La mujer de mi vida

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Lenni se despertó muy temprano a pesar de su trasnochada, pues quería despedirse de los viajeros que partirían de vuelta a su época. Sin embargo no todos estaban dispuestos a volver a su época, Thranduil no había dormido después de ver a esa joven.

- Los extrañare mucho, vengan a visitarnos de vez en cuando – les dijo Lenni al verlos listos para partir.

- Yo me quedo – dijo Thranduil en tono serio

- ¿Padre? – dijo Legolas

Todos se sorprendieron, pues él era el más interesado en regresar a su época.

- ¿Lo dice en serio? – dijo algo emocionado Lenni

Thranduil movió la cabeza diciendo que si.

- ¿Pero padre?

- Quiero quedarme más tiempo – dijo sin cambiar su tono serio

- En ese caso, yo también me quedaré – dijo Legolas

Tauriel también se quedó, Killi no quería dejarla así que decidió quedarse, eso hizo que todos se
quedaran más tiempo.

- Leonard necesito hablar contigo a solas – le pidió Thranduil

- Claro su majestad, venga conmigo.

Lenni lo llevó a un lugar que él llamaba “el cuarto de sueños” pues allí solía trabajar sin ser
molestado por nadie.

- Aquí podemos hablar.

Thranduil observaba la habitación, tenía imágenes de personas desconocidas en la pared, dibujos, algunas flores, muchos lápices de colores, entre otras cosas.

- Dígame, ¿ocurre algo malo? – dijo Lenni algo desconcertado

- No, Leonard… necesito que me cuentes sobre la joven que estaba anoche contigo.

- ¿Se refiere a Kate?

- No, me refiero a la joven que llegó más tarde ¿Quién es ella?

- Supongo que habla de Kimberly. Fue la última en llegar.

- ¿Kimberly? ¿ese es su nombre?

- Sí, ella vive al otro lado de la calle. Es una chica muy linda, es mi mejor amiga.

- Leornad, necesito verla otra vez.

- Por favor no me llame Leonard, dígame Lenni como los demás ¿puedo preguntarle porque quiere verla?

- Me recordó a una persona, pero no estoy completamente seguro, por eso necesito verla de nuevo.

- Está bien, le diré que venga a verme.

- Gracias Lenni.

Kimberly estaba sola en su habitación, se peinaba el cabello varias veces, perdida en sus
pensamientos.

- Loki, Loki, Loki, Loki ¡Loki! Por qué tuve que conocerlo, si esto iba a ser tan difícil… mejor no lo hubiera conocido, pero quiero verlo, una vez más, deseo verlo.

Kimberly lloraba al ver que su amor no era más que una triste ilusión. De repente sonó el teléfono, se secó las lágrimas de los ojos, y contesto normalmente, era Lenni, la invito a su casa como había dicho, ella acepto ir, más que nada necesitaba tener la mente ocupada.

Todos los enanos y elfos, junto con los amigos de Lenni de la noche anterior habían hecho un día de campo en el jardín que daba al bosque justo en frente de la gran alcoba. Thranduil estaba arriba pues esperaba a Lenni. Al llegar Kim, Lenni la llevó a la casa grande junto a la alcoba con la excusa de su opinión sobre el paisaje.

Al entrar, Thranduil se sorprendió mucho al verla dejando caer las lágrimas, no podía creer lo que estaba frente a él, era ella, no había duda, era su amada Fairiel. Él estaba conmocionado, no tenía palabras, Kim no entendió el porque aquel joven lloraba, solo se quedó mirándolo.

- ¿Le ocurre algo? – le pregunto dulcemente

Thranduil le sonrió, no pudo contenerse más, y se dirigió a ella, le dio un abrazo como si hacía mucho tiempo que no la veía, mientras le susurraba.

- Volviste – Thranduil le sujeto la cara con sus manos, sus ojos estaban llenos de lágrimas y
continuo diciéndole – no sabes cuanta falta me has hecho.

Diciendo esto último la volvió a abrazar, Kim no entendía lo que pasaba.

Sentimientos que TrasciendenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora