Discusión

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Paso cinco minutos sola en la habitación bastante lujosa para mi gusto, hay algunos libreros de madera, y un sillon de piel muy hermoso, supongo que es aquí donde año con año los tributos se despiden de su familia, justo como lo haré yo. Me asomo por la ventana y puedo ver la plaza, todos se van a sus casas a celebrar que sus hijos no salieron elegidos. Algo me saca de mis pensamientos, es el ruido de la puerta que se esta abriendo, volteo rápidamente y veo a mi papá y a mi hermana entrar, los abrazo y les doy un beso, he dejado de llorar por unos momentos, quizás no vuelva a verlos, tengo miedo de no volver, pero debo ser fuerte por ellos.

Nos quedamos un rato en silencio, sólo los miro, quiero llevarme la imagen de su rostro al capitolio e incluso a la arena. Cuando al fin estoy lista para hablar comienzo por recordarles lo mucho que los quiero y que podrán seguir sus vidas sin mi, intento sonar menos triste de lo que me siento, pero en realidad me es imposible.

-Denle un beso a mamá de mi parte, Mily no quiero que pidas teselas, y si es necesario debes trabajar horas extra papá, los quiero- intento que mi voz no se escuche entrecortada, pero no lo logro, quiero llorar más, pero ya no hay lágrimas en mis ojos.
-Debes volver Johann, te necesito- mi hermana se suelta a llorar y la abrazo, dejo que sus lágrimas caigan sobre mis hombros y acaricio su largo cabello negro que me recuerda tanto a mamá. Se que ella no me necesita, en un año o dos, podrá ir al bosque a trabajar con mi padre y ganar dinero para la casa, tal como lo hice yo, pero supongo que para ella es muy duro el hecho de pensar que moriré en una tonta arena.
-Lo intentaré, pero sabes que es difícil pequeña, no tengo muchas habilidades y además tengo a los profesionales en mi contra- trato de animarla pero ella sólo llora más y más cada vez y se aferra a mis brazos con más fuerzas.
-Claro que no Johanna, eres buena con el hacha, eres mucho mejor que todos ellos, hija puedes volver, no te dejes vencer!
-No es lo mismo tirar arboles que matar personas papá, tengo miedo- comienzo a llorar
-Debes ser valiente hija, y todo saldrá bien, y quizás hasta te tendremos de vuelta pronto.
-Haré lo posible por volver- Nos abrazamos los tres y de repente veo como 2 agentes de la paz entran en la habitación y se llevan a mi familia. Me quedo otro momento sola hasta que se abre nuevamente la puerta y entra Abel, el único que me hace sentirme bien con sólo verlo, me cuelgo a su cuello pero el me retira de inmediato.

-Solo vengo a despedirme, supongo que no volveré a verte.- esperaba que el me pidiera que hiciera cualquier cosa por volver, pero el sabe que en realidad no lo lograré, es mas realista que mi familia.
-Si, y por eso quiero pedirte que ayudes a mi hermana en lo que necesite, solo te tiene a ti y a papá- y es cierto, mamá quizás decaiga por esta noticia y no sé si alcance el dinero en casa para las medicinas y la comida.
-No lo haré, tu y yo ya no tenemos nada, tu morirás en los juegos y yo seré libre, porque tengo que hacerme cargo de tu tonta hermana?
-Que?
-Lo que oyes Johanna, si morirás en esa arena no tiene lógica nuestra relación, sólo espero que esta niña chillona no tenga una muerte horrible jaja
-creí que me amabas y que podía contar contigo, pero ya me di cuenta que las cosas son distintas, no sé como puedes decirme esto, después de todo el amor que me juraste!
-Pensé que eras mas tonta Johanna, pero ya veo que no, supongo que ya te diste cuenta que eres débil, llorando y pataleando no lograrás durar ni 10 minutos en la arena así que, hasta nunca- se dio la vuelta intentando salir de la habitación, pero yo me sentí tan enojada con él que lo tome del brazo e hice que nuestras miradas se encontraran.
-Eres un idiota si crees que me dejaré vencer, soy mejor que tú y que cualquier otro tributo, te mostraré que no soy una persona débil, ya lo verás Abel- lo solté y el salió de la habitación. Ahora no sentía ganas de llorar, sentía rabia, hacia Abel y sus pensamientos sobre mi, toda la tristeza que me inundaba se fue.

Quizás este era el peor día de toda mi vida, salí elegida en la cosecha, quede como una débil ante todo Panem por llorar y patalear durante la cosecha, esa persona que me juro amor eterno, me dio la espalda. Pero de algo estoy segura, voy a volver al distrito y demostraré que no soy una débil, nadie más se volverá a burlar de mi, como lo hizo Abel.

Lo difícil será crear un plan para sobrevivir los juegos, después de quedar como una tonta llorona, no conseguiré patrocinadores, pero de algo estoy segura, si los demás tributos me ven llorando, pasaré inadvertida ante ellos. Quizás papá tenga razón, soy buena con el hacha, y cada vez que quiera matar a un tributo tendré la mente fría, pensaré que es un árbol y lo acabaré lo más rápido posible. Si le muestro mis habilidades a mi mentor, el podrá conseguir que un hacha este en la arena.

-Esta listo el tren niña!- un agente de la paz me saca de mis pensamientos, volví a llorar, pero esta vez no de tristeza, debía fingir si quería que todo saliera bien, si quería volver y darle una lección a ese tonto.

Camine de vuelta a la entrada del edificio de justicia, bajamos unas escaleras y ahí esperamos unos segundos un automóvil que nos llevaría hasta la estación de nuestro distrito. En realidad no se encuentra tan lejos, pero supongo que llevarnos en carro en una precaución para que no escapemos.

Cuando se detuvo el carro y abrió sus puertas lo primero que vida fue el tren que a mi parecer es bastante grande para 4 personas había muchas cámaras que como todos los años quieren grabar todos los detalles de los tributos, así que debía seguir con mi actuación, seguir siendo débil y pasar inadvertida....

Bueno, este es mi tercer capítulo de mi primer historia, espero poder actualizar todos los Domingos y también espero sus comentarios. Saludos!

Los Juegos De Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora