Capítulo 18: Esperanza

269 22 10
                                    



Como podían atendían a Leonard y a Finnick. Había confusión.

Walter no lo había logrado, esos disparos habían sido mortales, todos los que quedaban se encontraban en la sala del trono sin saber que hacer, luego por la radio Antonio les habló -Chicos ¿hay alguien ahí? ¿Me escuchan? Cambio.

-Si aquí Nick. ¿Cuál es tu situación allá? Cambio.

-Bueno. Lilly R. ha muerto, según Alberto se inyectó un suero de crecimiento de color amarillo, pero su corazón no lo soportó y le dio un paro, pero eso no es lo más grave, al parecer su asistente Samanta, se llevó todos los sueros restantes y desapareció. Cambio.

-Acá logramos vencer a 3 de las 4 gigantes, una escapo y sorpresivamente de la nada apareció otra gigante. Cambio.

-Bueno. Terminaremos de buscar por acá algo útil y regresaremos a la capital, creo que ganamos ¿no? Cambio.

-Si... eso creo. Cambio.

- ¿Por qué esto no se siente como una victoria? -Dijo Alejandro un poco molesto.

A lo que José opinó -No sé por qué, pero tengo un mal presentimiento.

No tardó para que dicho presentimiento se hiciera realidad, puesto que enseguida se escucharon unos temblores como ningún otro. Nick tomó sus binoculares y lo que veía no lo podía creer. En medio de la ciudad se encontraban dos gigantes más altas que los edificios, eran Aleska y Sofía quienes destruían la ciudad.

-No puedo creerlo, ambas usaron el suero de crecimiento en ellas, su tamaño es impresionante. -Dijo un anonadado Nick.

En eso se escuchó la radio -Dime que no ves lo mismo que yo. Cambio. -Dijo Antonio.

-Me temo que si Antonio...

A todos los presentes los dejó perplejos lo que veían, pensaban - ¿Qué podemos hacer? Si antes no había oportunidad ahora menos.

La mayoría agachó la cabeza con una energiza de desesperanza, pero ¿Que podían hacer? Ellos eran casi miscroscopicos comparado con ellas.

De la nada Alejandro sacó su arma, se dispuso a salir de la sala del trono y José le preguntó - ¿A dónde vas?

-Pues no me puedo quedar aquí cruzado de brazos, Leonard no me lo perdonaría...

Esas palabras paralizaron a todos, Elizabeth se levantó, tomó su arco y se dispuso a acompañar a Alejandro, cuando de la nada apareció un Ramsés ayudando a Edward a caminar, todos se quedaron sorprendidos, Edward solo mostró una sonrisa de confianza, a lo que un dudoso José dijo -Vale, llegaremos y ¿qué haremos frente a ellas? Saben, hay un ejército, que se encargara.

-No lo lograran, no saben luchar contra ese tipo de amenazas, nosotros sí. -Dijo Ramsés interrumpiendo.

El mismo se acercó a donde se encontraba Leonard y dijo -Tienen razón en dudar, puesto que la cosa... no se ve fácil, pero... Leonard no dudaría en ir allá e intentarlo y nos diría algo como "Tranquilos que todo saldrá bien".

-Con su estúpida sonrisa... -Susurró Elizabeth.

Ramsés se dio media vuelta y una voz interrumpió su paso -Tienes razón, el ya estuviera allá, ingeniándoselas para luchas contra esos monstros, pero él no iría allá sin un plan.

Un aún consciente Finnick acotó -pero... si hay manera de luchar contra ellas y Leonard ya se había hecho la idea, Ven esa inyectadora que tiene Ashley en la mano (La que soltó Sofía al sufrir su transformación) Según veo tiene la mitad, eso alcanza para uno de nosotros y cada una de ellas, trajo una, su plan era que fueran las 5, pero detuvieron a 3 aquí, por esa razón Leonard decidió que lucháramos aquí, porque sabría que aquí retendríamos a la mayoría, y... ese ejército no tendrá oportunidad contra esas gigantes, están bien entrenadas... -Empezó a toser de dolor -La única manera de combatirlas es con gigantes... -Continúo tosiendo.

Las Tres Guerras: LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora