Después de unos días ya nos habíamos recuperado, José ya podía caminar así que nos dispusimos a irnos, nos despedimos de Alexandra y todos sus pacientes, noté cierta afinidad entre Alexandra y José pero no le presté mucha atención.
Duramos todo el día caminando ya se hacía de noche y le dije a José -Bueno. A partir de ahora seguirás solo hasta la comunidad ¿vale? De aquí en adelante es en línea recta.
–Pero... ¿cómo así? ¿A dónde vas? ¿Por qué me dejaras solo? No puedo...
Cuando lo interrumpí –Claro que puedes, me has demostrado lo valiente y fuerte que eres, sino fuera por ti, probablemente estaría muerto, tengo que resolver algo, pronto me reuniré con ustedes ¿vale?
Sin decir más me retiré y José con dudas hizo lo mismo, tenía que confirmar si lo que me dijo Finnick era cierto, si mi hermano aún seguía con vida.
Encontré el lago que me había dicho Finnick, pero no veía ningún barco, cuando a lo lejos me percaté de un barco, saqué mis binoculares; Era uno fuertemente vigilado con guardias en él y con pequeñas lanchas a los costados, se veía convincente.
Dejé mis cosas, solo llevaba mi espada.
Empecé a nadar cautelosamente hacia el barco, era oscuro y había niebla, me monté en una de las lanchas que vigilaban y de manera silenciosa dejé inconscientes a los guardias, noté que solo había 4 dentro del pequeño barco de madera; El mismo tenía una enorme jaula de madera igual, no se veía lo que había dentro, solo tenía unos pequeños orificios para respirar.
Con la lancha me acerqué al barco y me monté sin que me notaran, uno estaba de espaldas así que lo tomé por la espalda y lo lancé al agua, eso alertó a los demás, desenvainé mi espada y acabé con ellos rápidamente, me pareció muy fácil, no había más guardias, el barco se movía gracias a la corriente, con mi espada rompí el candado y abrí la puerta lentamente, al abrirla se abalanzó sobre mí un sujeto con una daga que me tumbó al suelo gritándome – ¡Te matare! ¡Los matare a todos!
Me empezó a lanzar puñaladas, logré sacármelo de encima – ¿Que rayos te pasa? -Le grité. Desenvainé mi espada, chocamos espada y daga, pero cuando le iba a dar la segunda estocada, en un abrir y cerrar de ojos, logró desarmarme con sus manos y amenazarme en el cuello con su daga – ¿Quién eres? Respóndeme o te mato.
Él era un sujeto de piel morena, cabello negro corto, estaba muy delgado y su cuerpo muy deteriorado –Mi nombre es Leonard, vine a buscar a mi hermano...
El loco se quedó todo un minuto en silencio, dejó caer su daga y empezó a llorar – ¿Leonard? ¿Leonard? ¿Eres tu hermano?
– ¿Daniel? - Antes de que pudiera decir algo me abrazó, lo abracé muy fuerte, se me aguaron los ojos, nos separamos y me dijo –No puedo creer que seas tu hermano, llevo casi un año buscándote y mírate, tú me encontraste, no puedo creerlo ¡estas vivo!
–Yo hasta hace poco sabía que tenía un hermano, pero no recuerdo mucho de lo que paso antes -Respondí
–Tranquilo es normal, cuando estas en un laboratorio... Esos desgraciados.
–Y... ¿dime que pasó? ¿Qué pasó con nuestro padre?
Agachó la cabeza y me dijo –No sé si está vivo ¿hasta dónde te sabes la historia?
-Bueno, Sara me contó hasta cuando me golpearon y Finnick te disparó.
–Esos dos desgraciados, ella fue la que te golpeó.
Me quedé helado por unos instantes –Sara siempre trabajó para Lilly y su gente, estaba contigo solo para acercarse a papa, quien estaba muy cerca de descubrir que sucedía con muchas desapariciones en la ciudad, cosa que no le convenía a Lilly y a su séquito de gente.
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Las Tres Guerras: Luz
Science FictionLas Tres Guerras: Luz, Narra la historia de Leonard, un chico que despierta en un laboratorio donde hacían experimentos con el. Al poder escapar descubre que no es como las personas normales, sino que esta encogido a un tamaño muy pequeño, todas las...