Mérida
Papá... ¿Qué haces aquí?
Al ver su cuerpo encima del de mamá me emocioné levemente, sin embargo, mamá no estaba igual que yo.
Es cierto, olvidaba que papá murió hace años, ¿qué demonios está pasando? ¿Esto es un sueño? ¿Una prueba?
El ver cómo arrancaba un pedazo de carne del cuello de mi mamá fue cuando me alarmé aún más.
Tan rápido como reaccioné fuí y le dí una patada en la cabeza lo más fuerte que pude. En respuesta el gritó eufórico a mi dirección, las chicas exclamaron de asombro. Yo me quedé helada.Antes de que se lanzara sobre mi, levanté mis manos en forma de x y dejé que el fuego saliera de mis palmas, logrando así, calcinar a mi padre.
Sus gritos se triplicaron y comenzó a moverse de un lado a otro aullando en histeria, nosotras esquivabamos lo mejor que pudimos su cuerpo en llamas. Elsa miraba con paranoia el fuego extenderse por varios lugares de la entrada, Anna trataba de no toser por el humo y divisé a Rapunzel juntando sus palmas con fuerza y sus ojos cerrados igual; estaba rezando por lo que acababa de ocurrir.
Un alarido ahogado me regresó a la realidad.
Mamá.
Me agaché rápidamente, los ojos de mi mamá estaban inyectados en sangre y su respiración cada vez más pesada. Al intentar hablarme escupió sangre y se ahogó levemente en ella, la senté reposandola en mis brazos. Su mirada me transmitió todo.
Dolor.
Agonía.
Miedo.
Mucho miedo.
-Tranquila, tranquila -balbuceé tratando de parecer yo la tranquila-. Estarás bien, ey. No te dejaré sola -ella como pudo me acarició la mejilla y sus ojos soltaban gruesas lágrimas. Movió sus labios articulando una palabra. Sentí mi alma irse a mis pies.
"Cántame" leí de sus labios.
Negué sintiendo mis ojos picar.
-No -apenas pude susurrar.
"Por favor" volví a entender.
Suspiré pesado, negué de nuevo mordiendo mi labio y dejando finalmente mis lágrimas salir. Hice presión en su herida y ella sonrió débilmente, tomó mi mano entre las suyas y la beso. "Por favor", escuché su voz en mi mente, leyéndola de sus ojos.El silencio era interrumpido por múltiples sirenas de ambulancias y carros policías atravesar las calles, sin embargo, nadie en la sala decía alguna palabra.
Escuché a una de las chicas acercarse a mi espalda, para después sentir una mano sobre mi hombro.
-Hagámoslo, Mer -Rapunzel me habló suavemente. Respiré entrecortadamente y asentí mientras novia mis manos a la herida de mamá, ella estaba a punto de caer en la infinita inconciencia.
-Con... -respiré de nuevo, tomando aire para afinar lo mas que pude mi garganta-. ♪ Contigo aprendí ♪ -mordí levemente mi labio al ver que mamá sonrió al escuchar el inicio del verso, su parte favorita-. ♪ Que existen nuevas y mejores ilusiones ♪ -me esforcé por no sollozar, Rapunzel tomó el valor que me faltaba y siguió la canción-. ♪ Contigo aprendí a conocer un mundo nuevo... ♪ -respiré agitadamente al escuchar el sollozo de parte de las Arrendel y como Rapunzel batallaba para no gimotear. Tomé aire y canté de nuevo-. ♪ De ilusiones. Aprendí ♪ -Elsa y Anna se nos unieron, aún con las voces quebradizas-. ♪ Que la semana tiene más de siete días ♪ -Mamá sonreía a más no poder, la sangre salía en hilos a pesar de la presión de mis manos, aún con ese dolor ella sonreía-. ♪ A hacer mayores mis contadas alegrías ♪ -el brillo lentamente comenzaba a opacarse de sus ojos, la fuerza en el agarre de sus manos sobre las mías comenzaba a hacerse cada vez más débil-. ♪ Y a ser dichosa, yo contigo lo aprendí... ♪ -y su agarré se soltó por completo.
Mi grito no lo escuché, todo a mi alrededor estaba mudo. Sentía como si mis oídos de pronto no funcionarán, tan sólo sentía mi garganta desgarrarse por la ferocidad de mi grito. Rapunzel me abrazaba firmemente desde atrás, rodeando mi pecho y parte de mis hombros con sus brazos.
Histérica comencé a moverme, no quería que nadie me tocara, no quería que nadie me hablara, ni que me mirarán. Odiaba la pena y más que la sientan por mi.
Me arrastré de nuevo a la dirección de el difunto cuerpo de mi mamá, la tomé entre mis brazos y la comencé a mesear como ella hacía conmigo cuando tenía miedo.
-Por favor, por favor no me hagas esto -la apreté contra mi, su piel ahora fría me quemaba a pesar de no tener temperatura alguna-. No me dejes, tú no. Te lo suplico -sollocé y olí su cabello, besé su frente repetidas veces y la volví a apretujar contra mi-. No te vayas -susurré en llanto.
-Merida, déjala -Anna trató de alejarme de mamá, me rehúse; empujándola-. Debemos irnos, Mer, están dando orden de cuarentena en la ciudad -volvió a jalarme hacia ella y me moví bruscamente de nuevo, Anna me miró con sus ojos aún soltando lágrimas, sin más, dejó de insistirme. Lo cuál agradecí mentalmente.
Examiné mis manos llenas de sangre y sentí horror, sangre de mamá, sangre, mamá.
Me paré abruptamente y corrí al baño, vomité a medio camino. No me dí tiempo de reposar, directo en el lavabo comencé a lavar mis manos. Las tallé frenéticamente, eché jabón una y otra vez, tallé sinfín.
Mi piel comenzaba a enrojecer de tal acción, yo no paré, la sangre seguía ahí, yo la veía.-No se va... ¡No se va! -hablé desesperada tallando entre mis dedos fuertemente, enjuagando mis antebrazos y lavando mi cara y cuello. Fuera... ¡Fuera!
Escuché mi nombre a lo lejos repetidas veces.
-Merida... Merida. ¡Merida! -me tomaron bruscamente de los hombros y me sobresalté, topándome con los ojos de Elsa. Al momento ella tomó firmemente mis manos y negó-. Están limpias, mírate -me mostró mis manos sin ninguna señal de sangre, la miré y sus ojos eran comprensivos.
Sentí mi labio temblar de nuevo y sin más me eché sobre la mayor para que me envolviera en sus brazos.
-Debemos ir al campamento. Lo sabes, ¿no? -asentí levemente a lo dicho por la platinada, sin dejar de ocultar mi rostro en su hombro-. Debemos despedirla cómo se debe, anda...-me apreté más a ella cuando escuché su voz rota.
Después de esto... Allá vamos, Princeton.
-Editado 27.07.2020-
Dato: La escena de la muerte de Eleanor (Mamá de Merida) fue inspirada en la muerte de Soledad Núñez de la serie de Netflix Vis a Vis.

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Apocalypse.
FanfictionUn experimento salió mal. Los muertos comenzaron a salir de sus tumbas pero, no eran iguales; estaban podridos, tenían los ojos totalmente contrarios a como en vida. La piel tan sólo tenía el color grisáceo, heridas infectadas y completas en pus...