Capítulo 10: Polos opuestos

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Había una fogata en medio de la noche, se podía ver a alguien dormido; Era Ramsés, que estaba muy herido, pero estaba arropado y con sus heridas tratadas, lentamente abría sus ojos al despertar miró a su alrededor, no entendía que pasaba, se levantó y vio sus cosas, cuando las iba a tomar –¡Al fin despertaste! ¡Dormiste mucho!

Antes de que pudiera seguir, Ramsés tomó su espada y amenazó a esa persona, era un niño – ¿Quién eres? -Dijo Ramsés.

Asustado dijo –Tranquilo. Mi nombre es Axel. Mucho gusto.

– ¿Por qué me trajiste aquí?

El pequeño Axel respondió –Estaba por acá cuando escuche un escándalo, disparos y de todo, cuando me acerqué como que había terminado, te vi ahí tirado, te recogí, traté tus heridas y bueno. Aquí estamos. Tranquilo, no toqué tus cosas...

Mientras Ramsés seguía amenazando a Axel le decía – ¿Por qué me ayudaste?

Luego de reírse, le contestó –¿Por qué no habría de hacerlo? Mi mami me enseñó que cuando alguien necesita ayuda, hay que hacer lo que se tiene que hacer para ayudar.

–Pero pudiera ser alguien peligroso...

-Si lo fueras probablemente no estaríamos charlando ¿o sí?

Ramsés solo se quedó en silencio, guardó en su espada y dijo –Emm gracias, pero me tengo que ir.

– ¿Ya te vas? ¿Por qué tanta prisa?

–Tengo cosas que hacer.

Rápidamente recogió sus cosas y se fue caminando, mientras Axel asustado también recogía sus cosas y Ramsés le dijo –No me persigas. Sigue tu camino y yo el mío... 

Axel un poco cabizbajo se retiró.

Un rato después...

Ramsés seguía caminando y dijo –Ya sé que me sigues, puedes dejar de esconderte...

-Lo siento, Lo siento.

Un poco harto Ramsés preguntó –¿Por qué me sigues?

Cabizbajo respondió –Es que... no quiero estar solo, llevo un tiempo viajando sin encontrar a nadie ¿No te da miedo estar solo?

–No. Siempre he estado solo. No sé exactamente que se siente sentir compañía.

Sorprendido Axel preguntó – ¿Siempre has estado solo? ¿Y tú mama? ¿O tú papa?

Ramsés se quedó en silencio y dijo –Yo... nunca he tenido padres, nunca los he necesitado, esos sentimientos de apego solo te hacen débil.

– ¿Débil? ¡Claro que no! Yo soy fuerte por mi madre y a los que quiero, ese sentimiento es más fuerte que cualquier cosa; Eso me lo enseñó alguien que quiero mucho, se llama Leonard, es un héroe y la persona más fuerte que conozco.

Ramsés se quedó varios segundos en silencio, desenvainó su espada y amenazó a Axel –¿Conoces a Leonard? ¡Dime como dar con el!

–Nervioso respondió – ¡No lo sé! ¡Llevo mucho tiempo que no lo veo!

–Por él es que estoy aquí, me he enfrentado a él varias veces y... ¡siempre me supera! -Dijo Ramsés muy frustrado.

– ¿Por qué quieres lastimar a Leonard? -Preguntó Axel

–Porque simplemente me lo ordenaron.

– ¿Y tú solo ejecutas órdenes sin importarte a quienes puedes lastimar? Leonard es una gran persona.

Las Tres Guerras: LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora