Volvimos a encontrarnos.
Aunque muy extraño no es.
Frecuentamos los mismos lugares, del derecho y del revés.
Nos miramos
mientras reímos y,
por un segundo
es como volver el tiempo atrás.
Nada ha cambiado;
Somos pequeñas llamas que al encontrarse,
se encienden y avivan.
Como siempre hemos sido
estando juntos.
(O fuimos alguna vez)
Chispas radiantes saltando por los ojos,
pechos vibrantes,
sonrisas sinceras.
Me siento bien.
Algo explota en mí.
Me doy cuenta que había olvidado cuánto me enamoraba tu sonrisa.
Tampoco recordaba la manera en que tus ojos,
se achinaban.
Cómo tus pupilas,
brillaban.
Como el sol.
Siento una sensación cálida en el pecho.
Trato de olvidarla al instante.
Eso no sirve.
No es sano.
Es denigrante.
No es momento para retroceder.
Pero lo hago,
inevitablemente.
Mi cerebro dice que no.
No, no y no.
Me niego quedar atrapada en esta triste ilusión.
Cuando
nos despedimos,
estabas perdido
(muy absorto)
en tus pensamientos, triste,
sin saber si me iba a despedir de ti.
O no.
Mi cerebro dice que no.
(Mi corazón dice que sí)
No, no y no.
(Sí, sí... ¡sí!)
Me niego a tener esperanzas sobre algo que muerto está.
Porque es en vano, sí que lo es.
Esto no es nada.
Sólo son piezas punzantes que dificultan mi visión.
Estoy alucinando.
Trato de olvidar ese día.
Seguramente es mi mente,
viendo donde no hay.
Y aunque hubiera, ¿podría esto en serio llegar a funcionar?
Suspiro.
(Probablemente no.)
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☾a.m.
PoesiaTodas mis conversaciones favoritas siempre hechas en la madrugada porque no sé lo que estoy diciendo. Y es ahí, en la madrugada, donde estos poemas fluyen escapándose por mis dedos y plasmándose en forma de arte, o algo así.
