SALVADOR: SAM-NIALL

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No era pirómana de por si, pero últimamemte, viendo documentales y eso me había dado cuenta de que el fuego era parte de nuestra vida para sobrevivir y también para morir. En pocas palabras, descubrí una mueva forma de volver a sentir esa sensacion de libertad eterna.

Estaba en mi habitación que ya estaba completamente llena de pintadas y graffitis y además habían diferentes cuadros colgados que expresaban mis emociones de cada día y mis mayores temores. Durante el tiempo que llevaba en aquel lugar, conseguí hacer algunos contactos para que me consiguiesen cosas que necesitaba y para que se comieran la comida por mi.

Le había pedido a mi comtacto que me trajése un mechero y así lo hizo. Ahora estaba allí sola en aquella acolchada habitación sin nada que hacer, a solas con mis pensamientos, y francamemte, eso no era bueno para nadie. Miré detenidamente los cuadros uno por uno y decidí que aquellos ( en verdad espectaculares) cuadros eran la mayor mierda que una persona viese en su vida, así que mechero en mano comencé a prender fuego a cada uno de ellos y la habitación entera comenzó a arder. En medio de las llamas y el humo, me senté en el suelo y comencé a sonreir por la idea de que una vez más iba a conseguir hacerme daño por fin iba a hacer lo que soñaba desde hace tiempo.

Un pitido ensordecedor comenzó a sonar y la puerta se abrió de golpe y vi el rostro preocupado de Zayn y un chico completamente desconocido a mi entender.

-¡¡¡SAMM!!- el chico intentó adentrarse en el cuarto pero el humo se lo impedía.

-¡¡Zayn, por fin voy a ser libre, no te preocupes por mi!!- una enorme sonrisa se escapó de mis labios y noté como mi corarón dejaba de latir poco a poco. Todo se volvía borroso y una sensación de dolor se apoderó de mi, pere un dolor del bueno, un dolor del que se aprende.

Unas fuertes manos me cogieron tras la espalda y bajo mis rodillas. No quería salir de allí, quería morir de nuevo, lo necesitaba, quería ver al mismísimo demonio torturándome. Me posaron en el frío suelo y comencé a toser intentando sacar todo el humo que había tragado. Un murmullo de voces comenzó a mezclarse.

-¿Está bien?-

-Si, aún respira.-

-Madre mía-

-¿Cómo lo voy a hacer con esta chica?-

-Yo te ayudaré no te preocupes-

-¿Qué es eso?-

-Se ha cortado..

-¿Por qué está tan delgada?-

-Es anoréxica, Niall.-

Comencé a abrir los ojos poco a poco y todas las figuras comenzaron a cobrar sentido en mi visión. Lo primero que vi fue a un chico de pelo revuelto rubio (el amigo de Zayn), tenía unos ojos azules mar increíblemte claros, era bastante pálido, tenía un pirceing en la nariz y varios tatuajes que le bajaban por el cuello. Iba vestido con una camiseta blanca, unos pantalones negros con una cadena y unas vanz. Era jodidamente hermoso e irresistible. Me estaba mirando a los ojos.

-Hola, soy Niall, Zayn está aquí.¿Cómo te encuentras?- tenía una voz algo grave pero extremadamente dulce, cada palabra que pronunciaba se clavaba más en mi imterior.

-S-si- tartamudeé. Me incorporé del suelo y vi las dos figuras de los chicos que tenían una expresión seria y preocuapda y unos enfermeros que me habían vendado las muñecas y ya se iban. Miré hacia la habitación, todo estaba completamente calcinado, nada había quedado en pie, y toda la culpabilidad llegó a mi mente de golpe. Comencó a llorar y el chico rubio, Niall, me estrechó entre sus brazos.

-¿Por qué...?¿ por qué lo he hecho?¡soy imbecil!- me di cabezazos fuerte con las manos pero los chicos me pararon.

-¡¡ Sam, sam!! Tranquila no pasa nada no ha sido culpa tuya pequeña- escondí mi cara entre el musculoso pecho de Zaym, y de mientras seguía abrazada al cuerpo de Niall, quien me apretó más fuerte y me masajeó suavemente para calmarme.

-No te preocupes osita, ya estoy aquí y no dejaré que te pase nada ¿me oyes?NADA- me calmaron sus palabras, la verdad es que no le conocía de nada, pero estaba completamente segura, por mi sexto sentido de mujer, que aquel chico merecía la pena y no iba a hacerme daño.

-Tengo frío- me pasaron una manta por encima. Una voz fememina sonó por el pasillo llamando a Zayn.

-Señor Malik, tiene que venir es urgente hay dos chicos peleándose en la habitación 1887- el cuarto de Rebeca, me quedé pensando.

-Joder, vale, Niall¿ puedes quedarte con ella por favor? es urgente- se podía notar la tensión y el enfado de Zayn a kilómetros de distancia, y eso me preocupaaba, porque tal vez yo fuese la causante de su malestar. ¿Cómo un fantasma como yo podía hacer tanto daño? Era físicamente imposible pero por lo visto yo lo había conseguido...

SÁLVAME DE LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora