Mi Sol

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-¿Qué es un corazón?

Sus papás casi no estaban con él, eran empresarios, un niño poco mimado a pesar de ser hijo único, nunca tuvo amor de parte de ellos, a eso desarrolló una actitud bastante fría y rebelde. Aquel día sus papás tuvieron que ir a una junta hasta Estados Unidos pero ese no era cualquier día, era el cumpleaños de Ulquiorra, este estaba acostumbrado a que se olvidaran de el, sin embargo, nunca olvidaban su cumpleaños.
Vió como empacaban y se decidió por decirles de una vez por todas como se sentía -Yo me eh sentido sólo últimamente - Al parecer no lo habían escuchado a lo que el ojiverde gritó
-¡Los odio! ¡Quisiera que murieran! ¡Incluso si mueren no habrá diferencia para mí!- salió del cuarto corriendo y se encerró en el suyo, no sabía si estaba de acuerdo con lo último que les dijo, eso simplemente salió. Al momento tocaron a su puerta , era su mamá
-Cariño, déjame entrar, quiero hablar contigo.
Hubo silencio, él estaba muy enojado no le iba a abrir ni a responder para que sintiera como él se sentía.
Ella dejó salir un suspiro.
-¡Ulqui-chan!- Este se sorprendió bastante, le dejó los ojos con plato.
-Se que no eh sido una buena madre pero te aseguro que eso cambiará, si cerramos este negocio, tu padre y yo nos retiraremos de los negocios por un largo tiempo y así estaremos más cerca de ti. Se que hoy es tu cumpleaños, pensábamos traerte de América aquello que tanto nos has pedido así que tan sólo espera a que volvamos- y susurró - Te amo -.
Se hizo el sordo, aún así no le abrió. Observó como se iban de la casa y vió como su mamá volteó a verlo sonriéndole, algo dentro de él se sentía como "felicidad", claro que ya había sentido ese sentimiento hacía bastante tiempo, volvió a tener esperanzas en creer en la felicidad, su mamá se lo prometió después de todo.
A la mañana siguiente tocaron a su puerta.
-¿Quién es?
-Buenos días, este... No se como decirle esto, mi nombre es Aizen Sousuke, tus padres y yo somos socios y ayer no pude ir con ellos a cerrar el gran negocio que teníamos en Estados Unidos. Bueno hoy me llamaron en la madrugada, diciéndome que ellos de regreso para acá tuvieron un accidente, no puedo decirle más, tiene que venir conmigo al hospital.
Ulquiorra abrió la puerta y le siguió al hombre. Eso que sentía era ¿miedo?. Tan sólo pensaba en todo lo que les había dicho ayer, se sentía muy arrepentido, debía de creer en su mamá, esto no podía pasar.
-Al parecer el taxi en donde venían se salió de carril y se hundieron hasta el final del barranco. Lo siguiente que voy a decir es muy delicado, así que debes de ser fuerte, por teléfono me dijeron que dos personas de las tres que iban en el auto ( chofer, mamá y papá) sólo sobrevivió una-. Hubo silencio, el chico no sabía que hacer, que decir, y si ¿sólo sobrevivió el chofer? No se despidió apropiadamente de ninguno de los dos.
-Llegamos-. Bajaron del auto, el hombre juró ver a Ulquiorra temblar.
Les dijeron donde se encontraba la persona que sobrevivió al accidente, el momento de la verdad había llegado.
Abrieron la puerta y ahí estaba, era ella, tenía una venda en los ojos.
-¿Quien...es? - apenas y podía hablar.
-Mamá - El pelinegro corrió a su lado y le tomó la mano.
-¿Ulqui-chan? - Ella se puso a llorar
-Cariño, eres tu, soy muy feliz de que estés a mi lado, ¿sabes? no puedo moverme, quiero abrazarte y darte tu regalo - enserio le costaba hablar.
-No... No me lo des, no aun, ¿Por qué quieres dármelo ahora? Si volveremos a casa juntos ¿verdad?- Ella notó un poco de felicidad en lo que dijo y por ello sonrió.
-Ulqui-chan te voy a ser honesta, no siento mis piernas, nada, la mano que tomas es la única que siente, me cuesta el respirar, no se cuanto me queda de vida, se que dije que todo cambiaría pero... Tienes que ser feliz por ti, quiero que rías y juegues como antes, que hagas muchos amigos y sonrías con ellos, quiero que... Seas un gran artista, por eso te trajimos lo que anhelabas. Se que estarás sólo desde ahora porque vi a tu papá morir ante mis ojos y quiero que vivas con una buena impresión de mí así que ¡feliz cumpleaños, Cariño! - empezó a tararear la canción de feliz cumpleaños y con el último de sus alientos dijo
-Quiero que seas feliz- poco a poco la sonrisa que ella tenía se desvaneció.
Esa fue la última vez que Ulquiorra lloró. Tras el entierro se le entregó una caja que contenía dentro su regalo. Era todo lo que necesitaba para dibujar, pero no quería usarlo, ya no tenía razones para usarlo. Se fue a dormir.
En su sueño vió una mujer bastante linda, su sonrisa era, no, todo ella era como el mismo sol, el no podía hacercarse de alguna manera quería saber su nombre ¿cuál era el nombre de su sol?
-Se feliz, por el corazón, tu también tienes uno ¿no es así?- Su voz era tan delicada como si se tratara de un ángel.
-¿Qué es el corazón?- en ese momento despertó.
De alguna forma usó sus cosas de dibujo, el primer retrato que hizo fue "Su Sol"
~Después de unos 5 años~
Iba rumbo a la preparatoria y esa vez un chico le empezó a golpear porque según este, el pelinegro le había quitado a su novia.
Ulquiorra dejó que el chico le pegara hasta que dijo:
-Tu mamá a de estar decepcionada de ti , un niño mimado que no se puede defender - Ulquiorra con un golpe sacó volando al incrédulo muchacho y ya que lo acorraló en la pared empezó a golpearlo, ahí se vió reflejado lo que el ojiverde se guardó todos esos años. Debido a que el chico quedó casi inmóvil en el piso, las autoridades decidieron expulsarlo del plantel, Aizen que se hacía cargo de él estuvo de acuerdo.
Y en su primer día, sorprendentemente, encontró a su inspiración.
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Hasta aquí el capítulo, ahora si escribí xD
Espero que les haya gustado (:
PD: Betas 💖 , mis disculpas por no mandarles el cap es que xd, no quería hacerles spoilers de una parte tan importante 😍😍 pueden decírmelo por facebook 😔
Nos leemos luego!! 😊😄

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