Volví a la habitación, Ben y Carmelo seguían durmiendo, estaba muy cansado, ya era muy tarde, pero lo que había sucedido, más bien visto, me tenía totalmente anonadado, ¿como Sophie había permitido eso?¿Y por qué pensaba que la protegía? No lo sabia, pero el cansancio me hizo dormirme rápidamente.
El partido fue bastante bien, no fue de los mejores, pero jugué muy bien, me entraron los tiros, y Carmelo y Ben se compenetrarón muy bien.
Volvimos a la habitación charlando sobre el partido hasta que entramos.
-Ahora que estamos solos ¿A donde fuiste ayer por la noche?- pregunto Ben.
-Eh... ¿Ayer? Tenia calor y me fui a darme una vuelta.- respondí de manera no muy convincente.
-Esta vez es en serio, tienes que aprender a mentir, hasta yo te he cazado.- añadió Carmelo.
-Tio, en nosotros puedes confiar ¿Qué pasó ayer?- me volvió a preguntar Ben.
-Vale...- y me dispuse a contarle la historia, pero elimine lo de las marcas en su mejilla, no sabia como iban a reaccionar, así que no quise arriesgarme, ya estábamos en muchos líos como que para ahora se reivindicasen contra Ryan.
-Joder... Que putada...- dijo Ben.
-Pero ¿Qué puedo hacer?- les pregunte.
-Necesitamos al resto del grupo.- alegó Carmelo.
-Pues... llamalos.- le dije metiendole prisa. Estuvimos un buen rato pensando sin apenas hablar, hasta que el ruido de la puerta interrumpió el silencio.
-¡Hola chicos!- dijo Amanda sonriente mientras pasaba.
-¿Qué ha pasado chicos?¿Por qué nos habéis llamado?- pregunto Jess.
-Bueno...- y les conté toda la historia.- ¿Qué creéis?
-Uffff ¿Qué has pensado tú?- pregunto Amanda.
-Nada, ese es el problema.- le respondí.
-Oye, yo tengo algún contacto...-dijo Carmelo con un segundo sentido.
-No, Carmelo, no vamos a matar a Ryan.- dije conociendo el segundo significado que Carmelo le había dado a la frase.
-Yo me refería a que mis animadoras le humillaran...- se explicó Carmelo.
-¿Qué dices?- dije mientras se me escapaba una sonrisa, la verdad es que lo necesitaba.
-Venga ahora en serio ¿Ideas?- pregunto Jess.
-Bueno lo del asesinato no era mala idea.- añadió Carmelo.
-Okey, a partir de ahora, Carmelo ya no da ideas ¿vale?- pregunto Jess.
-Okey- respondimos al unísono.
-¿Oye! Stop bullyng.- dijo Carmelo.
-Hey, no dicen que un clavo saca a otro clavo.- añadió Ben.
-Si, pero... ¿Cómo le encontramos otro clavo?- pregunto Amanda.
-Fácil, salgamos de fiesta.- respondio rápidamente Ben.
- ¡Dios, por una vez has dicho algo inteligente!- exclamó Jess.
-Gracias... ¿Oye!- se quejo Ben al darse cuenta de aquel insulto enmascarado.
-Ahí tiene razón cariño, pensar no es lo tuyo.- dijo e inmediatamente Jess le chocó la mano.
-¿Amanda!- exclamó Ben.
-Tranquilos, lo importante es ¿Donde vamos a ir de fiesta?¿A la fraternidad Beta?- pregunto Carmelo.
-A la fraternidad beta.- respondió Ben con mucha seguridad.
¿Qué pasa con la fraternidad beta?- pregunte ingenuamente.
-¿No sabes que es la fraternidad beta!- pregunto sorprendidó Carmelo.
-No, por eso lo pregunto.- le respondí calmado.
-Es la mejor fraternidad de todas, van las chicas más populares y los chicos más queridos de la uní, y se dice que hay más de 14 habitaciones para hacer... ya tu sabes...- dijo Carmelo entusiasmado.
-Si, con lo poco que llevo aquí ya je estado un par de veces en esas camas...- dijo Ben con algo de chulería, hasta que vio la mirada de Amanda, que como dice el refrán, si las miradas mataran...
- Aunque... ya no me interesa porque te tengo a ti.- dijo mirando a Amanda.
-Uuuuh, alguien si que no va a ir a la cama con nadie está noche...- dijo Jess mientras se descojonaba.
-Amanda... que yo solo tengo ojos para ti...- le dijo haciéndole la pelota.
-Buah, ya la has cagao.- añadí yo.
-Solo tendrás ojos para mi, pero bien que para otras cosas...-dijo Amanda recriminadole algo que los demás sobrentendimos.
-No te cabrees Amanda.- le dijo Ben.
-Tranqui, ya te conozco, claro que no me cabreo.- le respondió Amanda.
-¡Dios, por eso te quiero tanto!- dijo Ben mientras se acercaba para darle un beso.
-Buagh, iros a un hotel pijo.- dijo Carmelo.
-Joder, ahora que me estaba entreteniendo con la disputa.- dijo Jess.
-Bueno, chicos, y si es una fraternidad tan exclusiva ¿Cómo vamos a entrar?-pregunté.
-Es verdad, Ben ¿Cómo vamos a entrar?- pregunto Carmelo.
-Digamos, que el dueño me debe una.- añadió Ben.
-¿Cómo que te debe una?- pregunto Amanda.
-Bueno, el dueño era amigo de ni hermano mayor que vino aquí hace cuatro años, y digamos que salve a ambos de la policía, no puedo deciros más, pues os metería en un lio.- respondio Ben.
-Okey...- respondí extrañado.
-Entonces lo de la fiesta ¿Solucionado?- pregunto Amanda.
-Si.- respondio Ben.
-Y ¿Cuándo es?- pregunto Jess.
-Esta noche.
-¡Dios, tengo que buscar algo que ponerme!- dijo Amanda algo nerviosa.
-Tranquila chica, yo te ayudo.- le dijo Jess.
-¡Adiós chicos!- dijeron ambas a la vez.
-¡Adiós!- nos despedimos nosotros.