Un pequeño quejido salió de su boca al tiempo que se giraba un poco sobre la cómoda superficie. Tenía un ligero dolor de cabeza y podía aun percibir ese extraño olor, una mezcla extraña que, estaba seguro, nunca antes había olido y que sin dudas deseaba jamás volver a hacerlo. Se giro solo un poco más y abrió lentamente sus ojos, encontrándose en una habitación oscura con pequeños rayos de luz, probablemente provenientes del exterior. Subió su mana para tallar sus ojos, su mirada estaba un poco borrosa, aunque el dolor su cabeza comenzaba a ceder. Sin ser completamente consciente giro por unos de sus costados.
Un gemido de dolor fue lo único que salió de su boca al caer de bruces al suelo, sin la oportunidad de meter las manos.
- ¡Mierda, mierda, mierda! - susurraba al incorporarse lentamente, apoyando las manos en el alfombrado suelo y después levantándose con calma, su cabeza daba vueltas y a pesar de que no había mucha luz percibía su alrededor dar vueltas.
Sobándose la nariz y parte de su cara, que fueron las que recibieron el impacto de su caída, se incorporo por completo, miró a su alrededor tratando de reconocer algo, no tenía idea de donde estaba y porque estaba ahí. Dio unos pasos con cautela, temiendo tropezar con algo, hasta llegar a una pared, buscando con las manos el interruptor para saber donde estaba y terminar con su poca visibilidad. No tardo mucho hasta que encontró su objetivo, accionándolo y llenando la habitación de una luz cálida que le hizo cerrar los ojos ante el cambio, frotándolos de nuevo para que se habituaran a la cantidad de luz.
Estaba en su habitación, la reconoció con tan solo ver su gran cama y muebles además del alfombrado suelo. Pero el hecho de despertar en su habitación solo le llenaba de angustia, lo último que recordaba era... ¿Qué era lo último que recordaba? ¿Cómo había terminado ahí? Tomo su cabeza con ambas manos, frotándose un poco las cienes, liberándose por completo del dolor, mas aun persistía un pequeño mareo.
Cerró los ojos tratando de ordenar sus pensamientos y averiguar que había pasado, porque estaba más que seguro que no debería de estar ahí, no al menos en ese momento, había un pedazo de su día en blanco. Recordaba haber ido a una junta, una tediosa junta con los socios de Frank. "Frankie" el solo recordar el nombre de quien más amaba le causaba severos daños a su sistema, en especial a su corazón. "Enfócate Gerard, ¿Qué paso después?" Recordaba que uno de los socios le había insinuado que SU Frankie estaba muerto, el muy maldito, después de eso salió hecho furia y subió al ascensor, lloraba "¡que raro! Si eres taan fuerte..." se reprocho con ironía, culpándose por todo, odiándose por ser tan débil y no poder cuidar como era debido de Matty. "Matty" abrió al máximo sus ojos ante el recuerdo de su pequeño, ahora recordaba más, había salido de la junta no solo enojado, sino también porque se hacía tarde para ir por su bebe a la escuela. Bajaba por el ascensor cuando alguien más subió a este... pero ¿quien era? "Un momento"con miedo desvió la mirada hacia el reloj digital que estaba sobre el buro al lado de su cama, ¡¡7:03pm!!
Salió de su habitación para ir a la de Matty, encontrándola vacía, reviso también el baño, la cocina y la sala; nada, no había nadie en casa más que él. Un gran sentimiento de miedo y angustia invadió su pecho ¿Dónde estaba Matty? ¿Dónde diablos estaba su bebé? Solo un jadeo al tiempo que un por de lágrimas se le escapaban "No, no, no, no, no, no, ¡NO! ¡¿Dónde estas?!" regreso a su habitación buscando algo frenéticamente que le diese respuestas de donde podría estar su pequeñín.
Buscó su teléfono celular en las bolsas de su pantalón para llamar a Ray y a su hermano y preguntarles si Matty estaba con ellos pero no lo encontró, fue hasta la cama pensando que mientras dormía se le abría caído "¡¿Como pudiste quedarte dormido y olvidarte de Matty?!" Paró en seco al recordar algo más, iba en el ascensor cuando las puertas se abrieron y alguien más entro... Bert, fue Bert al último que vio después de que discutieran rumbo al estacionamiento; bajo del ascensor e iba donde su auto cuando... nada, no recordaba nada más, todo se volvió oscuro y un extraño aroma inundaba sus sentidos, después había despertado en su habitación. "Será que Bert tiene que ver... no, no lo creo"
Salió una vez más rumbo a la sala, buscando las llaves de la puerta y del auto, no estaban. Extrañado busco el repuesto y tampoco estaba en su lugar "¿Qué diablos esta pasando?" Pensó mientras secaba algunas de sus lágrimas, no importaba nada, solo saber donde diablos estaba su hijo y si estaba bien... "Será mejor que llame a la policía" fue directo al teléfono
- Acaba de comunicarse con la policía local, dígame ¿Cuál es su emergencia?* - después de unos segundos le habían contestado, aunque al mismo tiempo el sonido de la puerta abriéndose le impidió emitir cualquier palabra. Le sorprendió bastante el verlo entrar a su casa con una extraña sonrisa en los labios ¿Cómo había entrado y que hacía con SUS llaves?
- Si yo fuera tu no haría eso....
~*~
Llegar no fue una tarea fácil, al salir de la casa no tenía ni la menor idea de donde debía ir, además de que no comprendía nada de lo que Darko le quisiera decir, era un asco ser un hombre de nuevo y más por que aun le costaba caminar en línea recta. Por suerte recordó que hacia tiempo atrás había tenido una motocicleta y que esta la había guardado en el garaje de su casa. Gerard la odiaba y le había insistido en deshacerse de ella desde que había chocado y con eso se había roto un brazo, pero que bueno que no le había podido convencer, de lo contrario jamás hubiesen llegado tan rápido.
En realidad no estaba tan lejos, había llegado en aproximadamente media hora, siento guiado por Darko que corría delante de el a toda velocidad. Le había costado dominar la motocicleta, pero eran cosas que jamás olvidas "Y sin embargo me olvide de ustedes"se reprochó con dolor. Llevaba caminado unos cinco minutos, se había dirigido por un atajo a una pequeña reserva repleta de vegetación, su vehículo lo había dejado ya que adentrarse con el al bosque no era nada inteligente.
Era guiado por Darko, lo tenía tomado de la cola y este caminaba con prisa. Vagamente recordaba que ya había estado en ese lugar, cuando escapó del idiota de Bert había salido corriendo por un bosque, aunque podría ser que todos los bosque parecieran iguales estaba seguro que no es todos había una cabaña como esa. Darko comenzó a aullar quedamente.
- ¿En ese lugar tiene a mi hijo? - miro a Darko entre la poca luz que llegaba desde la cabaña. Este comenzó a ladrar quedamente, tratando de que no les escucharan - ¡Hey! Espera, espera, no te entiendo... un ladrido si y dos no ¿ok? - un ladrido le dio a saber que Darko si le comprendía - ¿Allá esta Matty? - un ladrido le dio la respuesta.
Con mucho cuidado de no hacer demasiado ruido e hincado para no ser notado se acercó lentamente a una ventana, esperando ver a su bebé por algún lado mas sin en cambio lo que vio le hizo hervir la sangre. Ese bastardo, aquel rubio que le había inyectado quien sabe que cosas tenía atado a su pequeñín en una silla y este lloraba desconsoladamente mientras pedía por su padre y por su libertad. Su corazón se comprimió de dolor al verlo en ese estado y no solo eso, una de sus mejillas estaba más roja que la otra.
- ¡Ese maldito bastardo se atrevió a tocar a MI hijo! - dijo entre dientes y dando la impresión de querer ponerse de pie y caerle a golpes a aquel rubio dio media vuelta. Darko previno sus movimientos y le jalo de la camisa, tratando de calmarlo - ¿Qué pasa? ¿No vez que ese maldito quiere hacerle a Matty lo mismo que me hizo a mí? - "¡lo sé pero debes tranquilizarte Frank! No puedes ir por el mundo..." Un agudo quejido hizo que ambos voltearan, viendo como el rubio le soltaba otra bofetada y Matty solo se quejaba y lloraba más "De acuerdo ¡Matemos al infeliz!"
Rodearon la cabaña hasta dar con la puerta, la ventada estaba en la parte trasera. Ni hubo tiempo para dudas, debía actuar lo más rápido que pudieran y debían hacer sufrir al maldito que se atrevió a tocar a Matty. Frank solo pensaba en como haría sufrir al rubio, le golpearía hasta casi matarlo, le castraría inclusive.
Estuvo unos segundos parado frente a la puerta sin hacer nada, solo tenía levantada la mano pero no había tocado, ¿sería correcto tocar? Y ¿Qué haría después de eso? Darko vio la duda en los ojos de Frank, veía aquel debate mental sobre que debía hacer. Soltando un gruñido logró atraer la atención de Frank, señalando con la cabeza la puerta, animándole a hacerlo de una buena vez.
De una patada logró derribar la puerta, esta no tenía puesto ningún tipo de seguro pues no era probable que alguien fuese de visita. El rubio dio un salto, se alejó del pequeño para ver quien había irrumpido de aquella manera, no podía ser Bert puesto que este traía llaves ¿Quién podría ser? Dejo de lado la jeringa con su contenido dudoso y volteo justo en el momento que lo veía entrar, ¡Era imposible! ¡Se suponía que estaba muerto! Había desaparecido desde hacia mucho y ahora... ¡No podía ser cierto!
- ¡¡¿Papi?!! - la voz del pequeño solo confirmo su más grande miedo. Frank Iero seguía vivo, Frank Iero estaba vivo y les denunciaría no solo por privarlo de su libertad y poner en riesgo su vida sino también por raptar a su hijo
- ¡¡MALDITO BASTARDO!! - la impresión de ver a quien daba por muerto fue tan grande que no reaccionó hasta sentir un poderoso puño impactando contra su mejilla e inmediatamente otro golpe más en su estomago, robándole el aliento y haciéndole caer al suelo, retorciéndose de dolor.
Le hubiera gustado que todo quedará en eso pero no era su día, Frank, aprovechando que estaba en el suelo, le pateo en su maltrecho estomago, en sus piernas y por último en cierta zona, provocándole un gran dolor. Llevó sus manos a la zona afectada más eso no detuvo en lo más mínimo a Frank, estaba realmente furioso, quería que experimentara todo el dolor que había padecido al ser alejado de su familia por tanto tiempo, que experimentara el dolor de ver a tu pequeño sufrir.
- ¡Matty cierra los ojos! - le pidió al pequeño, quien obedeció al instante
Con toda la fuerza que tenía se lanzo sobre el rubio, golpeándolo a puño limpio en la cara y el estomago, viendo la sangre brotarle de la nariz y el labio roto, y sin embargo no se detuvo, continuo golpeándolo hasta que sus puños se mancharon de sangre ajena, no quería detenerse, quería matar al malnacido.
Los ladridos de Darko lo detuvieron solo un poco, su amigo le había tomado de la camisa, jalándolo y tratando de quitarlo de encima del otro. Enojado como estaba volteo su mirada y vio a Darko señalarle con la cabeza de nuevo, esta vez en dirección al pequeño amarrado en la silla. Su corazón que antes latía rápidamente lleno de furia ahora se estrujaba al ver a su pequeñito llorando aun y con los ojos cerrados con fuerza, sus manitas seguían batallando para liberarse de sus ataduras.
Miró por un segundo a la basura humana bajo él y a pesar de sentir un ferviente odio por el maldito sabía que debía pagar. Dejándolo tirado en el suelo se incorporó y fue donde Matty, liberándolo finalmente de sus ataduras y acariciando las marcas rojizas que estas habían dejado en la tierna piel. Matty aun con los ojos cerrados sentía como alguien lo liberaba y acariciaba sus manitas, con algo de timidez abrió lentamente los ojos, encontrándose con unos muy parecidos a los suyos cerca de su cara. Sus lágrimas en ningún momento habían dejado de salir
- ¿Papi? - preguntó tímidamente, aun sin poder creer que al fin veía a su papá Frank después de tanto tiempo
- Así es amor... estas a salvo - le sonrió y por fin dejo en libertad las lágrimas que pugnaban por salir, tomando el rostro de su hijo entre sus manos, acariciando con sus pulgares las tersas mejillas al tiempo que borraba las lágrimas que por estas bajaban y dejaba en su frente un tierno beso.
- ¡¡PAPI!! - saltó a los brazos expectantes de Frank que le acunaron en su pecho, permitiendo a ambos llorar, Frank consolando a su hijo, susurrándole que todo estaría bien, que estaba ahí y que jamás le dejaría de nuevo.
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Amor En Cuatro Patas | Frerard
FanficUn día despertó siendo algo que, se suponía, no era, ahora no sólo tendrá que averiguar que fue lo que paso, qué hizo para terminar así, sino también salvar a la persona que más ama en el mundo. Frerard