Capítulo 11: Ángel

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Ahí estaba, el pequeño Nick muerto en vida, vagando en la oscuridad de la noche en una enorme ciudad, con su tamaño era cuestión de tiempo para que muriera. Semanas antes perdió a sus padres de la peor manera que se pueden perder, devorados frente a sus ojos y sin poder hacer nada, aun para él lo salvó un ángel, que esta vez no lo rescataría, solo se dejó caer, se rindió y dijo –Mama, te extraño. Papa, te extraño -Dijo llorando, solo cerró sus ojos y espero que su final llegara.

Volvió a abrir sus ojos y vio una luz blanca generada por una linterna, se preguntó – ¿Estoy muerto?

De la nada escuchó una voz que le dijo –No hijo, pero si lo deseas te puedo dejar afuera de nuevo. 

Cuando aclaró su vista, vio a un hombre adulto, de cabello negro; Estaba uniformado, su cabello era corto y su piel blanca. Le dijo –Mucho gusto hijo, mi nombre es Walter ¿cuál es tu nombre?

– ¿Mi nombre? -Dijo Nick aun desorientado.

–Si hijo. Tu nombre ¿o no tienes?

–Ni... Nick señor.

–Mucho gusto Nick. Corriste con bastante suerte, para a tu edad, aguantar tanto tiempo ahí afuera es un milagro.

– ¿Dónde estamos? -Decía mientras se levantaba de la cama donde estaba.

–Bueno. Ahorita estamos en un campamento improvisado.

Nick empezó a llorar y Walter le preguntó – ¿Pasa algo?

–Es solo que... pensé que todo era una pesadilla. Pero no ¡si están muertos! ¡Mis padres! -Rompió en llanto y Walter solo abrazo al pequeño Nick.

Un día después, ya en la capital...

Walter y Nick llegaron a la casa de este y llegó una señora; Joven, linda de piel morena, cabello castaño claro y de expresiones muy tiernas.

–Hola cariño ¿cómo estás? -Le preguntó Walter.

Ella respondió –Bien amor y ¿quién es ese pequeño? -Decía mientras Nick se ocultaba detrás de Walter –Él es Nick. Lo encontré ayer, estaba muy débil y solo decidí que debe quedarse con nosotros.

Decía mientras sonreía –Que arbitrario amor, nada más por eso deberías ir al sofá.

Ambos se reían.

Walter se agachó y le dijo a Nick – ¿Ves los problemas que me causas? -Y soltó una carcajada -Ya no te preocupes por estar solo, nosotros siempre estaremos para ti. 

Nick sonrió, mientras ambos le daban un abrazo.

1 semana después...

Nick se empezaba a adaptar. Aun tenia horrorosas pesadillas sobre lo que le pasó a sus padres, pero Walter y su esposa Lía, hacían lo posible por ser buenos padres. Con el tiempo, Nick se dio cuenta de que Walter, a pesar de su edad, era el mejor soldado que había en la capital; Consiguió lograr muchas hazañas, era líder la de división de exploración, admirado y querido por todos. 

Esa misma noche antes de dormir, Walter le dijo a Nick –Buenas noches hijo. Hoy te quiero prometer algo: Así sea lo último que haga, detendré a quien le hizo eso a tus padres. 

El pequeño Nick, con algunas dudas le contestó –Está bien. Buenas noches papa. 

Ese "Papa" tomó por sorpresa a Walter, pero este sin pensarlo mucho le dio un beso en la frente y se acostaron.

Al día siguiente...

Nick jugaba con su padre futbol, pasaron toda la tarde hasta llegar cansados por la noche. 

Las Tres Guerras: LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora