Capitulo 10

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Para mi fortuna el profesor había faltado, por lo que no tendría que hacer el trabajo. Pedí para retirarme antes, diciendo que me sentía mal. Me lo permitieron, así que tomé mis libros y me fuí caminando a casa.
Cuando llegué me tiré en la cama, quedándome dormida casi al instante.

20:00 PM

Me desperté bastante desorientada. No entendía si había dormido unos minutos o dos días enteros. Miré la hora para verificar que fuera el mismo día. Al confirmarlo, dejé mi celular sobre la cama y bajé al living.

-Agus-me llamó Lucas.

-¿Qué?-pregunté sin ganas.

-Los chicos se quedarán a dormir.

¿Los chicos? ¿Mañana no había clase? Fue ahí cuando recordé que era viernes. Al fin estaba terminado otra semana. Cada vez faltaba menos para las vacaciones, ahí si que lograría sacarlo de mi mente. Me mantendría distraída con otras cosas, como fiestas, salidas con Sophia, viajes, playa.

-Bien.

La verdad no me importaba, siempre y cuando no lo viera a él. Dirigí mi mirada al living, donde estaban sentados Fer, Dan y Lucas. Claramente no había notado sus presencias hasta que Lucas habló.
Solo espero que Ian no haya llegado aún, así tendría tiempo de irme o esconderme en mi habitación. Solo necesitaba provisiones.
Terminé de bajar las escaleras y entré a la cocina.
Cuando estaba por pasar por la puerta me choqué con alguin.
Levanté la mirada y lo tenía muy cerca. Unas ganas incontrolables de besarlo se hicieron presentes, pero las eliminé enseguida.

-Cibrian-dijo serio.

-Foster- escupí.

Me miró con desprecio y salió de allí.
Entré a la cocina y no había nada.

-Encargamos pizza-dijo Fer entrando a la cocina- ¿Puedes antender tú si tocan timbre? por favor.- preguntó.

De los tres era el que me caía mejor por lo educado que era con las chicas y por lo bien que siempre me había tratado.

-Claro, Fer-dije sonriendo.

Se acercó y besó mi frente.

-Gracias enana- sonrió y se fué.

Me senté en el mueble de la sala a esperar las pizzas mientras miraba la tele, aprovechando que habían subido a jugar videojuegos.
Tenía puesta una remera larga de mi hermano, me gustaba usar la ropa de él. Eran del largo perfecto, ni muy cortas ni tampoco muy largas, justo a la mitad del muslo.

(Timbre)

Tomé el dinero de la mesa y abrí la puerta.

-¿Pizza?- dijo el repartidor.

Me miró las piernas y su sonrisa se intensificó.

-¿Vas a seguir mucho tiempo más molestando a mi novia?-preguntó Ian a mis espaldas.

-no creo que tengas a esta hermosura de mujer- dijo mirando mis piernas- Foster.

¿Estos dos se conocen? Si tengo que adivinar me gustaría decir que seguro Ian le quitó a una de sus novias o algo parecido.

- ¿qué hago para que me creas? ¿Besarla?

El chico no contestó e Ian fijó su atención en mi.
Yo si quería besarlo.
Lo miré a esos ojos celestes que tanto me encantan y  lo besé.
Puso una de sus manos en mi cadera y la otra en mi nuca para que no me separara de él.
Sabía qué iba a pasar luego del beso, nada, todo seguiría igual y mi corazón volvería a romperse en miles de pedacitos.
Me separé de él a duras penas y m quedé observándolo.
Me sonrió triste y rápidamente juntó sus labios con los mios otra vez.

-Te felicito Foster.- escupió el chico.

Me separé de él y agarré las pizzas.

-¿Cuánto es?-pregunté.

-¿Para una hermosa como tu? Nada, solo esto- y me dió un pequeño papelito.

Lo abrí y cuando lo miré otra vez me giñó un ojo y se fué en su moto.

Cerré la puerta.

-¿qué es?- preguntó.

-su número...-dije.

Lo miré y noté el enfado que tenía. Agarré el papel y lo ropí en muchos pedacitos y luego los tiré al piso.
Sonrió y se acercó a mí.

Tú no eres la segunda de nadie

Me separé rápidamente y subí las escaleras, cerré la puerta y al rato me quedé dormida.

Mi Princesa... Todo Fue Una ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora