10. Y a pesar de todo ¿Cómo puedes llorar por mi?

150 20 15
                                    

Despertó poniéndose en cuatro patas de un solo movimiento, agudizando sus sentidos y moviendo la cabeza en todas direcciones, buscando algo. Era solo un sueño, otro de 'esos' sueños
- Hey... tranquilo perrito, no pasa nada - esa voz le hizo sobresaltarse, volteando y viendo a Gerard, su Gee con el cabello revuelto y los ojos aun adormilados viéndole, se acercó lentamente acariciándole con ternura, y en ese momento no podría amarlo más, era imposible. Haciendo un gruñido extraño dio varias vueltas sobre la cama para volver a dormir, tal vez si lo hacía y soñaba volvería a recordar. Estaba cerca de descubrir que le había pasado.

>> Sentado frente al computador trataba de analizar los resultados, no comprendía que fueran tan... extraños, esa era la palabra, ¿podría ser posible algo así? Era un riesgo y debía de detenerlo, no podía arriesgarse por alguien que no valía la pena y, por supuesto, que no le importaba, en nada servirían esos resultados, lo mejor sería corregir todo, volverlo a hacer. Por algo era uno de los más altos ejecutivos e investigadores de la empresa.

Unas pálidas manos le rodearon por detrás mientras ponía su barbilla en su hombro, dándole un rápido beso en la mejilla para después alejarse y comenzar a darle un cálido y relajante masaje. Cerró los ojos por instinto, disfrutando de las caricias, mas después recordó todo el trabajo que tenía, abriendo los ojos y volviendo a inclinarse sobre el computador
- Necesitas descansar Frankie, has estado todo el mes con eso, te hará daño amor - le repetía su pelinegro, susurrándole las palabras en el oído. No surgiendo el efecto deseado ya que solo consiguió frustrarlo
- Déjame en paz Gerard, necesito terminar esto - de un movimiento brusco se quito las manos del pelinegro de encima
- Son las doce ya, necesitas descansar - se sentó a su lado tomándole la mano en un cariñoso gesto - Si tu quieres puedo ayudarte para ir más rápido a la cama - le sonrió con ternura mas eso no logro conmoverle
- ¿Ayudarme? Si necesitara un 'dibujito' ya te hubiera pedido ayuda, no sé que es lo que quieres pero lo que yo quiero es que me dejes trabajar en paz
- ¿Qué es lo que quiero? - su mirada reflejaba dolor - Te quiero a ti, te necesito... hace un mes que no pasa nada entre nosotros Frankie... No se si... - pero Frank no le dejo continuar ya que dejo el portátil en la mesita de la sala y se le lanzo encima. Sin esperar a nada le beso profundamente, con cierta rudeza para después separarse un poco y mirarlo sin ninguna emoción en la mirada, introduciendo una mano debajo de la camisa de Gerard y abriendo sus piernas con la otra, encajando a la perfección. Más Frank no expresaba ningún sentimiento que no fuera frustración y lujuria
- Frankie... para, no - le pidió tratando de quitárselo de encima
- ¿No es lo que querías? - dijo alejándose un poco de él, mas sin quitársele de encima
- Si, pero no así... supongo que estas presionado por el trabajo... y si tu me dijeras yo te podría ayudar, para eso nos casamos, ¿no? Yo podría...
- Mira Gerard, si quieres coger aprovecha ahora, no tengo tiempo ¿ok? Y no supongas nada, tengo mucho trabajo y no podre terminarlo si estas molestando con que quieres coger... aprovecha ahora - Gerard le miro dolido y con rudeza se lo sacó de encima, levantándose del sillón y yendo rumbo a su habitación - ¿Qué? ¿No quieres en el sillón? No me pienso mover e ir a la cama, así que confórmate con esto.
Gerard se volvió a él, con una mirada que iba de entre el enojo y la tristeza - No quiero que me hagas el favor - dijo entre dientes - Quédate haciendo tu trabajo... yo me largo >>

Abrió lentamente los ojos, lo primero que captaron fue un espacio vacío junto a él, Gerard no estaba. Se levanto rápidamente y le busco por la habitación con la mirada, no viéndole por ningún lado. ¿Cómo pudo levantarse sin despertarlo? Cuando era humano siempre sentía el vacío que dejaba Gee al levantarse y siendo ahora un perro con los sentidos más desarrollados se sorprendía que no hubiese sentido nada, ¿Y si tenía que ver con su sueño? ¿Por qué trataba tan mal a Gee? ¿Qué era eso más importante que le hizo rechazarlo?

Amor En Cuatro Patas | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora