El primer golpe al corazón

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Me despierta la Voz chillona de Rossy, me levanto y tomo un baño rápido como me lo han indicado. Otra vez me entretuve en la bañera. Bajo al centro de entrenamiento, en donde me espera gente del capitolio para trasladarme a la arena. Mis nervios fuera de control se empiezan a convertir en algo constante, pero la gente no parecía notarlo. Es más, no creo que las pestañas que tienen les dejen el campo de visión suficiente para captar mi presencia. Antes de subir al aerodeslizador, veo a Blight.

-No tenemos mucho tiempo- me dice mientras me toma del hombro con una ternura casi familiar.- No entres al baño de sangre, casi nadie sale vivo de los profesionales, busca agua y plantas comestibles, mientras yo busco patrocinadores para ti, Zelka y tu aliado.
-Gracias- le contesto- ¿Dónde está Zelka?- Antes de que él pueda contestar dos agentes de la paz me suben al aereodeslizador.

Hay varios chicos, la chica del 3 y la del 6, Dailey y los del 11. Nos ponen un dispositivo en el brazo mediante una aguja, y hubiese sentido dolor si mis nervios no estuviesen carcomiendo todas mis otras emociones. Escucho a los del 11 decir que es para rastrearnos en la arena. Ellos parecen buenos amigos, no como Zelka y yo. Cuando llegamos a la arena voy directo con Iris, quién me da la ropa que han mandado los vigilantes para mí.

-Estos trajes no los hice yo, pero conozco la tela-me dice mientras me pasa las prendas- La chaqueta es térmica, al igual que el pantalón, permitirán mantenerte a una temperatura estable sí hace frío o calor. Las botas son de lluvia, y la tela de la chaqueta es difícil de humedecer, a menos que nades con ella-yo me visto mientras ella habla- al parecer está arena tendrá demasiados cambios de temperatura y bastante lluvia, es toda la información que puedo darte.

-Gracias- <<Y es suficiente>> pienso. Estoy acostumbrada al calor y la lluvia, pero en el 7 casi no hace frío, la única desventaja que tengo. Recuerdo claramente cada lluvia que pasé recostada conversando con Abel... Pero no debo recordarlo, estoy a punto de entrar en la arena, y va a ser mas difícil que cualquier otra circunstancia que haya tenido oportunidad de presenciar. Iris y yo comemos juntas. Yo tomo bastante agua (para sobrevivir a mis primeras horas en la arena) pero me cuesta hacer que la comida pase por mi garganta. Casi no le sentí gusto.

Después de comer me coloco en una plataforma de metal y unos segundos después aparece un tubo cristalino y la plataforma comienza a subir. La luz me ciega por un momento, todos los lugares por los que había pasado en el dia estaban casi a oscuras . Cuando al fin puedo ver, reconozco un bosque, con árboles muy muy grandes, estoy segura de que eran unos pinos mutados especialmente para la ocasión. Pensé alguna posible razón, pero no tuve tiempo de razonar con la cantidad de cosas que pasaban a mi alrededor. Veo a quien está cerca de mi, el chico del distrito 6 a mi derecha y el del 11 a mi Izquierda. Veo la Cornucopia al centro, y recuerdo lo que dijo Blight, no debo ir al baño de sangre. Debo buscar un lugar para esconderme, el bosque debe ser frío pero habrá comida, escucho la voz de Claudius Templesmith, "Damas y caballeros ¡que empiecen los septuagésimos primeros juegos del hambre!". Y comienza la cuenta regresiva de los 60 segundos, iré al bosque, pienso, quizás pueda subir a un árbol y encontrar comida. 50 segundos, veo a Benedict a unos 5 tributos de dónde estoy yo. 40 segundos, volteo y veo una mochila a unos 30 metros de mí, iré por ella y correré al bosque. 30 segundos. Volteo a ver a Benedict, él parece dispuesto a correr al bosque, y a su lado esta Robert, el profesional; Benedict corre peligro. 10 segundos, visualizo la mochila lista para correr, pero más adelante veo un HACHA. Claro, la pusieron para mi. 5 segundos, suena el gong y salgo corriendo directo a la mochila, la cual tomo y me pongo a los hombros mientras sujeto dos cuchillos que había a un lado.
Los chicos que estaban a mi lado huyeron al bosque. Veo a lo lejos que los profesionales están peleando, veo a Robert protegiendo a la chica de su distrito y es mi oportunidad para tomar el hacha. Corro, pero cuando estoy apunto de llegar veo como la chica del distrito 6 va directo a ella, no lo dudo y le lanzó el cuchillo directo a su cuello, le doy y ella se tira de rodillas, supongo que ha muerto, llego al hacha y la tomo, levanto la cabeza para saber si existe peligro y para mi sorpresa, Dailey el chico del distrito 4, me ha visto matarla. No sé que hacer, me quedo ahí, parada frente a él. Hasta que lanza un cuchillo. No era para mi, claro, si no para protegerme de otro tributo que quería atacarme. ¿Por qué lo hizo?. Ni si quiera hemos hablado, sin pensarlo corro hacia el bosque y detrás de mi escucho <<siguela, traela viva o muerta >>, No es la voz de Robert, si no de alguien más, pero ¿se refieren a mi? Sigo corriendo hasta que me interno en el bosque. Cuándo creo que estoy lo suficientemente dentro tomo un poco de aire y me recargo detrás de un árbol.
Con una mano sostengo el cuchillo que me quedó, y con la otra el hacha. Me acomodo la mochila, hasta que un ruido me hace ponerme a la defensiva. Volteo y veo a Dailey a unos metros, sigue a alguien y esa no soy yo. El chico sigue caminando a pasos lentos, hasta que veo a quién persigue, es Zelka. <<debo huir >> pienso, pero no quiero que en casa piensen que Zelka murió por mi culpa. Sin hacer ruido sigo a Dailey. Cuando está a punto de atraparlo comienzo a gritar.
-Zelka corre- el intenta correr, pero veo que cojea, Dailey me ve y sin pensarlo le lanza un cuchillo y le da en la parte posterior del cuello. Comienzo a correr hacia Dailey, el parece asustado por matar a Zelka. Veo que él ya no tiene ningún arma. Así que lo haré rápido, lo empujo hacia un árbol y y le doy con el hacha en el pecho para asegurarme que su muerte sea rápida. Sus ojos automáticamente dejan de ver, y su respiración se quiebra. Pero, no suena ningún cañon. <<Sonará al final del baño de sangre>> me digo a mi misma. Fui hacia Zelka que se encuentra con la cara en el suelo. Quizás haya muerto al instante, le quito el cuchillo y lo limpio con su ropa. Me aseguro que no haya nadie cerca pues seguro los profesionales vendrán a buscar a Dailey. Guardo los dos cuchillos en mi mochila y comienzo a caminar para alejarme de la cornucopia, también debo encontrar un lugar seguro, agua y comida.

Llevo aproximadamente una hora caminando, entre más me adentro al bosque, mas húmedo es el ambiente. Los árboles eran, efectivamente, completamente nuevos. Y el suelo estaba cubierto de sus hojas. El sol me llenaba los ojos de una esperanza algo extraña, como si no fuera a volver a verlo en mucho tiempo y quisiera despedirse. Nunca tuve tiempo de razonar el por qué de su extraordinaria luminosidad, atravesaba las copas de las plantas y llegaba en perfecto estado al suelo.

Estoy cansada. Me siento bajo un árbol a relajarme un poco y revisar lo que tengo, la mochila es pesada después de todo, el hacha es muy ligera a comparación de las que uso en casa. Tengo una botella con agua, muy pequeña, una lata para almacenar comida (la que abro esperando encontrar algo sin resultados positivos), hay cerillas y una bolsa para dormir bastante grande. Con respecto a las armas, tengo 2 cuchillos y mi preciada hacha. Le doy un trago a la botella de agua y decido caminar, sin dejar de pensar en que mate a Dailey después de que él me protegió de otro tributo. Quizás me quería de aliada, o le dio miedo matarme, eso nunca lo sabré, pero la culpa me hacía un nudo en la garganta. Aunque había otra cosa que me inquietaba; la escena de la muerte de Zelka y Dailey me recuerda a mi sueño en dónde vi morir a Mily. Seguro ella y papá me vieron matar al chico del distrito 4, y la verdad sólo espero que no me crean un monstruo. Escucho que algo cae a mis espaldas. Asustada y con el corazon en la boca, tomo mi hacha con fuerza dispuesta a atacar.
-Hola, Johanna - lo veo, recargado sobre él árbol, con una sonrisa discreta pero hermosa, dedicándome uno de sus guiños característicos.

Los Juegos De Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora