Capítulo IV

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Clarke

Al día siguiente

Estaba empacando las últimas cosas que me quedaban, algunos cuadros hechos por mi, varios libros... Al fin estaba todo empacado, ya era hora de volver al pueblo, el lugar que una vez fue mi hogar hace más de cinco años ya, pero por motivos del trabajo de mis padres nos tuvimos que mudar a la ciudad, aunque tampoco es que esté lejos, sólo a una hora en coche.
Estaba nerviosa por volver, por el poco tiempo que estado allí al visitar la tumba de mi padre pude observar muchos cambios, en cierto modo, el pueblo se había modernizado bastante pero seguía mantenimiento ese toque rural que tanto me gustaba.

Había alquilado un pequeño apartamento cerca de la Universidad, ya tenía casi todo amueblado, sólo me faltaba colocar toda mi ropa y libros, oh dios, tenía muchos libros, ya si de por sí los de medicina eran muchos, era una fanática de la astronomía, y de la naturaleza en general, me gustaba mucho saber todo lo que este planeta tiene, es maravilloso. La mayoría de mis dibujos eran de paisajes, me encantaban.
Sonreí, aún recuerdo como mi padre me animaba a que siguiera dibujando, me planteé seguir bellas artes, de hecho era lo que quería hasta que ocurrió el accidente... Desde ese momento todo cambió en mi, nació algo dentro de mi con mucha fuerza, de pronto quería hacer todo lo posible por salvar vidas, quería hacer todo lo posible para evitar que la gente sufriera.

Aparqué el coche, lo bueno de los pueblos es que no te tienes que preocupar por buscar sitios para aparcar. Bajé, cogí varias cajas y lo fui dejando todo en el apartamento, por suerte solo tuve que darme dos viajes, miré a mi alrededor y suspiré, aún me quedaba trabajo por delante. Puse música a tope en mi móvil y empecé a colocarlo todo.

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Tres horas me había llevado dejarlo todo más o menos decente, estaba agotada pero me moría de hambre y no tenía nada de comer, por lo que suspiré otra vez, me di una ducha rápida, me hice una coleta alta, me puse unos leggings, una camiseta azul, unas deportivas y bajé a por comida.
Fui al restaurante de la otra vez. Miré el menú, lo pediría para llevar, sólo quería comer y caer en la cama lo más pronto posible. Me decidí por un filete de pollo y patatas fritas y de postre un helado. Me senté a esperar hasta que estuviera listo. Miraba por la ventana aburrida, la gente paseaba tranquilamente, unos con sus amigos otros en familia, algunos niños en bicicleta, otros corriendo...sonreí con tristeza, se me vinieron muchos recuerdos a la cabeza de cuando mi familia aún estaba unida, que tiempos. Después del accidente tardé seis meses en recuperarme, me rompí varios huesos pero lo peor fue la herida de las costillas, se me incrustó un trozo de metal del coche...se me erizó la piel al recordar los dolores que tuve por meses.
Cuando mi madre vio que ya estaba más recuperada me soltó la noticia de que estaba saliendo con otro y fue un verdadero shock para mí, no me podía creer que ya hubiera sustituido a mi padre. Después de eso me fui de esa casa, no soportaba seguir allí. Demasiados recuerdos y tampoco soportaba la idea de ver a mi madre con alguien más, simplemente no podía, todo me superó. Me fui un tiempo a vivir con el que era mi novio en ese entonces y...
Tuve que salir de mis pensamientos, pues me llamaban, mi comida ya estaba lista.

Pagué y le di las gracias a la mujer mayor que me atendió, era muy agradable.

- Que vuelva pronto señorita. - Me dice. A lo que asiento con mi cabeza.

- Eso seguro le digo y me marcho con mi bolsa de comida, nada más salir me encuentro con una cara conocida, era la chica con la que me había encontrado ya dos veces... Mmm Lexa se llamaba, si. No se dio cuenta de mi presencia, estaba rodeada de varios amigos y al parecer se lo estaba pasando muy bien, no paraba de reír, he de reconocer que es una chica muy guapa, tiene una belleza poco común, además su estilo era muy guay, muy en plan rockero. Pensé en saludarla pero no quería interrumpir así que me fui directo a casa.

Ya en casa devoré la comida, estaba deliciosa, sin duda volvería a ese restaurante aunque he de admitir que cocinar no es mi fuerte, bueno soy bastante mala para que negarlo. Hay meses en los que solo sobrevivo a base de comida basura...debía cambiar de hábitos y aprender a cocinar de una vez, aunque el restaurante me lo iba a poner difícil, su comida está muy buena.
Miré la hora, eran las nueve de la noche, aún era pronto, pero me caía del sueño, había tenido una semana muy movida con la mudanza y sumándole las pesadillas que no me habían dejado dormir bien pues estaba que no podía con mi vida.
Fui a la cama y me quedé dormida enseguida.

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Lexa

Había tenido una tarde muy divertida, salí con mis compañeros de clase y fuimos al cine, luego a un bar y estuvimos jugando al billar, a los dardos y tomamos varias copas. Hace tiempo que no me lo pasaba tan bien.
Iba caminando hacia mi casa mientras miraba mi móvil y respondía varios mensajes de mis amigos, luego me quedé mirando fijamente el número de Clarke, no me había escrito nada, bueno yo tampoco, no sabía que decirle, o si que lo sabía pero me daba mucha vergüenza escribirle, no quiero que piense que la acoso o algo raro, estaba esperando a que ella lo hiciera, pero a este paso... Aunque seguro que estaba ocupada con la mudanza y no se habrá acordado de mí, total sólo nos hemos visto dos veces. Me mordí el labio suavemente, estaba algo nerviosa, pero no le di más vueltas y seguí con mi camino. Era viernes, y aún era pronto, así que me pondré a ver series.

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Clarke

No sabía cuánto había dormido pero me encontraba tan bien y relajada, miré por la ventana, al parecer aún estaba amaneciendo. Me senté y miré el móvil, llevaba un tiempo sin hablar con mis amigos, en especial con Raven, mi mejor amiga, decidí escribirle diciéndole que ya había terminado de mudarme y que estaba bien, que cuando quisiera me visitara, también le pregunté cómo estaba ella y algunas cosas más. Recordé que tenía el número de Lexa y que fui yo quien se lo pidió y aún no le he escrito nada, se pensará que me he olvidado de ella, aunque en parte así fue, he estado tan ocupada. Miré unos segundos su número y al final le escribí.

- Hola, Lexa, ¿qué tal? .. Al fin me he mudado, ha sido todo una locura. Espero verte pronto.

No sabía que más ponerle, así que le envié sólo eso.

Dejé el móvil y me levanté de la cama, mis planes para hoy era explorar el pueblo y ver como estaba ahora, ver que cosas nuevas tenía y ver los antiguos lugares por los que me encantaba pasear cuando era pequeña, así que me esperaba un día de aventuras, mejor, así me mantenía ocupada y no me comía la cabeza con pensamientos innecesarios.



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