Los Juegos De Johanna Mason

La cosecha

Me despierta el aroma a pan tostado y algunos rayos de sol que entran por mi ventana, supongo que papá y Mily ya están despiertos y se encuentran desayunando, miro la hora y por sorpresa he dormido más de lo normal, claro pues hoy no hay trabajo en el distrito.
Me visto rápido y bajo a tomar algo, aunque no tengo mucho ánimo.

-Mmm pan con mermelada delicioso.
-No sé como pudiste dormir Johanna- su voz entrecortada me recordó que hoy es el día que nadie en nuestro distrito espera. El día de la cosecha, en dónde un chico y una chica del distrito son enviados a los juegos del hambre, con un sólo fin: matarse.
-Ni yo lo sé, pero tranquila ninguna de nosotras irá al capitolio te lo prometo- tomo un pan y le doy una mordida, Mily ni si quiera ha tocado su comida, debe estar nerviosa por su primer año.-Ni si quiera has tocado ese pan Mily
-No tengo ganas, mejor iré a arreglarme.

Le doy dos mordidas mas a mi pan y al igual que ella me levanto para ir a la bañera de agua caliente y ponerme ese vestido café claro que a mi madre tanto le gusta, lo compro hace un año para mi. Mientras me baño no dejo de sentirme nerviosa por lo que en unas horas me espera, no quiero salir elegida, no quiero ir al capitolio. Salgo de la ducha y me peino con una coleta, me pongo el vestido y unos zapatos de piso con brillantes. Ya en la sala papá y Mily están listos para salir. Mi padre con un traje muy elegante, y Mily con un vestido muy parecido al mío. Me despido de mamá pues ella no está obligada de ir a la cosecha por su enfermedad.

Caminamos hacia la plaza y veo a la mayoría de los niños con las miradas tristes, igual que la mía supongo. Cuando llegamos nos reunimos en la fila para que nos pinchen el dedo y obtengan nuestros datos con una máquina extraña. Veo a Abel de lejos en la fila de los varones de 16 años, le sonrió y el me regresa esa sonrisa que me tranquiliza.
-Tranquila Mily tomarán tus datos y debes formarte con las niñas de tu edad vale?
-Esta bien

Toman mis datos y me voy al área de las chicos de 16 años, la plaza es bastante grande, puedo ver ya instalado el escenario provisional donde se llevará a cabo la ceremonia, las pantallas enormes en las calles adyacentes para la gente que llega tarde pueda observarlo todo, además de las cámaras de televisión que quieren captar todo, para después retransmitirlo por todo Panem.

En las sillas del escenario veo al alcalde con su esposa, a Rossy Finnkre la acompañante del distrito 7 y Blight el mentor de nuestro distrito.

A las 2 comienza la ceremonia en donde el alcalde habla sobre la historia de Panem, los días oscuros y la rebelión que da inicio a los a juegos, después da las reglas de los juegos: en castigo por la rebelión, cada uno de los doce distritos debe entregar a una chica y un chico para que luchen a muerte. Después presenta a Blight como el mentor y último vencedor del 7.

Rossy, con su tan vistoso vestido rojo y zapatos excesivamente altos sube al podio. Ella no es tan extravagante como las acompañantes de otros distritos, es tan normal como nosotros a excepción de su voz, tan chillona como la del resto de las acompañantes.
-Felices juegos del hambre! Y que la suerte esté siempre de su lado!- sonríe,- Primero las damas- lo único que quiero es que no diga Milissent Mason. "Que no sea Mily por favor" es lo que pasa por mi mente. Saca un papel, el ambiente se torna muy tenso, estoy nerviosa.

-Johanna Mason- todas las miradas se voltean hacia mi. Siento como si una cubeta de agua fría me cayera encima y me suelto a llorar, escucho otro llanto, debe ser el de mi hermana, levanto el rostro y la veo, llorando igual que yo. No se que esta pasando ni si quiera se porque me he soltado a llorar, pero no puedo parar. Dos agentes de la paz me toman de los brazos y me cargan hasta las escaleras del escenario, y yo no dejo de llorar incluso pataleo y empujo a los agentes de la paz, pero ellos son más fuertes que yo. No quiero ir. Subo las escaleras y me limpio mis lágrimas pero no dejo de llorar, veo que la multitud solo me mira con lástima. Rossy me sonríe y me da un pañuelo y vuelve al micrófono.

-Ahora los varones- todo se queda en silencio solo se escuchan mis sollozos, incluso mi hermana ha dejado de llorar.
-Zelka Kramer- Lo veo caminar hacia el escenario muy decidido, es muy fuerte y alto, lo he visto, iba en la misma escuela que yo dos años adelante, es hijo de comerciantes, la suerte no estuvo de su lado. Sube sin ningún problema, a su lado yo parezco débil, y más porque no he parado de llorar, no quiero dejar a mi familia eso es lo que me hace llorar. Piden voluntarios, esperaba que Abel se ofreciera, pero es de mayor ayuda si se queda aquí cuidando de Mily. Como es normal en nuestro distrito, nadie se presenta como voluntario.

Nos damos la mano como lo indica Rossy y al termino del himno tenemos que ir al edificio de justicia, pero no consigo caminar, así que los agentes me cargan de nuevo y esto hace que el llanto vuelva. Los agentes nos meten al edificio de justicia.

-Deja de llorar niña, no pasa de que mueras en los juegos- Zelka se ríe y yo no logro decir nada, mi llanto para un poco y el alcalde me señala una habitación en dónde debo esperar la visita de mi familia.