✖Capítulo Extra✖

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"Destrozado"

James

Todos los días llamaba a Brody, no había excepción. Sabía que Maia estaba destrozada, porque yo también lo estaba. Me había acostumbrado a pasar mis días junto a ella, me dolía estar sin ella. Pero era por su bien, por lo menos por ahora. La llamaba dos veces por semana. No quería contarle mucho sobre lo que estaba pasando. Necesitaba que tratara de olvidarse de eso, yo me estaba encargando de todo. Yo podría dar mi vida sólo por ella. 

José, que es uno de los líderes de la banda, mandaba a personas infiltradas para que puedan sacar información de lo que van hacer. Muchas veces ya tuvimos peleas o enfrentamientos como este, pero este era distinto para mí. De esto dependía la vida de Maia y yo no iba a dejar que nada malo le pasara. Era verdad lo que le había dicho a Maia, nunca maté a una persona con mis manos. Sí fui el encargado de aprobar que los maten, pero mis manos nunca tocaron sangre que no fuera de golpes. Nadie murió por culpa de un disparo que yo hice, o por los golpes que di. Pero eso ya no me importaba, si tenía que matar a alguien lo iba hacer. Lo tenía que hacer por ella, por mí, pero sobretodo por nosotros.

Cuando regresé, José me acusó de haberlo traicionado y de que yo causara todo esto. Pero le expliqué el porqué la orden de matanza a Jhon. Sí, era verdad que el ochenta por ciento fue por Maia y las ganas de venganza que yo sentía hacia él; pero él ya venía haciendo problemas con nuestra banda. No podía dejarlo vivir. José entendió y me brindó su ayuda, él sabía que esto también afectaba a la banda; pero la principal razón por la que me ayudaba era por el código que teníamos entre nosotros. Siempre debíamos apoyarnos.

Maia hizo que me aferrará a ella como si ella fuera mi ancla. Ella era la que me detenía en momentos de locura, en momentos en los que pensé que esta vida es una mierda. Y sé que suena como un discurso preparado y dicho por muchos hombres, pero ella era mi razón de ser. No conocía lo que era vivir, respiraba pero lo hacía sólo porque mi cuerpo lo ordenaba. Pero Maia me demostró que puedo respirar y vivir mi vida con ella, quería estar todos los malditos días con ella. Ver su sonrisa y la forma que arruga su nariz cuando le hago cosquillas. Ella activaba muchos sentimientos en mí, no podía negarlo. Es por ello que le di ese anillo, eso significaba que ella iba a ser mía para siempre. Y sabía que ella me iba a esperar con la misma intensidad que yo.

Hasta ese momento, dos veces fueron las que nos atacaron. Por mis manos aún no corría la sangre de nadie. Sin embargo, ya habían fallecido los de la otra banda a causa de José. Necesitaba terminar con esto, y lo estaba logrando. Ellos ya habían fijado su próximo paso hacia mí. En ese momento yo era su principal objetivo, había movido todos los contactos posibles para que logren comunicarse con su líder. Afortunadamente, Maia ya no era su principal objetivo. Sólo quedaba acabar con esto y regresar con ella.

Contaba los días y cada vez más se me hacía eterno. Escuchar la voz de Maia, no era suficiente. Pero me reconfortaba por algunas horas. Necesitaba de ella, y la necesitaba cada segundo. Necesitaba sentir sus labios con los míos, y necesitaba sentir su pequeño cuerpo en medio de mis manos. Sólo la necesitaba a ella y yo podía ser feliz. 

Obsesión MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora