Capitulo 3

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Entré al salón y me senté en el mismo lugar de siempre, es decir, al lado de mi mejor amiga.

-Hola zorra- dijo Soph en cuanto me senté a su lado.

-Hola-susurré.

-Hola muchachos- dijo el profesor mientras apoyaba un portafolio marrón sobre su escritorio.

-Buen día-contestamos todos en coro.

-¿Tienen los trabajos? ¿Cibrian y Foster?- ¿este profesor nos odia o qué? Nos miró por encima de sus lentes y al ver que ninguno contestaba volvió a preguntar.

-si... bueno, no, es decir...- intenté formular alguna oración que fuera coherente, pero Ian me interrumpió.

-Fue mi culpa señor, Agus estaba esperándome y yo no pude llegar... póngame a mí el uno-dijo seguro.

Mis ojos se abrieron más de lo normal y mi mente estaba intentando comprender la situación. Ian me había defendido. Ahora es cuando salimos de la clase y me pide algo a cambio, pero no tengo por qué agradecerle ni nada, yo no le pedí que se echara la culpa, aunque era lo correcto, él no había aparecido. Me había dejado esperándolo como una boba.

-Foster, tiene un uno, al igual que la señorita Cibrian.

Resoplé enojada.

- Si profesor-dijimos a coro.

La clase transcurrió tranquila, o como puede transcurrir una clase de veinte adolescentes de los cuales cinco parecen estar podridos por dentro, ¿En serio no pueden esperar a ir al baño? ¿Tiene que ser aquí y con todos nosotros, los inocentes presentes? Sin contar eso la clase transcurrió como todos los días, el profesor no paraba de hablar y todos tenían cara de no querer seguir viviendo. Sin contar eso, todo bien.

Cuando sonó el timbre agarre mis libros y salí de la clase casi corriendo, no quería toparme con ese imbécil.

-Cibrian.

-Foster-dije.

-Lo siento...

-¿Y ahora por qué lo sientes?¿ Por comportarte siempre como un niño?- pregunté mientras me daba la vuelta y tomaba firmemente los libros que tenía entre los brazos para que no se cayeran.

-Por todo... por lastimarte cuando te agarré... yo nunca había tocado a una mujer y ...-dijo desesperado.

Me acerqué a él y lo abracé. No sé por qué lo hice ni qué se me pasó por la cabeza en ese momento, pero verlo así me hizo sentir por primera vez en la vida empatía por él y un poco de angustia al verlo así  por algo que en verdad no tenía tanta importancia.

Estuviste todo el día diciendo que era un idiota por dejarte esperándolo toda la noche y ¿ahora dices que no es nada? Si que eres extraña.

-Tranquilo-le susurré.

Se aferró tanto a mi como si su vida dependiera de eso, estaba quebrado, pero aún no entendía el por qué de su conducta.

-Ian.

-¿Si?-dijo respirando profundo

-No le des tanta importancia, en serio, no pasó nada.

-Si pasó, porque... mis padres- su voz se escuchaba quebrada, como si en cualquier momento, sin poder evitarlo se destrozaría por completo. -Mi padre le pegaba a mi madre cuando yo era chico...yo no quiero lastimar a nadie... -dijo separándose y mirándome fijamente a los ojos- todavía no logro entender qué mierda me pasa contigo...

Mi Princesa... Todo Fue Una ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora