Orgel

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Deja de huir de mí, porque deseo ver tu hermoso rostro.

Era como estar despierto en medio de una pesadilla, todos reían a carcajadas escupiendo opiniones radicales sobre la homosexualidad mientras veían un programa mediocre y amarillista que transmitía la televisión local. Minho se preguntaba desde cuando había dejado de reír con ellos.

Aquello era cosa de cada domingo al final de mes, cuando la familia Choi se reunía en casa de sus abuelos para compartir como las "familias normales" lo hacían.

"¡Que maricon!"

Oyó a su padre exclamar a los cuatro vientos frente a la pantalla plana de 42 pulgadas, quizás de él había sacado aquella nefasta palabra. De repente se sintió enfermo de su "familia normal", de valores y costumbres tradicionales, aceptadas por la sociedad. Él había sido educado en ese seno de ideas retrogradas e incluso las había compartido durante mucho tiempo, pero ahora se sentía totalmente ajeno a su sangre.

Tragó grueso, imaginando ser el chico que lloraba frente a las cámaras y quiso vomitar el asado que había preparado su abuela para el almuerzo.

"¡Entonces llámame maricón, llámame anormal, porque no soy lo que crees que soy, y tampoco seré lo que crees que debería ser!"

Minho tenía ganas de ser valiente como ese chico de la televisión, valiente como Key o como Jonghyun quienes no tenían miedo de mostrarse ante el mundo tal cual eran, sin máscaras, sin mentiras. Quería gritarles a todos la verdad, tomar sus cosas y salir corriendo, decirles que desde hace meses era un lío de intermedios, que estaba aterrado este lado de suyo que jamás entenderían sin antes cuestionarlo o avergonzarse.
Pero aquello era demasiado complicado, a los ojos de todos Choi Minho era un hijo ejemplar del cual estar orgulloso y no estaba listo para vivir con el miedo de ser rechazado por aquellos a quienes más amaba.

Si, Choi Minho era un cobarde.

~

Bastó que su celular sonará unas tres veces contra la mesa de noche para despertar del trance en el que se encontraba. Últimamente tenía mucho tiempo libre para quedarse pensando en cosas en las que no debería. Era un idiota, se estaba preocupando de mas como siempre.

"Quizás debería tomar una ducha caliente para liberar el stress."

Se fue despojando de las prendas con pereza, sin molestarse en ver los mensajes, claro, no tuvo por qué hacerlo cuándo tenía una gran idea de lo que decían. El platinado se dirigió al cuarto de baño, intentando no escuchar los múltiples zumbidos de su móvil contra la madera.

"Maldita sea Key, ¿Podrías dejarme tomar un baño en paz?" Finalmente después de cinco minutos de oír el martilleo constante había contestado, porque era consciente de lo insistente que era su mejor amigo, aun no sabía cómo había hecho para librarse de él los últimos cuatro días.

"¿Porque no contestas mis mensajes?"

"¿Que parte de que me estoy bañando no entendiste?"

"¡Sabes muy bien a lo que me refiero Kim!, me estas evitando. Estas evitando a todo el mundo y te has salvado de mi solo porque has tenido esta semana libre, pero te juro que en cuanto logre salir de estos malditos exámenes iré a sacarte de esa cripta en la que estoy seguro que has convertido tu alcoba."

"¿Cómo es que puedes decir tantas estupideces en menos de cinco segundos?" Oyó a Key resoplar del otro lado de la línea y sonrió "Mira, no me estoy ocultando del mundo si, solo estoy disfrutando de unas vacaciones no programadas, es todo. Ahora si me disculpas iré a sacarme el shampoo del cabello. Adiós." Cortó la llamada sin permitirle al chico refutar y apagó el móvil antes de que el aparato volviese a sonar de forma desquiciada.

The Words With You ¦ Jongho ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora