Capítulo 15: Paz

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De repente desperté y fui a ver a Ashley. Seguía durmiendo, pero tenía algo que parecían pesadillas, no paraba de gritar, no hallábamos la manera de ayudarla, nos encontrábamos en la comunidad, no se podía hacer nada, solo esperar a que despertara.

Al cabo de un rato ella logró despertar gritando – ¡No!

Estaba sudando y su corazón latía muy rápido, miró a sus alrededores y me vio a mí, a los doctores y se desesperó, empujó a todos para salir, continuó corriendo y al salir vio a toda la comunidad, solo personas que no conocía, le empezó a doler la cabeza, se la sujetó y se desmayó de nuevo.

Al volver a despertar solo me vio a mí y antes de que hiciera algo le dije –Ashley, Ashley, soy yo... Leonard ¿me recuerdas?

– ¿Leonard...? Si... eso... creo, por mi mente pasan muchas cosas, cosas que no sabía que me habían pasado, están tu... Chop y Carlos... no entiendo porque todos estos recuerdos pasan por mi cabeza ahora.

En ese momento entendí que ella había perdido la memoria –Ashley. Tranquila ¿sí? Te dieron un fuerte golpe en la cabeza, probablemente perdiste tu memoria y otro nuevo golpe fue lo que te ayudó.

Ambos entramos a la carpa en la que estaba descansando.

– ¿Mi memoria? - Mientras decía eso se levantaba.

–Ashley necesito que me digas lo que recuerdas -Le dije algo sobresaltado.

Sabia que debía mantener la calma, pero era Ashley quien creia que llevaba mucho tiempo muerta.

–No lo tengo muy claro. El último recuerdo concreto que tengo es que estaba muy lastimada y Rex estaba conmigo, yo solo le dije que no recordaba nada, él se sorprendió y me habló de Chop, Carlos, Sofía y tú, me explicó que éramos novios, me contó como era nuestra vida, hasta el día que fuimos a una casa y todo salió mal, que aparecieron dos gigantes, mataron a Carlos y a Chop, que Sofía trató de seducirlo, el la rechazó, pero eso lo distrajo de avisarnos de las gigantes, vio que se acercaban a nosotros, fue a ayudarnos pero vio como huías, fue a ayudarme, pero también lo capturaron, luego me logró rescatar, después de semanas pasando mucho trabajo, estábamos a punto de rendirnos, hasta que una gigante llamada Lilly nos rescató y nos mantuvo vivos, nos dio una razón de vivir, luego nos mandaron a matarte.

Grande era mi sorpresa al ver por todo lo que habían pasado 

–Wow. No puedo... no puedo creerlo ¡Las cosas no fueron así! El... estuvo con Sofía, no nos avisaron. Carlos dio la vida por ti, mataron a Chop, luego yo los confronté, fui a rescatarte, cuando estuvimos a punto de escapar, nos descubrieron, antes de que nos atraparan Rex nos ayudó, todo paso muy rápido yo disparé, tu gritaste, antes de que te sacara de ahí una de las gigantes te jaló, no podía con ella, tú me pediste que te soltara... que estarías bien y te soltaste, no pude hacer más nada...

Me precipité mucho la llené de muchas ideas, recuerdos y eso me puso muy triste, me llenaba de impotencia cada vez que lo recordaba. 

Agaché la cabeza, ella tomó mi rostro y me dijo –Leo. No te preocupes, ahora estas aquí, el destino aún nos deparaba un encuentro más. Olvidemos el hecho de que casi te asesino ¿sí?

Una vez mas sentí esa calidez que solo ese ángel me transmitía, su olor, la textura de sus manos. 

Ambos nos reímos, nos dimos un largo y muy fuerte abrazo. Luego solo nos quedamos viéndonos fijamente a los ojos, nuestros rostros se acercaron poco a poco y antes de que pasara cualquier cosa, Liz entro a la carpa diciendo –¿Cómo sigue la chica Leonard? Oh... perdón... yo no quería.

Las Tres Guerras: LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora