Era lunes y llovía a cantaros. Un día perfecto para dejar olvidado un paraguas en casa.
Choi estaba sentado en el mismo lugar de siempre... Y a él le gustaba mirarle, no podía evitarlo.
De nuevo lo había notado. Sí, pero esta vez decidió solo sentarse a su lado.
Julieta es perfecta...
Minho se pregunta porque alguien se atrevería a herirla. La chica es todo lo que algún día pudo desear, su cabello largo y sedoso resplandece bajo los rayos del sol, su estatura es lo suficiente adorable como para querer desordenarle el flequillo y atraparla cómodamente entre sus brazos, tiene esos ojos grandes iluminados por la sinceridad de su bondad. Si realmente miras dentro de ellos, te perderías en tu propio reflejo.
Ella pone al mundo antes que a sí misma y para el mundo siempre tiene una sonrisa. Solo Dios sabe que su sonrisa es la cosa más dulce que Minho ha podido contemplar. Solo Dios sabe que jamás quiso hacerla llorar.
Si Julieta es perfecta... ¿Entonces porque?
El castaño se sentó exasperado en el banco de concreto, inhalando hondo, reteniendo el oxígeno en sus pulmones lo más que podía para entonces exhalarlo lento. Cerraba con fuerza los puños mordiéndose los labios para evitar decir palabras hirientes, permaneciendo allí con los ojos cerrados, tranquilizándose a su modo. Aceptándose...
El otro le miraba a escondidas. Le gustaba sobremanera hacerlo, esperaba ansioso el momento y rogaba porque esta vez no fuese tan breve como siempre. Estaba allí, a razonable distancia, disfrutando del menor, hundiéndose profundo en su insabida e inexistente pena, pasionalmente inmóvil, solo mirando... Solo soñándolo. Entonces sucedió. Minho lo había notado, incluso le sonrió avergonzado con el ritmo cardíaco acelerado y él solo fingió dirigirse a alguien más cambiando el curso de su mirada, caminando para hacer más creíble la farsa, pasando a su lado nervioso centrándose en deslizar sus dedos habilidosamente sobre la pantalla de su celular. Jurando no volver a ser atrapado mirándole jamás.
"Deja de sonreírme así Choi, porque la próxima vez no me voy contener... ㅎㅅㅎ"
El menor se mordió el interior de sus mejillas tras leer el mensaje en la pantalla de su móvil segundos después de su encuentro. De nuevo suspiró.
Si, Julieta es perfecta... Pero es Romeo quien le roba el aliento y algo más entre besos y caricias acaloradas, el que le respira de cerca estremeciéndole las tardes de otoño, el que se apodera de la retórica y prepara lo falso para darle el sentido a lo verdadero, el mismo que vivía apagándole las promesas y encendiéndole lo incierto. Es Romeo quien le dedica las letras muertas que yacen desordenadas sobre las hojas amarillentas de una vieja libreta, las mismas letras que parecen cobrar vida cuando salen de sus labios acompañados de la suave melodía de una guitarra.
Romeo es unos cuantos años mayor que él, es el mismo muchacho que conoció por casualidad una tarde lluviosa de abril.
No concuerdan en lo absoluto, pero aun así los dos parecen ideales para el otro, esa imperfección es justamente la que Minho ama. No tiene sentido, pero nada de sus sentimientos hacía el chico lo tiene. Tal vez sea porque Kim es hermoso, porque hay fuego en sus ojos y energía en su cuerpo, la clase que mantiene a Minho en constante movimiento. Porque Jonghyun llegó a su vida cómo la tormenta misma y él solo se dejó llover por todo el alrededor.
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The Words With You ¦ Jongho ¦
FanfictionPorque detrás de cada canción se oculta una historia ~