Los crujidos de la madera siendo quebrada resonaban por el lugar y Chris simplemente rogaba que nadie escuchará aquello, podía ver la luz tenue del sol, pues era un día nublado y con fuerte lluvia, bochornoso como siempre era el clima de Los Angeles, su camiseta estaba lo suficientemente rasgada, tomó la extremidad de esta arrancando un pedazo para atarlo a sus nudillos y quebrar el cristal de la ventanilla, sintiendo la lluvia, lucho por salir de aquel lugar hasta lograrlo, todos aquellos hombres se hallaban dentro de la bodega seguramente porque no había un alma vagando en ese lugar más que el, calló de rodillas ante sucio lodo del suelo, cada parte de su cuerpo le dolía, pero no dejaría a ____ sola, por nada del mundo entero.
***
-¿Ar-Arthur?- con miedo pronunció la chica de quien Chris había mencionado que era su hermano, las manos le temblaban, todo se hallaba tan confuso y sólo rogaba simplemente no volver a despertar para no descubrir nuevos secretos ocultos.
-Así que...¿ya te dijeron mi nombre?- Preguntó mientras dejaba un vaso de cristal sobre la mesita de al lado, no sabía que contestar -¿Te diste cuenta de todo ya tan pronto?-
Ella negó
-¿El no te lo a dicho aún?- Sonrió sentándose en una de las esquinas de la cama -Chris...Pratt, el perfecto chico que oculta una terrible realidad, ¿Te ama no es así?-
Ella no supo si asentir o negar
-Vamos querida...no me temas, no voy a hacerte daňo y respecto a Frank...no lo culpes, quería algo así como "tu salvación" y te trajo a salvo, de eso debes agradecerle- Era un chico pelinegro, cabello hasta los hombros y ojos avellana, podía sorprender el gran parecido a ella
-Arthur...Lee- Tembló -¿Por qué no volviste a casa?-
-Por muchas razones mi pequeňa ____- Hizo un gesto con sus hombros, había detenido su mirada en el chico frente a ella, pero un fuerte golpe en la puerta del departamento la hizo salir de cada una de las cuestiones en su cabeza, antes de que pudiese levantarse, otro hombre de cabellos rubios que se hallaba en la habitación abrió la puerta dejando ver a un Chris completamente demacrado, sus labios rotos, un ojo morado y una herida de bala en sus costillas, ella se apresuró a levantarse con rapidez ayudando a su chico a incorporarse y acomodandolo en uno de los cómodos sillones
-¡Chris!- Le dio unos leves golpes en la mejilla -No te duermas mi amor ¡no te duermas!- Fue interrumpida por Arthur quien volvió con una pequeňa caja de auxilios, sacando unas cuantas vendas, agua oxigenada, algodón y alcohol, ____ tomó aquellas cosas con sus manos temblorosas, retirando la camiseta rota de Chris, dejando su torso desnudo junto a aquellas sucias vendas, las retiró y pasó un algodón para limpiar las heridas, aquello hizo estremecer a Chris y apretó fuertemente el sillón cerrando sus ojos
-Lo siento, lo siento- Su amado observó los ojos cristalinos de su chica y sonrió levemente acariciando la mejilla de ella
-Te amo ____, te amo mi...cielo- Con dificultad ella le beso sus labios y prosiguió su misión para salvarle la vida, no había bala en la herida, ya había sido extraída, cada una de las heridas habían sido limpiadas dulcemente por ella.
-Debe...descansar-
Mencionó con timidez la chica
-Robert no se detendrá _____- Se detuvo frente a la puerta de salida -Es mejor que se vayan de aquí-
-Arthur- Habló ella
-¿Dime?-
-¿Voy a volver a verte? Necesito...necesito respuestas-
-Todo a su tiempo, linda- Sonrió saliendo por la puerta, volvía a estar sola con el hombre que amaba, se había enamorado por completo de Chris y no sabía si aquello estaba mal o estaba en lo correcto, ¿Como estar con alguien tan peligroso? Fuese la única vez en la que ella se sentía a salvo, siempre creyo que hacía las cosas mal desde el principio, siempre creyo que estaba en lo incorrecto, pero al lado de Chris, de quien amaba...ella se sentía viva, se sentía invencible como nunca antes lo había hecho.