T2/C3 pt. 2

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Hey, ¡hola!
Tengan mucho ojo con este capítulo, eh
Que será la primera vez que narra un personaje el cuál no es principal y además que no se ha mencionado en la historia (jiji)
Espero les guste este capítulo, besos.

P.O.V XXX.

El suelo bajo mis pies descalzos estaba tan gélido como el mismo himalaya, mi cuerpo tembló al escuchar una gran cantidad de sonidos guturales no muy lejos. Observé a todas partes tratando de encontrar la manera de esconderme e huir, más solo miraba árboles y la carretera que pronto estaría llena de podridos.
Algo en mi mente hizo click al observar a lo lejos a un par de chicos, una chica y un chico para especificar.

Cabello pelirrojo, estatura promedio y arco en manos... Me tienen que estar jodiendo.
Además que el cabello canoso del chico es irreemplazable. ¿Cómo mierda siguen vivos?

Ella estaba molesta, volteó y le reclamó un par de cosas para luego seguir caminando sigilosamente con él detrás pisando fuerte. Buff, que bien que no me han visto.
Los gruñidos se dejaron de escuchar, pero al momento de que los observé cerca de ellos, corrí hacia la dirección de la horda y comencé a guiarlos lejos de ellos. O lo que se me permitía.

Estoy malditamente seguro de una cosa: si ella está viva, él también lo está... Y eso no me trae buen rollo.
La estampida de muertos me comenzó a pisar los talones, aquí solo quedaba mi opción de correr.
Mi cuerpo no respondía bien al correr, pero trataba mi mayor esfuerzo para no ser devorado. Oh, no. Yo no moriré aquí, váyanse al carajo.

Paré mi correr cerca de un grande bosque tupido de árboles y arbustos, me adentré en él y busqué rápidamente un árbol que se mantuviera alto y firme.
Trepe el que mejor me convenció y rebusque una rama que soportará mi peso.
La manada estaba pasando cerca de mi por lo que solo me quedaba tratar de no jadear por el cansancio y quedarme completamente quieto.

Escuché atentamente las pisadas durante unos minutos hasta que se fueron haciendo más escasas y lejanas.
Verifique que no hubiera ningún podrido bajo mis pies, al ver que estaba a salvo sólo me quedo bajar lentamente del árbol.
Al sentir la tierra entre mis pies, suspiré. Comencé a respirar hondo y me senté en las raíces del árbol que salvo mi vida.

Sentía como mi vista se comenzaba a nublar lentamente, hasta el momento en que escuché pisadas aceleradas y repetidas. Lo cuál decía que no sólo era una persona o un muerto.

Contuve la respiración y me aferré a las raíces para levantar mi cuerpo silenciosamente, el crujir de las hojas secas y ramas del suelo del bosque me decían que cualquier cosa que estuviera detrás, estaba parada y buscando algo; lo cuál supongo que era yo u comida.
Nótese el sarcasmo.

—Jack, estoy segura que logré mirarlo correr por aquí —dijo una voz que reconocería aquí y en china—. Hasta podría decir que lo escucho cerca.

—Merida, si el hombre que miraste estuvo por aquí ya lo habríamos encontrado —salió la voz masculina irreconocible del anciano joven, genial—. Recuerda el acuerdo, no distraerse e ir al sur.

—Es que no lo entiendo, coño —logré divisar como Merida pateó una cabeza de podrido desprendida del cuerpo, casi me da una arcada—. ¿Cómo es posible que haya querido librarnos de los zombies así porque sí?

—Yo no entiendo cómo putas prefieres estar aquí buscando a un extraño, que tal vez no está en su centro para guiar a más de 100 podridos —soltó en un gruñido frustrado Jack, ¿el idiota me acababa de decir loco? Les he salvado el parachoques, imbécil—. Además, ¿por qué te molesta tanto el no saber quién es, huh?

—Porque sólo hay una persona tan estúpidamente loca y descabellada que haría eso, la cual creí muerta al inicio de esta mierda de apocalipsis —¿ese seré yo?—. Y creo que tú también sabes quién es.

—¿Estás hablando de Jo..—se tragó sus palabras por un golpe seco que se escuchó al yo tirar una roca a lo lejos, por simple distracción—. Mierda, ¿querrás ir a ver, no?

—Cállate y veamos qué es —dijo demandante Merida, acercándose a donde tiré la roca.

Genial, tiempo de correr.
Comencé trotando levemente sin hacer tanto ruido, y luego comencé a correr aún viendo para atrás asegurando que no me vieran.
Un agudo dolor penetró mi espinilla y tobillo, seguido de un ruido metálico que se aferraba a una cadena.

—¡Maldita sea! —exclamé adolorido y me dí una bofetada mental por gritar tan alto—. No, mierda, no, no, no

—¡Merida! ¡Por acá! —los pasos acelerados se acercaron a mí dirección mientras yo desesperadamente traté de quitarme la maldita trampa para osos de mi tobillo.

La sangre no tardó en comenzar a salir por pequeños hilos que se hacían más largos y anchos en cuestión de segundos, forcejeé para abrirla pero sólo se apretaba más desgarrando mi carne.
Grité duramente al sentir como se encajaba más en mi piel. Mordí mi lengua con fuerza, para luego tragarme otro grito de dolor.

Escuché el filo de un cuchillo que sale de su estuche y el seguro de un arma.

—¿Quién eres? —escuché la voz de ella firme y segura, más me quedé callado y ahogando mi dolor—. ¡He dicho quién eres, responde!

Dejé de forcejear con el artefacto metálico casi encarnado a mí, y volteé ligeramente. Sonreí con sarcasmo.

Un peso ligero cayó al suelo provocando un leve ruido, aquí se desató la verdad. Ella cayó de la sorpresa sobre sus rodillas.

—¿JAD? —preguntó Merida incrédula y apunto de que se le cayera la mandíbula al suelo.

—¿Qué tal, Meri? ¿Todo bien en el fin del mundo? ¿Todo correcto con la familia?—pregunté con gracia y tratando de no quejarme por el asqueroso dolor que sentía.

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*Chan, chan, chaaaaaaaan*

Díganme ustedes ¿quién creen que es él?
¿De dónde lo conoce Merida?
¿Jack lo conoce?
¿Que tiene que ver con la historia?
¿Leyendo esto con voz de comercial?
Eso lo sabremos el próximo capítulo, besos ¡Bye!

Apocalypse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora