Retomando lo de antes Leila estaba haciendo un berrinche porque no quería que lo dijera.
Sonreí con algo de maldad pero a la final me quedé callada.
Dylan quien estaba a mi lado derecho, apoyo su cabeza sobre mi hombro y mi amiga lo tomo del cabello para sacarlo de ahí.
-¡AAH, DUELE, LOCA! –Gritó exagerado por el jalón de cabello.
-No te apoyes ahí, y piensa en lo que le hiciste a ese pobre pijama. Tienes suerte de que ese pijama pueda estirarse. –Dijo entre dientes y eso último lo refunfuño.
Mire de reojo a su primo, y ese se sobaba la cabeza para luego apoyarlas sobre mis piernas. -¡Oye! –Chilló la rubia y él le hizo una señal de que dejará de molestar.
-Quiero dormir. Así que no digas nada. –Fue lo único que dijo y luego nos dedicamos a ver lo que quedaba del capítulo.
Después de cuatro capítulos, Leila ya estaba a puras lágrimas por todo lo visto. No la culpaba realmente habían momentos en que el personaje tenía y hacían llorar.
Los dos chicos terminaron quedándose dormidos, le murmuré a mi amiga que me pasara una de mis almohadas, y luego de que ya la tuve con cuidado la puse debajo de la cabeza.
Rápidamente me levanté y me estiré, la rubia hizo lo mismo y luego limpiamos, y tiramos los paquetes que quedaron vacíos.
Luego de aquello, Leila y yo bajamos hacía la sala, e inmediatamente ella evito a mi hermano.
Arqueé una ceja, siempre se saludaban pero hoy se estaban ignorando.
-Mark, ¿por qué no saludas a Leila? –Pregunté mirándolo de reojo, y él se había tensado. Después miré a la nombrada y esta estaba bastante roja.
-A-ah, hola Leila.
-H-hola, Mark. –Saludó ella como si fuera un robot.
Entrecerré la mirada mirándola, algo estaba ocurriendo y ella no me lo estaba diciendo.
De cualquier manera fui y abrí la nevera para tomar cuatro latas de gaseosa, dos de cola y dos de naranja.
Tome rápidamente del brazo a Leila y la arrastré hacía mi habitación.
O más bien la empuje.
Sea lo que sea.
Cuando llegamos Kyoung estaba mirando fijamente a Dylan, el cual dormía como si fuera un bebé.
Camine hasta el castaño y le di una de las latas de cola.
-Oh, muchas...gracias, noona. –Dijo mientras abría la lata. Le di la otra a Leila, ahora solo faltaría Dylan pero este estaba durmiendo.
Suspiré y a la lata que sobraba la deje sobre el escritorio y luego me senté en el borde de la cama, aún con mi lata en mi mano.
-¿No la beberás? –Preguntó Leila.
-Creo que me estoy arrepintiendo, está demasiado fría. –Solté una grosería en mi mente por aquella estúpida excusa para alguien que no podía abrir una lata sin romperla.
Vaya que si era patética.
Mi amiga quiso tomar mi lata pero su primo fue rápido y lo hizo. La abrió y luego me la devolvió.
-. . . ¿Cuándo? gracias. –Logré decir mientras lo miraba mientras que él frotaba sus ojos.
-Noona, si no podías me tendrías que haber dicho a mí. –Chilló.
ESTÁS LEYENDO
Flower boy next door.
FanfictionAhí estaba yo, observándole como siempre. Cada mañana viendo cómo se levanta y corre las cortinas. Debía admitirlo, su cabello rojizo era demasiado lindo sobre todo de esa manera desordenada, se veía... sexy.