Capitulo: 9

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Desperté.

-Hola-dijo una voz en la obscuridad

-¿Hola?

-¿Cómo dormiste?-reconocí la voz de Ryan

-Bien, gracias.

-Te vez muy linda durmiendo ¿sabes?

-Jaja claro-dije sarcasticamente

-Lo digo en serio, sonaba tu respiración tan tranquila, que me hacía sentir tan bien conmigo mismo

-Vaya. Siempre encuentras las palabras correctas para hacer sentir bien a alguien-suspire

-Creo que eres con la única con la que hablo así

-Ya encontrarás a alguien más, te lo prometo

-¿Qué pasa si no quiero conocer a nadie más?

-¿A qué te refieres?

-Qué pasa si contigo me basta, no quiero a nadie más-mi respiración se aceleró

-Se te pasará, tenlo por seguro-tome mis cosas y salí de su casa lo mas rápido que pude. Corrí por las calles hasta llegar a mi casa, al entrar vi que estaba mi madre sentada en el sofá.

-Hola-dije

-¿Dónde estabas?

-Salí a estudiar con unos amigos

-Ah okey-dijo mientras miraba su teléfono

-Y ¿qué haces aquí?

-Pensé que ésta era mi casa

-No me refería...-me interrumpio

-Mejor vete a tu cuarto ¿vale? No quiero discutir, suficiente tengo con mi trabajo-subí a mi cuarto irritada y al llegar a mi cuarto cerré la puerta y me tiré sobre mi cama; saqué una hoja de papel y un bolígrafo, me senté en mi escritorio y comencé a escribir.

"Estoy en mi cuarto.
Hay hojas y bolígrafos sobre mi escritorio, estoy a punto de tomar una decisión radical sobre mi vida. Hay lágrimas sobre las hojas.
Empiezo a desesperarme no sé que hacer, estoy aburrida de ésto.
Sólo, sólo quiero dejarlo, a veces ya no encuentro sentido a nada.
Mi mente está muy ruidosa hoy más de lo normal, esto... me desespera, siento que voy a explotar y lo haré. Sólo quiero silencio por un momento.
No lo soporto, sólo no lo soporto.
Perdón.
Los quiere Sophie"

Tomé un sobre de mi cajon de papeles y guardé la carta poniendo el sello de mi nombre en ella, la cerré y la puse en mi escritorio. Tomé mi maleta y comencé a guardar toda mi ropa, mi diario, mis tenis, libros y hasta ese día tenía 1.503 dólares, lo cual ocuparía para mi viaje.

{...}

Una vez que mi madre se fue de casa, salí y tomé el primer autobús con un destino desconocido. Sólo quería irme y hoy por fin lo haría.

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