Capítulo 10: "De camino a casa de la abuela"

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Cuándo me di cuenta de que nuestros caminos se separaban, me inquietó una gran sensación de tristeza y melancolía.

-Vaya...-él fue el primero en decir palabra delante del cartel. Ese maldito cartel- Parece que hemos llegado hasta la bifurcación...

-Si... Eso parece...

Hubo un corto momento con un incómodo silencio. Puede que fuese escueto, pero para mi fue una eternidad. Ninguno parecía querer avanzar. Este sería el último momento feliz que viviríamos, aunque Lobo no lo supiese...

-Roseatte- su voz volvió a sacarme de mis profundos pensamientos otra vez. Vaya... Eso ya se estaba volviendo una costumbre- ¿Segura que quieres seguir? ¿No deberíamos dejarlo aquí? Podrías venir de vez en cuando al bosque aunque por ahora no puedas quedarte...

El problema era que si no seguía no podría volver, y yo ya te había dado la oportunidad de escapar. Lo siento, Lobo... Ya no hay salida.

-No, Lobo. Tenemos que acabar lo que empezamos...-sonreí ligeramente mostrando el dolor que me causaban esas palabras- Aunque... Todavía nos queda la meta.

Esto le otorgó una gran sonrisa e, inmediatamente después, un gran sonrojo. Por Dios... ¿Por qué cuándo hacía eso era tan inexplicadamente lindo? Fui avanzando por el camino de la izquierda, el camino largo; y Lobo por el camino de la derecha, el corto. Todo iba según lo planeado. Cuándo me separé de Lobo, sentí que ese dolor se desvanecía a cada paso que daba. La compañía de ese cucho hizo que me ablandase pero, no iba a cometer el mismo error dos veces. Empecé a caminar, me sentí sola... Muy sola... No poder fastidiar a ese lobo tsundere se estaba tornando aburrido. ¿Con qué me podría entretener? No había nada... Absolutamente nada que hacer... Dejé de pensar en eso y me concentré en mentalizarme para la misión. Empezé a caminar lo más rápido que pude. De repente me di cuenta de que el pan, el queso y el vino pesaban demasiado; y no aguantarían el trayecto. Por curiosidad miré la cesta. Monedas de oro... Lo esperaba... Por eso fue tan amable conmigo... Esas brujas... Lo que querían era que no robase nada de las ganancias... Pero pronto todo esto acabará. Estuve caminando un par de horas caminando. ¿Qué tan largo era ese maldito camino? Cuándo de pronto avisté una pequeña casita rural en medio de un claro. Era obvio, esa era la casa de mi abuelita. Pronto saldaría cuentas con ese fósil viviente. Pronto...

CONTINUARÁ...

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Notas de la autora: ¡Hola! Hacía bastante que no escribía... Estos últimos días no me llegaba nada, absolutamente NADA, de inspiración para continuar la historia. Es un poco complicado de escribir porque lo que tengo planeado es difícil plasmarlo. Espero que os guste y sigáis leyendo. Me hace mucha ilusión que lo leáis.

Gracias por leer y... Hasta el próximo capítulo...

Caperucita Roja Y El Lobo... ¿Feroz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora