Capítulo IV: ¡Viva los Héroes Ra-Seru!

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En el castillo Drake el desconcierto y la alegría iban de la mano. Recientemente habían despertado de su sueño, la pesadilla que trajo la Neblina se disipó cuando el resplandor del Árbol Génesis de la Montaña Rikuroa renació. Ahora los causantes del milagro, debían regresar al castillo sin saber si la situación habría de cambiar a su favor. Cuando entraron y comenzaron a descender por las escaras que los llevaría a la entrada principal del castillo. Noa se acobardó retrocediendo algunos pasos.

—¿Qué te sucede?— le preguntó su nuevo compañero, notó que estaba tensa, la muchacha se contenía incluso para hablarle, hasta que finalmente soltó unas palabras

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—¿Qué te sucede?— le preguntó su nuevo compañero, notó que estaba tensa, la muchacha se contenía incluso para hablarle, hasta que finalmente soltó unas palabras.

—Escucho demasiado ruido detrás de la puerta... muchas personas.— temblaba mientras hablaba, realmente parecía estar preocupada. Vahn sonrío, su risa liberó algo de la tensión que tenía.

—Es cierto. Olvidé que no tratas con gente desde que naciste. Pues bien, a partir de ahora conocerás mucha gente, así que trata de estarte preparada para ello.— la determinación de su compañero hizo que se sintiera relajada.

—Está bien Vahn, así lo haré, siempre que tú estés conmigo.— bajaron los últimos peldaños para que las puertas se abrieran automáticamente. Estaba claro que se trataba de los habitantes del castillo Drake, donde los guardias al verlos, levantaron la gran reja. Junto a los soldados, había un hombre de porte imponente, podría tratarse de nada más ni nada menos que del Rey Drake.

—¡Bienvenidos héroes! ¡¿Por qué eso son verdad?! Vienen del camino a la Montaña Rikuroa, estoy seguro que se trata de ustedes.— demasiado entusiasta y buen entendedor, aun así, el joven muchacho de Rim Elm, se sintió en la obligación de contestar.

—Así es, somos nosotros. Hemos revivido el Árbol Génesis y por suerte ha servido de mucho.— una respuesta sincera y directa.

—¡Por supuesto! Ha sido de gran ayuda ¿Llevan unos Seru en sus brazos?— el Rey Drake lo notó al instante, esas criaturas inertes adheridas a sus cuerpos. Vahn asintió con la cabeza. Sin embargo, Noa observaba con atención al Rey. —¿Qué es lo que sucede señorita?— cuestionó amablemente.

—¿Qué es eso que tiene debajo de la nariz?— claramente se trataba de una pregunta ignorante

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—¿Qué es eso que tiene debajo de la nariz?— claramente se trataba de una pregunta ignorante. Noa miraba asombrada, pero en realidad sus palabras eran tan sinceras que por un momento asustó a Drake. Cuando pudo tomar coraje para contestar arrojó una carcajada, entendiendo así, que la jovencita no tenía malas intenciones con la pregunta.

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