Capítulo 10

64 2 0
                                    

Cuando me desperté, inmediatamente tome mi móvil para ver la hora.

Iba 10 minutos tarde.

Rápidamente me levante y guarde todo en mi bolso.

¡Me quede dormida e iba tarde! Oh dios, iba a morir en este momento.

Inmediatamente después de guardar todo, fui hacía el baño para darme una ducha y despabilarme.


20 minutos más tarde ya estaba corriendo hacia la puerta del instituto, apenas tome una respiración y sin evitarlo entre de un golpe al salón.

Me quede helada al darme cuenta de que todos se quedaron mirándome como si fuera alguna extraña cosa.

Vi a Leila levantarse de su lugar y cuando vino hacía a mí me tomo del brazo arrastrándome hacia nuestro lugar.

-Has llegado tarde, tienes suerte de que el profesor haya faltado. –Dijo mientras murmuraba y me hacía sentar en mi lugar de un solo golpe.

-Me quede dormida mientras terminaba lo que me quedaba de tarea. –Repliqué e intente acomodar un poco mi cabello. Leila a los segundos saco unas gomitas de cabello y empezó hacerme un par de trenzas para ordenar un poco mi cabello.

-Entonces... ahora somos parientes. –Murmuró y solamente suspiré. –Bromeo, aunque es cierto, ten cuidado con él.

-¿Por qué?

-Puede que alguna loca lo esté siguiendo.

-Él dijo que nadie se enteraría.

-No digo que vaya hablar de ustedes, si no, que hay cosas que se escapan, y lo sabes.

-Sí, sé eso.

La rubia suspiró. –Solo ten cuidado, no es malo, pero es muy idiota.

-Creo que ya me di cuenta de eso.

-Pero también es un dulce. –Añadió ella con una risita.

Levemente sonreí algo avergonzada y luego mire el colgante de estrella que estaba en mi móvil.

Era bonito, claro que la pulsera también lo era, pero si no quería que me la quitaran la escondí estirando un poco más de mi suéter hasta las manos.

-¡Listo! –Exclamó la de ojos verdes. –Ya he terminado.

-Te lo agradezco. –Dije mientras guardaba el aparato en mi bolso y luego toque ambas trenzas.

Ella sonrió y a los segundos entro Luke.

Hice una mueca de fastidio disimulada. Definitivamente creó que al final me voy a terminar durmiendo.

Era claro que cada vez que el profesor seguía hablando de las funciones trigonométricas mis parpados pesaban, y cada vez pesaban más.

Hasta que en algún momento me acomode en mi lugar y me quede dormida.

-¡Señorita Geum! –Me llamo exaltado mientras que yo me despertaba asustada.

-¡Lo siento! –Dije limpiando el pequeño hilo de saliva que había quedado en mi rostro.

-Realmente no quería hacerlo pero, al salón de castigo. –Sentenció.

-P-pero, realmente no sé dónde queda. –Lo miré preocupada.

-Sube las escaleras, a la derecha.

Suspiré derrotada y baje mi cabeza mientras guardaba mis cosas, para ir hacía dicha sala.

Flower boy next door.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora