Un nuevo plan

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La noche paso tranquila a pesar de todo lo que sucedió la noche anterior, desde mis días en el capitolio no había dormido tan bien como lo hice hoy, ni si quiera me di cuenta cuando Rob se dispuso a descasar cambiando el turno de vigilancia con Ben.

-Dormiste bien eh!- me dijo Benedict mientras afilaba la punta de un trozo de madera, me intrigaba el saber si su actitud hacia mi cambiaría por el resto de nuestros días juntos en la arena, pero al parecer se había olvidado de nuestra tonta escena de ayer, o simplemente quería evitar tener más enemigos de los que ya tiene en esta arena.

-Claro- le dedique una sonrisa y el me la devolvió como siempre suele hacerlo- ¿Qué harás con eso?- señale el trabajo que realizaba con sus manos

-Necesitaba entretenerme- me dijo volteando hacia su lado izquierdo, como si intentará mostrarme algo, así que gire mi cabeza como él lo hizo, a simple vista parecía no haber nada, pero después de observar detenidamente por unos segundos me di cuenta que había unas cinco trampas distintas en los árboles adyacentes al "nuestro" –Espero que sirvan.

Yo también tenía la esperanza de que funcionaran, pues la comida comenzaba a escasear, aun teníamos algunas bayas que quizás terminaríamos devorando antes de que la noche caiga, y la última proteína que había saboreado fue el pescado de nuestro primer día.

Robert despertó unos minutos más tarde y, ya que creíamos que no había ningún animal cerca para caer en las trampas de Benedict, decidimos acercarnos un poco más al centro de la arena y en nuestro camino buscaríamos la comida. Con una caminata veloz (aunque algunas veces tuvimos que parar y asegurarnos de que no había tributos cerca) llegamos pronto al rio. El agua había disminuido considerablemente, y no existía rastro alguno de los peces.

-Los vigilantes quieren diversión- susurró Benedict pensando que no podíamos escucharlo –estos árboles ya no tiene bayas- señala el árbol en el que encontré a la ardilla mutada. Pensé en que año con año los vigilantes ofrecen un banquete cuando las cosas en la arena comienzan a escasear, supongo que estos juegos no están teniendo mucho éxito, pues es muy pronto para que ofrezcan dicho banquete.

-Tenemos un plan?- pregunto Robert, yo no tenía uno, pero quizás Ben ha pensado en algo, él siempre es más ingenioso que nosotros

-Les daremos su diversión- respondió Benedict. Mientras comíamos el resto de las bayas, Benedict intento convencernos de que no éramos mucho menos fuertes que los profesionales.

-Podemos diseñar un plan- dijo Ben mientras se metía una Baya a la boca- Y robarles un poco de comida, no perdemos nada.- parecía que disfrutaba el plan, o quizás la comida, no podía averiguarlo. Llenamos las botella nuevamente y decidimos dejar una mochila, pues ya no tenemos tantas cosas como al principio.

Nos acercamos lo más que podemos a la cornucopia sin ser vistos, la primera fila de árboles son demasiado bajos, así que nos ayuda a no ser vistos, pero aun así por protección nos subimos a un árbol enorme que puede soportarnos a los tres.
-Estas ramas nos camuflan muy bien- dije, este era un árbol típico de mi distrito, aunque estoy segura que está mutado, en casa un árbol como este no podría sobrevivir sin el agua de la lluvia.
-Nos turnaremos para vigilar y descansar-dijo Ben observando a los profesionales- en la noche todos debemos estar bien y reuniremos información.

-Yo voy primero- tomé uno de los tres contenedores de agua y baje lentamente y sin hacer ningún ruido.

-Ten cuidado- me dijo Robert con una voz tímida, como si dudará en decirme eso, quizás por la presencia de Ben o por simple vergüenza, le dedique una sonrisa que para mí significaba un gracias.

Me acerque algunos metros más al centro de la arena, me senté a los pies de un árbol, me encontraba lateral a la vista de los profesionales, así que a menos que giraran sus cabezas, no podrían verme. No hacían la gran cosa, solo habían 2 personas cuidando una pila de enormes mochilas, una chica cuyo nombre no recuerdo, es linda, un poco si no fuera por el horrendo mentón que tiene, recuerdo haberla visto en la repetición del desfile, era compañera de Dailey, se me hizo un nudo en la garganta al recordar a este último. Al chico no lo reconocí, no recuerdo haberlo visto antes, es alto casi tanto como Rob y fornido, su piel es color canela y su cabello es castaño. Supongo que los demás salieron de cacería y a ellos los dejaron cuidando. No sé cuánto tiempo pasó hasta que volvieron los profesionales, tuve que esconderme bien para que no me vieran. Revisaron las mochilas que antes estaban protegidas por los otros dos "profesionales". Algunas las separaron y las pusieron en un lado. Sacaron algunos contenedores de las mochilas del montón, repartieron la comida y se sentaron a platicar y comer. <<Así que eso es lo que tenemos que robar>> pensé, mientras ellos tienen comida para toda una semana nosotros tenemos que sufrir para poder alimentarnos.

Terminado su delicioso banquete, Neal, Aine y la chica del 4, fueron a dar otra vuelta para matar a más tributos. Ben llegó para continuar la vigilancia unos minutos después y yo dormí en el árbol. Mi sueño no es profundo como el de anoche, tengo miedo de caerme del árbol así que despierto varias veces. Cuando el sol comienza a esconderse despierto y veo a Rob y Ben platicando, no quiero desconfiar de ellos, pero cualquiera aquí en la arena puede traicionarte. Bajo del árbol para averiguar de qué hablan esos dos.

-Planeaban empezar sin mí?

-Planeábamos esperar a que despertaras- dijo Benedict en un tono burlón.

Nos sentamos unos minutos a reunir información, les conté lo que sabía sobre las mochilas con comida y la guardia que hacían los otros dos chicos, Benedict conto que durante su guardia no hacían nada interesante, salían de cacería varias veces y turnándose tal como lo hacemos nosotros para descansar y vigilar, y finalmente comenzaban a descansar cuando Rob estaba viéndolos, aunque alguien se quedaba despierto para cuidar las provisiones.

-Así que tenemos dos oportunidades- dijo Benedict llevándose la mano a la barbilla como si intentará planear algo- Una durante sus horas de cacería y otra cuando descansan.

-O cuando están comiendo- interrumpió Robert- Así tendremos más visibilidad de la comida- me parecía un poco más arriesgara la idea de Rob, pero yo no tenía una mejor, así que apoyaría la que ellos quisieran- podemos distraerlos, ya se nos ocurrirá alguna manera.

Nos fuimos a dormir y quedamos en que todos pensaríamos en algo para nuestro plan, aunque claro me toco hacer la primera guardia de la noche, hoy sólo apareció el chico del 6 en el cielo y los profesionales ni si quiera habían salido en busca de víctimas, así que mañana nos esperaba un día lleno de diversión por parte de los vigilantes.

Los Juegos De Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora