-Espera... ¿Qué!-grite al darme cuenta de lo que había sucedido.
-David ¿Dónde las has encontrado?-me pregunto algo preocupada.
-Bueno... es una larga historia.- le respondí.
-¿Cómo que una larga historia?- me preguntó en busca de una explicación.
-Creo que tu y yo... ya sabes.-le respondí con un segundo significado.
-Pero...¿Cómo?- me preguntó.
-Te acuerdas de la chica que nos presentó Ben, no era trigo limpio. Me ofreció una bebida, y me drogó.
-Ahora que lo dices, yo también recuerdo haber tomado un ron cola que me dio.
-Entonces...¿Qué!- dije dándome cuenta de la situación.
-Eso parece...- dijo bastante tranquila.
-Así que hemos...-le respondí.
-Pues todo indica que si, no pasa nada.- dijo sin perder la calma.
-A ver... algo, si pasa.-dije algo más nervioso que ella.
-Íbamos drogados, ni siquiera me acuerdo.-respondió. Joder, pensé, ni siquiera me había dado cuenta de eso ¿Y si me había hecho adicto a aquella droga? ¿Y si había dejado embarazada a Jess? En ese momento, mi cara cambio y al parecer Jess se dio cuenta.
-Eh, no pasa nada, será... Nuestro secretillo.- dijo para intentar calmarme.
-No es por eso...- le respondí igual de preocupado.
-Espera, no me digas que no llevabas protección, David, te mato ¡Te mato!- alegó mientras se iba poniendo más nerviosa poco a poco.
-¡Yo que se,tú lo has dicho, íbamos drogados!- dije intentando quitarme algo de culpa.
-A ver... vamos a calmarnos.- dijo intentando relajarse ella misma.
-No se, no venden test por aquí cerca, antes de nada vamos a asegurarnos.-añadí.
-No, lo más cercano está a unas 20 millas, pero creo que mañana podría conseguir uno...- me respondió.
-¿Mañana! ¡No puedo esperar hasta mañana, me voy a morir de nervios!
-Pues es lo que hay...
-¿Y no puedes conseguir uno antes?- le pregunte con la esperanza que su respuesta me calmará un poco.
-Pues claro que no.-respondió de manera directa.
-Joder... ¿Y que vamos a hacer?- le pregunte.
-Pues esperar ¿Estas seguro de que tu y yo...?-me preguntó conociendo ya la respuesta.
-Claro, me levante en una cama, sin ropa interior y al lado de tus bragas¿Tú que crees?-le pregunte con un tono de ironía que saltaba a la vista.
-Vale, calmate, solo quería asegurarme...
-Lo siento, estoy un poco nervioso...- dije a modo de disculpa.
-Te comprendo, yo no quiero ser madre...
-A ver, yo si quiero, pero no ahora...- respondí dejando ver mi lado más tierno.
-Yo nunca, odio a esos pequeños demonios.- respondió Jess.
-¿Por qué?- le pregunte de manera inocente.
-No se... supongo que no tuve la mejor infancia...- respondió mientras poco a poco volvían a su memoria algunos recuerdos.
-Joder... nunca pensé que tu hubieras pasado una infancia dura.
-Pues si, pero no quiero hablar más de eso.- respondió Jess de manera tajante.
-Pero... supongo que eso te habrá hecho ser quien eres... piensa que no tendrías ese carácter, ni seria esta gran chica que eres si no hubieses vivido lo que has vivido, acaso, la personalidad no es más que el conjunto de experiencias que se han vivido.- añadí de manera filosófica.
-Joder, nunca lo había visto así, hasta me has hecho olvidarme de lo del embarazo...
-Joder, pero no me lo recuerdes...- dije volviendo a la realidad.
-Bueno, me tengo que ir a quedar con mi amiga, para que me lleve mañana... Adios.- dijo a manera de despedida.
-Adiós.- Y desapareció de la habitación en pocos segundos. Al pasar unos pocos minutos comenzó a sonar mi teléfono, eran Antonio y Ana.
-¡Buenas!-dijo Ana con su sonrisa ya característica.
-¡Hola, chicos!- dije aun recomponiendome de mi conversación con Jess.
-Se te ve nervioso ¿Qué te pasa?-pregunto Antonio.
-Pufff, mañana me dan las notas de un "examen" muy importante.- respondí.
-¿De qué?- pregunto de nuevo Antonio.
-Bueno... de pedagogía...- respondí rápidamente.
-¿Pedagogía? ¿En periodismo?- pregunto algo extrañado.
-Bueno... es una larga historia...- respondí.
-Deja tranquilo al pobre...- añadió Ana.
-Callate, tonta...- le respondió, y empezarán a discutir como siempre, bueno aunque esta vez era como más suave, las palabras eran menos fuertes...
-Chicos, aquí pasa algo raro ¿No?-pregunte extrañado.
-¿Se lo contamos?- pregunto Antonio a Ana.
-Claro, tiene que saberlo.- le respondió.
-Espera... ¿Qué?.- pregunte descolocado.
-Ana y yo... estamos saliendo.- dijo Antonio mientras cogia de la mano a Ana.
-¿Qué! ¡No me digas!- dije sin poder creer lo que acaba de oír, aquellos chicos que habían estado toda la vida peleándose, estaban saliendo juntos.
-Bueno... ¿Qué opinas?- pregunto Ana algo tímida.
-Por mi genial, tenéis mi bendición ¿Por qué no me lo habíais dicho antes?- pregunte extrañado.
-No sabíamos como te lo ibas a tomar... Con todos los problemas que llevabas por allí...- respondió Ana.
-Por aquí ya va todo bien -en realidad todo lo contrario- no os preocupéis por mi... Y decidme ¿Cuanto lleváis juntos parejita?
-Un par de semanas.- respondió Antonio.
-Estábamos aquí solos, quedando juntos, y como dicen, el roce...
-Hace el cariño.- finalizó Antonio.
-Acho, que cursis, ya hasta os acabáis vuestras frases.- dije intentando chinchar a Antonio.
-No me seas cabrón David...- dijo Antonio.
-¡Adiós, parejita!-dije a modo de despedida.
-¡Adiós! - respondierón al unísono.Y volví a pensar en todo lo que me rovoloteaba sobre la mente, lo del test, y ¿Por qué no habían vuelto aún Ben y Carmelo?