El domingo debe ser catalogado como un día al que no se debe trabajar. Un día libre para descansar, para relajarse de la semana. Para estarse todo el día en pijama, comer, dormir y en caso de vivir con una pareja, tener sexo hasta que el cuerpo ya no lo aguante más.
Pero su vida no era normal, no era parte de la cotidianidad... Y ahora mismo a medio día de ese brillante día de domingo, luchaba por salvar su vida o morir a manos de las bandas que se enfrentaban cerca del lugar donde estaba tratando de robar junto a su amigo.
Un nuevo trabajo surgía cada día... al menos podría decir que no se aburriría de la rutina diaria.
Su cuerpo estaba cortado, su cabeza dolía, sentía como si un feroz alambre de púas le pasara por la ganta cada que respiraba, y aunque sonara en mal sentido, su cuerpo ardía... pero no como a él le gustaba.
Shisui estaba a su lado, ocultándose detrás de un auto, tratando de salir ilesos de esa contienda que no tenía nada que ver con ellos. Su único objetivo era robar esa joyería, lamentablemente escogieron el lugar y la hora equivocada para hacerlo.
Dos bandas enemigas se estaban disputando ese lugar como propiedad, y ellos estaban en medio de aquello. Trataban de defenderse, pero la munición y armas que llevaban no eran aptas para ese momento.
-¡¿No puedes moverte?!-grito Shisui hacia Sasuke que lucía bastante mal. La misión anterior fue cerca de una piscina pública, ambos cayeron en medio de un forcejeo contra un sujeto que no quería pagar lo que debía al jefe que les contrato para ese trabajo, cayeron al agua y para empeorar las cosas una llovizna acompaño su noche.
El menor de los Uchiha ya estaba entre la enfermedad debido al ridículo ejercicio de resistencia que Shisui uso en él días antes. Aquella misión termino por enfermarlo.
Sasuke la clavo los ojos con las inmensas ganas de matarlo, Itachi le insistió que no lo llevara, pero Shisui mandaba...
Su respiración dolía, estaba cansado y se mareaba con facilidad. No podía mantener su arma en alto y disparar, solo fallaba irremediablemente.
-Solo un milagro nos podría salvar...-siseo Shisui.
Y como si el mismo diablo le escuchara, una camioneta se hizo paso atropellando a cuanto individuo se le pusiera enfrente. Balas que atravesaban cabezas, y explosiones que nublaban la vista de todos por el polvo que levantaban a su paso.
Un hombre bajo de la camioneta, cabello naranja, ropa floja y un curioso tatuaje en el hombro. Ese hombre con pistola en manos se acercó hasta ellos, mismo que reconocía a Sasuke al momento de verlo.
-¿Juugo?-Hablo el Uchiha entrecerrando los ojos tratando de enfocarlo mejor, y comprobar su identidad.
-¿Otra vez por aquí?- Sonrió aquel hombre.
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-¡Esa técnica jamás falla!-dijo un chico cuyos dientes estaban afilados, como los de un tiburón. Ojos purpura y cabello blanco.- ¡Ese Kakashi!-
-Baja la voz... me duele la cabeza-regaño el morocho.
-Pudiste avisar que necesitabas ayuda-dijo Juugo.
-Toma, Sasuke, esto te ayudara a que te sientas mejor-Una chica de cabellos rojos, gafas y ojos rojos como su cabello, le tendían al moreno un vaso de agua con una aspirina.
-¿De los conoces?-dijo Shisui al verse siendo excluido de las conversaciones entre esos cuatro.
-Suigetsu... Karin... y a Juugo que ya conoces.-Presento.-Integrantes de la banda, pero de lugares diferentes, fueron mis compañeros de equipo durante su entrenamiento.- Concluyo antes de tomar la aspirina.
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Unhealing Person
FanfictionEn el mundo existe una delicada línea entre el amor y la obsesión, entre la locura y la demencia. Dos chicos quebrados hasta el alma, vacíos y llenos de dolor. Hundidos en la oscuridad, emergiendo como demonios. Dos chicos, que buscaban a dos ángele...