✖Capítulo Siete✖

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"Sangre por sangre"

Una mañana, los dos habíamos despertado muy tarde, eran alrededor de las once de la mañana. Estábamos acostados en la cama, la única prenda que cubría mi cuerpo era la sábana que James y yo compartíamos. Los tatuajes de su cuerpo sobresalían. Estiró su brazo y luego yo posé mi cabeza en su pecho, su mano yacía en mi cintura y trazaba pequeños círculos. 

— Preciosa— sonrió en mi dirección— Creo que me voy a quedar contigo para siempre— besó mi frente, luego yo me acomodé en su pecho.

— Yo pienso lo mismo— sonreí. Mis dedos empezaron a trazar cada uno de sus tatuajes. Todos eran distintos y según lo que me había dicho, cada uno era especial. Todo su pecho estaba cubierto de ellos, pero el único lugar que los tatuajes no tocaban su piel, era en la altura del corazón. Unas letras raras formaban algún tipo de frase. Tenía curiosidad el significado de esas letras, así que le pregunté.— ¿Qué significa esto?— miró el lugar que yo señalaba.

— Ese tatuaje fue uno de los primeros que me hice, las letras son árabes. Significan "Primero la familia"— mis ojos se dirigieron nuevamente al tatuaje. A pesar de ser sólo letras, se veía muy bonito.

— ¿Lo hiciste por tus padres?— su mano que estaba dando círculos en mi cabeza, se detuvo.

— No exactamente— su rostro cambió, así que decidí no presionarlo. Mis dedos siguieron trazando sus tatuajes, y me detuve en uno que llamó mi atención. Era un trébol, en el medio se encontraban dos pistolas que se cruzaban entre sí. Las iniciales H.B. se encontraban encima. Mi mente empezó a procesar varias preguntas, no me había dado cuenta de este tatuaje. Las pistolas representan daño, al menos eso lo era para mí— ¿Y este tatuaje? 

— ¿Cuál?— preguntó. Señalé el lateral de su pecho, su cabeza se levantó un poco para poder mirar bien. 

— El trébol con dos pistolas— mis ojos se dirigieron a los suyos. Su ceño se frunció, y su mirada se desvió de la mía. Observaba la pared, pero no dijo nada. Traté de levantarme, pero su brazo impidió que lo haga; dio un fuerte suspiro y lo luego me observó.

— Tengo algo que contarte— su voz indicaba que lo que me iba a contar no era de mi agrado. Puse mi mano en su pecho y luego apoyé mi cabeza encima. Sus profundos ojos me observaban, y yo podía ver algo diferente en ellos. Ya no estaba cómodo. — Estuve en prisión— mis ojos se abrieron exageradamente y James se dio cuenta de ello— Antes de que te asustes, por favor déjame explicarte — asentí —Fue hace mucho tiempo. Yo tenía diecinueve años cuando me acusaron de un delito que no cometí. Mis padres murieron en un accidente de tránsito, la policía dijo que los frenos habían sido cortados. El primer sospechoso fui yo, según ellos, yo iba apoderarme de todos los bienes de mi familia. Eso era falso, mis padres solo me habían dejado una casa; y en ese tiempo ya me la habían entregado. Sin embargo  la policía seguía insistiendo que yo era el culpable.— era la primera vez que James se abría de esta forma. Siempre respondía mis preguntas, pero nunca había contado cosas de su pasado.— El juicio duró poco, no hallaron a otra persona, que según ellos, podía ser culpable. Estuve en prisión por dos años. El tiempo que estuve ahí tuve que hacer un montón de cosas para sobrevivir. La vida ahí no era fácil, así que me tuve que unir a una banda. Dijeron que si yo me unía a ellos, ellos cuidarían mi estadía en prisión. Es por ello que tengo este tatuaje, es el símbolo de la banda a la que pertenecí.— mis ojos nuevamente se posaron en su tatuaje— Me aceptaron como una familia, y yo estaba muy agradecido por ello. Después de dos años, la policía encontró al verdadero responsable de la muerte de mis padres. Fue la hermana de mi padre, por alguna razón sentía odio hacia él. La arrestaron y me liberaron.

— ¿Qué pasó después?— su mano tomó mi mejilla.

— El lema de la banda es "sangre por sangre" — dijo y yo automáticamente me alarmé— Sé lo que estás pensando. Pero no maté a nadie en prisión. Para poder estar en la banda tuve que golpear a sus enemigos. La mayoría de las veces, los demás tenían que matar para poder estar dentro, sin embargo me dijeron que yo sólo tenía que darles un "susto".

— Pero cuando saliste de prisión ¿Tú mataste a alguien?— si su respuesta era sí, definitivamente iba a estar asustada.

— No—su mirada estaba fija en la mía, y podía ver cierta verdad en sus ojos— Mis manos no fueron culpables de una muerte— sostuvo mis dos manos en el medio de las suyas. Se sentó e hizo que yo también lo haga. La sábana cubría mi torso.— Tienes que entender que desde el momento que decidí estar dentro, debo de hacerlo por toda la vida.

— ¿Aún sigues dentro de la banda?— estaba sorprendida por lo que me decía, su confesión hizo que me alarmara. 

"Sangre por sangre"— repitió la misma frase— Sólo puedes entrar si matas a alguien, en mi caso golpeando a alguien; y sólo puedes salir si te matan a ti— solté sus manos y las dirigí a mi rostro. Era mucha información que procesar. Me puse de pie, tomé una camiseta y me la puse. 

— Necesito un momento por favor— Salí de la habitación y me dirigí al jardín. Me senté en el piso y sostuve mi cabeza con mis manos. Lo nuestro era peligroso. Sentía que después de todo lo que me dijo, debía alejarme. Pero al mirar el anillo que me entregó, dentro de mí sabía que él estaría conmigo. Que a pesar de todo lo que me había dicho, nunca dejaría que me hagan daño. 

Estuve alrededor de media hora sentada en el jardín. Sentía que James estaba detrás mí. Quería darme espacio, y yo realmente se lo agradecía. Mis pensamientos y sentimientos eran una constante lucha. Cuando creí que ya era tiempo de decirle algo, me puse de pie y luego lo miré.

— No voy a dejar que te alejes de mí, eres lo más preciado que tengo. Pero entiendo que si necesitas tiempo, te lo voy a dar. No quiero obligarte a nada.— me acerqué a él y lo único que mi cuerpo se atrevió hacer, fue abrazarlo. James me devolvió el abrazo.

— No te voy a mentir, me sorprendió mucho todo lo que me contaste— levanté el rostro— pero no puedo alejarme de ti.— besó mis labios. Fue un beso lento y suave. 

— Te amo, y nadie te va hacer daño.

Decidí creerle como la primera vez que nos vimos. Simplemente creí en él, mi corazón me decía que eso era lo correcto y no dudé en hacerlo. 


Obsesión MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora