Me hallaba en mi cama, medio dormida, la luz se colaba poco a poco por las cortinas iluminando mi rostro. Abrí los ojos lentamente y me fijé en la hora, era pronto, apenas eran las ocho de la mañana, tenía que ir a clases pero estas empezaban dentro de dos horas, me disponía volver a dormir hasta que recordé que hoy era un día especial...
Me senté en la cama y suspiré sonoramente mientras con una mano me llevaba el pelo hacia atrás. Era un día especial, sí, pero no había nada que celebrar, hoy hacía siete años de la muerte de mi madre. Murió cuando tenía 13 años, de cáncer, su vida no había sido nada fácil, pues se tuvo que buscar la vida desde muy joven y por más que intentó salir hacia delante, siempre le surgía algún inconveniente, se puede decir que apenas tuvo suerte, la verdad.
Salí de mis pensamientos y me dirigí hacia la ducha. Al salir y vestirme, oí como me llamaban..
-¡Lexa, el desayuno está listo! Decía una mujer de mediana edad.
-Vale, ya voy. Le respondí. Ella era Anya, mi madre adoptiva, os preguntareís por mi padre, pero ni yo lo sé, mi madre lo describía como una etapa tormentosa en su vida y de ahí no decía más, tampoco tenía curiosidad por saber más de él, así que no le insistía.Fui a la cocina y le di los buenos días a Anya, me miraba con cara de preocupación, pues sabía lo que significaba este día para mi.
-Estoy bien. Le dije mientras le sonreía y me comía el delicioso desayuno que me había preparado, huevos fritos con bacon, tostadas y café. -Iré a verla y después de clases he quedado con Octavia para tomar algo.
Ella asintió. -¿Te espero para la cena?
- Por supuesto, no tardaré mucho.
- ¿Quieres que te acompañe al cementerio? Me miraba con incertidumbre.
- No, tranquila, no te preocupes.
Sabía que me quería apoyar, siempre se preocupaba por mi, de no haber sido por ella mi vida podría haber sido igual de trágica que la de mi madre, renunció a muchas cosas por mí y eso no lo hace cualquiera... ella es especial.- Hasta luego Anya, gracias por el desayuno. Le dije dándole un beso en la mejilla.
-No hay de que, hasta luego cariño. Me respondió con una cálida sonrisa.Teníamos una vida bastante modesta, no nos faltaba de nada pero tampoco nos dábamos muchos caprichos. Cogí la moto y me puse el casco, dios, como me encantaba esta moto, trabajé duro para poder conseguirla, una Triumph clásica. La miré con orgullo y arranqué. El cementerio se encontraba a unos quince minutos de mi casa.
Estaba delante de su tumba en la que ponía " Leone Woods " me senté, la limpié un poco y sonreí levemente.- Bueno mamá, aquí estoy, siento no haber podido visitarte estas semanas, he estado hasta arriba de trabajos de la Universidad... sabes, la carrera de ingeniería ambiental es más dura de lo que pensaba, pero me va bien, estoy contenta. -Decía mientras hacía pequeños círculos con el dedo en el césped.
Anya sigue cuidando bien de mi, es una gran mujer, ojalá vuelva a tener pareja, lleva un tiempo sin estar con nadie pero bueno, ella dice que está bien como está, aunque me haría mucha ilusión verla con alguien. Sería estupendo - hablaba con mucho entusiasmo, la verdad, me encantaba contarle cosas a mi madre.Pero... a decir verdad, yo tampoco quiero tener una relación, las que he tenido han sido siempre muy pasajeras, nunca he llegado a enamorarme de verdad pero supongo que con el tiempo surgirá. ¿Cómo será la chica de la que me enamore? Te imaginas, porque yo no. - Sí, he de aclarar que soy lesbiana, siempre lo supe y no es ningún secreto para nadie.
Ojalá estuvieras aquí mamá, siempre te echo de menos, me hubiera gustado darte la vida que merecías, pero te fuiste tan pronto -suspiré con pesar- no tengo mucho más que contarte, como te dije he estado hasta arriba de trabajos y no he podido tener casi nada de vida social, pero esta semana seguro que saldré por ahí con mis amigas, y sí, tendré cuidado, recuerda que se cuidar bastante bien de mi, que por algo se kick boxing y krav maga, tienes una hija que sabe pelear -dije con orgullo. Ya va siendo hora de que te deje, tengo que ir a clases, cuidate estés donde estés, vendré a visitarte lo más pronto que pueda.
Solté un te quiero mientras acariciaba la lápida y me fui.Iba caminando lentamente, cuando vi a alguien llorar desconsoladamente, era una chica rubia, estaba sentada delante de otra tumba, la miré con pena, sabía lo duro que era. Estaba pasando al lado suyo, pretendía pasar como si nada pero no pude evitar volver a girarme y la observé, ella no parecía darse cuenta de mi presencia, estaba tan inmersa en su dolor...
Caminé hacia ella.-Toma. Le dije mientras le ofrecía unos clinex.
Ella me miró con desconfianza pero no se pudo negar a los clinex, pues los necesitaba y bastante. Gracias alcanzó a decir entre sollozos.
- De nada. Le sonreí. ¿Quieres que te ayude en algo? Si quieres hablar, te escucharé, sé lo duro que son estas situaciones y ...- de un momento a otro me di cuenta de que me había perdido totalmente en su mirada, esa mirada llena de dolor, miedo hasta podría decir que rencor, pero consiguió llamar tanto mi atención, que quería saber todo de ella, y eso me sorprendió, no es común en mi.Ella me observó durante unos segundos, a saber que estaría pensando de mi, por un momento pensé que me diría vete o algo por el estilo pero se levantó, se secó las lágrimas y me miró de reojo, parecía que le costaba abrirse a los demás.
- Si no quieres no pasa nada, no quiero molestar. Le dije.
-¿Tú también has perdido a alguien importante? Me preguntó
-Amm si, a mi madre, hace unos años. - le respondí mientras la miraba atentamente, no me miraba a los ojos, los tenía clavados en la tumba. Pero después de responderle me miró directamente y dijo lo siento, nos seguimos miramos unos segundos más, hasta que volvió a caer una lágrima por sus ojos e impulsivamente me acerqué más a ella y se la sequé, ella se sorprendió pero dejó que siguiera.- Es bueno llorar - alcancé a decir. Ella me sonrió un poco.
- Lo sé... Es tan duro todo esto... Es mi padre, hace un año que se fue y no consigo superarlo, no sé como...La rubia tenía la mirada totalmente perdida, el infierno por el que debía estar pasando.
- Los primeros años son duros, yo tarde bastante en recomponerme, pero al final con esfuerzo, apoyo de tus seres queridos y ayuda del tiempo se consigue sobrellevarlo.
-Seres queridos... -susurro con algo de desprecio.
No me atreví a preguntar más. Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que me di cuenta de la hora que era, tenía escasa media hora para ir a la Universidad, pero mi cuerpo se negaba a irse, está chica me intrigaba y mucho, aunque vaya situación para fijarme en una chica.- Me tengo que ir ya, si quieres que te acerque a algún sitio..
- No hace falta, he venido en mi coche, pero muchas gracias -me decía mientras me miraba- gracias por tu apoyo de verdad.
- No hay de que -sonreí- ¿Vives aquí, en el pueblo?
- No, por ahora, pronto me mudaré, aunque será duro, apenas conozco nada - decía con nerviosismo.
- No te preocupes, aquí todos son muy simpáticos, bueno no todos, siempre están los que la lían, pero en general, este sitio está bastante bien, y la ciudad queda cerca, espero que te adaptes bien y a ver si nos volvemos a ver - le dije con mucho entusiasmo.Ella asintió levemente. - Eso espero, gracias por los ánimos. Y sonrió, tenía una sonrisa muy bonita y acompañada de esos ojos y esa mirada... Era increíble. Salí de mi burbuja de fantasía y finalmente nos despedimos.
Iba en la moto de camino a la Universidad pensando en lo que dije.
"A ver si nos volvemos a ver" ¿en serio? Me sentí algo idiota y negué con la cabeza.. Espero que si, quiero conocerla más.Espero que os guste, hace años que no escribo y después de lo que pasó en The 100 me volvió la inspiración. Clexa forever!
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Don't be Afraid
RandomHistoria alternativa sobre Lexa y Clarke. Habíamos perdido a alguien importante en nuestras vidas, nos habían traicionado y luego, luego nos conocimos.