Luces en el cielo

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-¿Cómo se encuentra ella?-
-Ella se encuentra bien, esta a salvo-
-¿A llamado?-
-Cada noche, Chris, cada noche- Mencionó Arthur mientras trataba de arreglar una mesa de madera sobre el suelo de la casa, Chris se encontraba sentado en un banco tomando en un pequeňo vaso whisky blanco -Su voz se encendió de nuevo, amigo mío, la tristeza de ella, ya no es tan constante como antes, sin embargo, sigue hablandome de ti-
La mirada de Chris observó a Arthur
-¿Qué es lo que dice?-
-Que eres un idiota- Rió un poco
-Mejor no me hubieras dicho-
-No es verdad, tu lo sabes, ella no te diría algo como eso aún que tuvieras todo el derecho de merecertelo -
El sonrió
-¿Entonces que dice sobre mi?-
-Suele preguntarme que como te encuentras cada día-
-Vamos Arthur, dime el resto-
Se encontraba lleno de adrenalina por lo que el iba a decirle pero sería difícil sacarle las palabras
-¿Para que necesitas saber, Chris? ¿Cómo voy saber que no volverás a hacerle daño? -
-¿Lo haría?-
Arthur lo observó por unos instantes para enseguida rodar los ojos algo molesto pero con la accesibilidad de decirle lo que necesitará para ver al menos una pequeña sonrisa de su hermana porque aún que ella dijese que no necesitaba a él hombre que alguna vez la hizo feliz, era todo lo contrario, lo necesitaba más que nunca.
-¿Qué necesitas saber?-
-¿Dónde está?-
-Londres-
-¡Mierda!- golpeó la mesa que Arthur había estando arreglando
-¡Oye Chris ten cuidado, idiota!-
-Lo lamento- Se rasco la nuca pareciendo algo apenado
-Si, si, como sea, Londres, va todos los días a tomar un café en un lugar llamado...'Bread-Greenleus' o algo así, no es difícil de encontrar, es la cafetería favorita de la mayoría de los Londinenses, a las 8 en punto, exactos Chris...no más ni menos tiempo, ella llega y se marcha-
-Gracias Arthur, gracias- Aquel abrazó hacia él había hecho sentir incómodo al hermano mayor de su gran amor pero sin importar, salió por la puerta trasera apresurando el paso hacia su departamento, introduciendo deprisa las prendas que fueran necesarias para durar en Londres el tiempo que necesitaba para convencer a _____ que le amara de nuevo.

Tu eres mi misión (Chris Pratt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora