solo al lado de Gerard, sino también al lado de su pequeño revoltoso.

Miro por un segundo hacía el jardín trasero que tenía un lindo árbol recordando cuando jugaba ahí con Matty, o como, antes de tenerlo, se recostaba con Gee, haciendo planes para un futuro, soñando como envejecerían juntos y de lo lindo que su Gee se vería con el cabello platinado. Quien diría que tal vez no llegarían a eso.

Dejó el jardín por un lado y regresó a la pequeña pero cómoda sala donde estaba su familia, admirando el sillón donde Gerard estaba sentado, recordando cuantas veces hicieron el amor ahí mismo.

Moviendo su cola se acercó a Gerard para lamer su mano, haciendo que este dirigiera toda su atención a él por unos segundos en los cuales le dedico una sonrisa sincera para después regresar su mirada al portátil en sus piernas. "¿Por qué no ves quien soy Gee? ¡Mírame! Aquí estoy para ti y para Matty... como te lo prometí"
– Papi ya termine mi tarea – desvió su atención a su hijo, viéndole ponerse de pie
– Bien, ahora vete a bañar o se hará tarde y hará más frio – el pequeño asintió y salió corriendo, siendo seguido por un curioso Frank que quería recordarlo todo

Amor En Cuatro Patas | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora