- ¿Qué tanto haces Frankucho? ¿De nuevo pensando?
- Aja - decía mientras miraba la luz de la luna - Es tan hermosa
- Si, es lo mejor de este mundo...
- No puedo evitar pensar... que hay alguien más... alguien que esta pensando en mí
- ¿Alguien como quién?
- Como el pelinegro de mis sueños
- ¿Qué? No me digas que eres gay
- Jajajajaja soy un perro... Eso no se puede ser
- ¿Por qué no? - preguntó alegre de que Frank hubiese sonreído y una luz le iluminara la mirada por unos instantes - Supongo que antes eras humano así que... - comenzó a reír a carcajada limpia de nuevo
- Jajajajaja, tal vez...
- Y dime... ¿Ese chico es lindo?
- No lo se, no le he visto bien el rostro
- oh valla.... ¡Que raro eres!Dejaron la conversación en el olvido y contemplaron la luna en su máximo esplendor, Frank pensaba en quien podría estar pensando en él, si es que acaso alguien lo hacía, pensaba en de que color serían sus ojos, como sería su boca, ya había soñado mucho con él más no había visto claramente su rostro. Ya había pasado un mes siendo un perro, claro que era divertido pero un vacío le oprimía el pecho, no le dejaba respirar y cada vez era más insoportable. Necesitaba saber quien era, necesitaba recordar su vida pasada y saber que había pasado en ella, como había terminado así.
Ya había hablado con Darko de ello, según sus palabras era muy probable que hubiese muerto y ahora ésta fuese su nueva vida aunque también era muy improbable, no recordaba que hubiera sido cachorro, además había tantas lagunas en sus recuerdos, no había nada en concreto, nada era seguro, tanto podía ser que simplemente fueran sueños, producto de su imaginación, pero el sentimiento que estaba en su corazón no podía ser una imaginación. Lo único que tenía seguro es que un pelinegro había sido parte de su vida al igual que un pequeño niño de mirada avellana. Se sentía tan perdido.
Perdido, de igual forma se sentía un alma al otro lado de la ciudad, más que perdido se sentía enfermo, se sentía tan solo, estaba tan cansado y sobre todo arto. No creía poder soportar por más tiempo pero su hermano, a pesar de todo, tenía razón, debía tratar de superarlo todo, salir adelante
- ¿Papi? - una vocecita le saco de su concentración haciéndole dar un pequeño salto debido a las sorpresa, había estado observando la luna por casi dos horas sin siquiera moverse un milímetro de su posición
- Matty, ¿estas bien? ¿Quieres algo, pequeño?
- Yo solo... - bajo la mirada con lágrimas pendiendo de sus ojos
- ¿Qué pasa? - pregunto alarmado al ver lágrimas cayendo por las mejillas de su hijo, porque si, no importaba sangre ni nada, era SU hijo
- Yo... ¿re-regresaré al orfanato?
- ¿¡Qué!? ¡NO! ¡¡Por supuesto que no!! - corrió a abrazarlo - ¡¿Qué te hizo pensar semejante barbaridad?!
- Yo... mi... mi tío mikey... me lo dijo - sus ojos se abrieron tan grandes eran en sorpresa ¿Por qué mikey le hacia esto?
- Escúchame bien Matthew: jamás, J A M A S dejaré que te separen de mí... eres lo único que me queda - dijo rompiendo a llorar abrazando más fuerte al pequeño - Te amo, eres mí bebe y no dejaré que nadie te arrebate de mi lado... ¿tú te quieres ir? - le pregunto separándose un poco de él
- No, no papi no...
- Discúlpame, es mi culpa todo esto... pero te prometo que todo estará bien, lo prometo.
Durante un rato arrulló a su hijo en sus brazos hasta que cayó dormido, lo llevó a su cama y lo arropo como cuando era un bebe, solo que esta vez nadie fue a abrasarlo a él. Estaba solo
"Todo estará bien" pensó mientras veía el pacífico perfil de su hijo "Sé que por el momento no lo puedo hacer por mi... pero lo haré por ti. Todo estará bien, lo prometo"~.~
- Vamos Frank, es hora de desayunar - Darko mordió su oreja tratando de despertarlo - ¡¡vamos!!
Se fueron corriendo a un viejo restaurante, el dueño era un anciano muy agradable que les trataba muy bien y les alimentaba con comida recién hecha y con mucho amor, de esas personas que casi ya no quedan en el mundo
- ¡Hey muchachos! Que bueno verlos por aquí - dijo el anciano mientras ambos perros movían sus colas alegres - Deben tener hambre... esperen
Se fue a la cocina donde busco lo que les daría mientras susperros permanecían sentaditos, esperando a por él. Frank miraba a la nada mientras inconscientemente movía su cola de un lado a otro, tenía bastante hambre. Esperaron por al menos media hora por sus alimentos y cuando al fin saciaron su hambre se fueron al parque a bajar la panza o eso decía Darko siempre que terminaban de comer
- Debemos de ponernos en forma Frank, uno nunca sabe cuando se presentará el amor de su vida, ¡mira! ¡Mira! ¡¡Esa linda cachorrita que va allá!! - comenzó a gruñir lo que provocó la risa de Frank
- Jajajajaja, Eres un pervertido
- ¿Disculpa? Tengo necesidades... ¿tu no?
- No - dijo tajante y un tanto incomodo por ello
- ¡¿Cómo que no Frank?! Te recuerdo que somos perros... déjate el recato para los humanos
- ¡No es eso!... es más bien... no quiero estar con cualquiera
- ¿Estar? Esas son ideas de los hombres, no nuestras, deberías dejar de soñar tanto, no te conducirá a nada bueno
- Cuando sueño no me siento tan confundido... ni tan solo... esto no debería de estar pasando
- Esto ¿que? A que te refieres?
- A esto!, el ser perro... no soy yo sabes....
- Y si no lo eres, entonces... ¿que es lo que en verdad eres? Porque no aceptas lo que te ha dado la vida, deberías estar feliz por estar vivo
- Pero no esta bien, no debería ser así
- Es por tus sueños ¿no? ¡Vamos Frank! No te compliques, deja el pasado en el pasado
- Pero sé que me necesita, no solo él, también el pequeño
- ¿Por qué necesitarían de ti? ¿Qué les puedes ofrecer tu? Eres un simple perro y ellos dos humanos que fácilmente solucionarían sus problemas... no creo que te necesiten...
- No lo entenderías... es más complicadoSin más se alejó de su amigo, a veces se ponía insoportable y lo único que podía hacer en esos momentos era alejarse y despejar su mente, pensar hasta que punto lo que le decía Darko era real. Sabía, algo en si mismo, en el fondo de su corazón, le decía que había quienes necesitaban de él, y no por ser un simple perro... no, iba más allá de eso, algo en su actual vida no estaba bien y tenía mucho que ver con sus sueños. A como diera lugar lo descubriría.
El sonido de un claxon le despertó de sus pensamientos haciendo que sus sentidos se pusieran alerta a todo su alrededor, averiguando que sucedía. Era una persona, un hombre que había cruzado la calle sin ningún cuidado
~.~
Lo primero que hizo en su nuevo día, después de dejar en la escuela a su hijo, claro, fue ir a hablar con su hermano. No tenía ningún derecho de amenazarlo y mucho menos de asustar a su hijo. Aceptaba que los últimos cuatro meses había estado demasiado distraído en su dolor, se había descuidado, pero no lo había hecho con su hijo, este era lo más importante en su vida, siempre fue de las cosas más importantes en su vida junto con... bueno, pero a su hijo no le había descuidado para nada, jamás podría hacerlo, pero parecía que Michael no entendía eso. ¿A el en que le afectaba? Nada, no le había pedido absolutamente nada, entonteces ¿Por qué le quería quitar a su hijo?
Llego fuera del edificio donde trabajaba su hermano, subió al piso indicado buscando. Cuando le encontró una furia incontenible le lleno al ver al causante de las lágrimas de su hijo
- ¿¡¡Se puede saber que mierda estas haciendo!!? - su hermano se había levantado en cuanto le vio entrar solo para recibir un empujón que le regreso a su asiento
- ¿Gerard? ¿Qué estas haciendo aquí? ¡Cálmate!
- ¿¡¡Cómo mierda quieres que me calme si estas arruinando nuestra vida!!? ¡¡¿¿QUÉ MIERDA QUIERES??!!
- Quiero que te calmes y también...
- ¡¡Y UNA MIERDA!! Te diré algo Michael Way, aléjate de mí y mi hijo o no responderé de mí
- Gerard... necesitas ayuda... no estas bien y...
- Lo se y menos lo estaré si le jodes la vida a mi hijo, te lo advierto... vuelve a hacerle llorar y lo lamentarás ¿entendiste? En mi vida te quiero volver a ver
- No puedes prohibirme el verlo, recuerda que les ayude con la adopción y...
- ¡¡Y NADA!! Ya te lo dije ¡¡DEJANOS EN PAZ!!Sin más salió de la oficina de su hermano y fue directo a su auto. Trató de abrir la puerta pero estaba demasiado alterado y si se subía en el carro terminaría estrellándose con un poste y eso era lo último que necesitaba él y su hijo. Decidió que lo mejor sería tratar de aclarar su mente caminando. Iba tan absorto en sus problemas que no se dio cuenta de que se había comenzado a cruzar la calle en el momento menos indicado. El sonido del claxon le saco de sus pensamientos, encontrándose a la mitad de la calle y con un enorme camión avanzando a gran velocidad hacia él.
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Amor En Cuatro Patas | Frerard
Fiksi PenggemarUn día despertó siendo algo que, se suponía, no era, ahora no sólo tendrá que averiguar que fue lo que paso, qué hizo para terminar así, sino también salvar a la persona que más ama en el mundo. Frerard