gato callejero

antes de la tormenta

Kenma yacía dormido en su cama, hasta que sonó su teléfono, era un mensaje, de su querido amigo shouyo

"Remitente: shouyou

Asunto: uwooooo \(òuó)/

Mensaje: kenma! Adivina que?! Kageyama me regaló un llavero! Es hermoso 0w0... ejem! No era eso lo que te iba a decir... ah! Si! Quería ir a verte! Los entrenamientos han cesado y .... Quiero jugar videojuegos contigo! Estoy seguro que te venceré esta ves! Así que? Que dices? >:3 ¿aceptas?"

Kenma río ante tal mensaje, su amigo quería venir a verlo, y sus padres estaban aquí, quizás sería buena idea invitarlo, así dejarían de joder con que no tenía amigos y sólo pasará en la tecnología aunque.... En parte fuera cierto.

Entonces se decidió a enviar por fin el mensaje

"Remitente: kenma :3

Asunto: sin asunto

Mensaje: si tu quieres....."

Si, el era demasiado expresivo. nótese el sarcasmo por favor, pero al parecer a hinata no le importaba, lo último que le envió fue "oh! Genial :3 iré el fin de semana! Adiós kenma 030)/"

No pudo evitar sonreir, shouyo le animaba el día con mensajes con caras, lo encontraba tan infantil y adorable al mismo tiempo, con ese pensamiento se levantó y vistió para bajar.

Por primera ves en mucho tiempo de la cocina salía un olor delicioso antes de que el entrara, su madre estaba cocinando unos waffles y su padre sentado en la mesa esperando ansioso, al verlos a ambos ahí sonrió, el día parecía cada ves mejor.

-oh! Kenma! Sientate! Ya casi está el desayuno- le dijo su madre para empezar a echar en un plato los waffles y dejarlos en la mesa, definitivamente sería un buen día.... O eso creía.

-hmmm, eh esperado tanto por un waffle tuyo querida- saboreaba con gusto la comida de su esposa

-jajaja gracias- ella también saboreo su creación con gusto.

kenma sólo comía, pero era diferente, después de tanto tiempo sólo, en su casa al menos, de las paredes vacías y las habitaciones frías, por primera ves se sentía alegre en esa cocina, tanto hací que sonrió, estaba feliz, muy feliz!

La sonrisa de su hijo sorprendió y enternecido el corazón de sus padres, ellos sabían que su hijo no era de muchos sentimientos o palabras, pero estos gestos hacían que se sintieran amados y perdonados.

Sonó el timbre, oh si era domingo, de seguro sería un vendedor furtivo, la madre aún sonriendo y feliz de ver a su hijo hacer lo mismo se incorporó y fue a abrir la puerta.

- hey ken.... Oh hola seño....- no pudo decir más la puerta se cerró de golpe en su cara.

-queridoooo! Ven!- se escuchó desde dentro de la casa y después un "mamá quien es?" la puerta se abrió de golpe.

-tu..... Eres... Quien yo creo que eres?- pregunto con los ojos brillosos la mujer -kuro-chan?

-hola, si soy yo, un gusto volverla a ver tía- reía falsamente, una sonrisa falsa que sólo kenma reconocía pues era el único que podía entender bien los sentimientos del gato negro.

-kiaa! Estas muy grande! ¿Ah esto te referías que estaba muy cambiado y alto kenmita? Estas muy guapo swetty~- sonreía y alardeaba la madre del cabeza de pudin