Caminaron durante unas dos o tres horas. Comenzaron a preocuparse cuando notaron que el Sol empezaba a ocultarse. El encuentro con monstruos Seru era paulatino, todo parecía indicar que de un momento a otro llegarían a las puertas del monasterio. —Vahn, allí es ¿Verdad?— la ansiedad de Noa era una característica notable en la muchacha. No paraba de agitar la mano en dirección a la zona montañosa, donde claramente se veía una fracción distinta al resto. —Sí, supongo que esa es la entrada al monasterio. Eschuché que estaba algo escondida— contestó de inmediato a su compañera. Se acercaron con cautela, hasta que finalmente corroboraron que lo fuera. —Entraré yo primero— dijo Vahn, ordenando a su compañera ir detrás de él. Era un pasillo bien diseñado, si de verdad el monasterio estaba entre las montañas, una vez dentro de aquel sendero, era fácil deducir que el camino era el correcto. Llegaron hasta una habitación más amplia y se detuvieron allí.
—Este lugar es extraño, la Neblina está por todas partes— expresó Noa arrugando la frente.
—Así es. Todo parece indicar que el monasterio también fue alcanzado por ella— la decepción de Vahn se veía reflejada en la cara.
—Vahn, puedo sentir la presencia de personas tras aquella puerta— el aura roja lo cubrió cuando Meta le habló directamente a su consciencia.
—Terra dice lo mismo Vahn.— agregó Noa que brillaba con un color verde tenue. Quedaba claro que sólo ellos podían escuchar y sentir a los Ra-Seru.
—Está bien, entonces hay que abrir esa puerta. — Vahn buscó la puerta, pero al encontrarla se dio cuenta que estaba cerrada. —¿Y ahora qué? —dijo para sí mismo.
—Aquí en el suelo, creo que hay algo raro.— Noa permanecía agachada mirando y palpando la parte que se diferenciaba del resto.
—¿Qué se supone que es?— dijo corroborando el mismo. Notó unas rejas. Aparentemente eran unas rejillas importantes. —Es como si hubieran ventiladores en el suelo.— aclaró.
—¿Qué es esto? — Noa no sólo cuestionaba sobre el artefacto, sino que también accionó lo que parecía ser una palanca. Un ruido se escuchó, Vanh sintió cómo el aire bajo sus pies comenzaba a agitarse, tanto que lo empujó. —¡Mira Vahn la Neblina se va!— exclamó Noa. El ruido mecánico no impidió que escucharan el sonido del pestillo cediendo, la puerta estaba abierta.
—¡¿Quiénes son ustedes?!— el monje había llegado demasiado rápido corriendo a través del pasillo. La postura de pelea era perfecta, tanto Noa como Vahn, quedaron paralizados.
—Tranquilo. No somos enemigos— el aldeano de Rim Elm habló pausado y con templanza. Sin embargo, el monje no desistía.
—¡Eso que tienes en el brazo, no me dice lo mismo! — la desconfianza se apoderaba del aprendiz de Biron.
—Somos inofensivos. Observa con mayor detenimiento, no te estamos atacando y no estamos alzando armas frente a ti tampoco.— palabras sinceras que bastaron para que el monje bajara la guardia.
—Vine lo más rápido que pude cuando escuché que se encendió el repelente de Neblina. Normalmente son Seru que logran encontrar la palanca. No esperaba encontrarme con humanos. — aseguró.
—Bueno creo que eso nos deja más tranquilos a todos ¿Podemos pasar?— Vahn lo dijo de manera amable, pero ciertamente incómodo al guardián del Monasterio.
—¡Por supuesto! Perdonen lo de hace un momento. Adelante viajeros... — otro giro a favor de los aventureros. Ahora restaba conocer a los demás que se encontraban dentro.
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La Leyenda de Legaia
FanfictionBásicamente es un Fanfic del juego de rol, Legend of Legaia por las productoras PROKION y Contrail. Trataré de seguir fielmente la historia original, pero no podré evitar dar mi pequeño toque personal, debido a que soy novelista de profesión. Espero...