Primero que todo siento mucho el no haber actualizado la semana pasada, no he tenido apenas tiempo.
Gracias por vuestros comentarios y seguir leyendo! Prometo no tardar tanto la próxima vez.Habían pasado ya varias semanas desde que salimos de fiesta al pub, apenas había tenido tiempo para ver a Clarke ya que estábamos muy ocupadas con la Universidad, a veces nos veíamos para comer y poco más. Clarke solía irse los fines de semana a la ciudad para visitar a su madre, me comentó que estaba intentando arreglar su relación, pues habían pasado momentos muy delicados desde la muerte de su padre. Me parecía estupendo que estuviera esforzándose para solucionar sus diferencias con su madre. Me alegraba por ella, al menos tenía a su madre y sería muy triste que no mantuvieran una buena relación.
En cuanto a mi, llevaba un tiempo muy emocionada por lo que me comentó Octavia acerca de lo que Clarke pensaba sobre el amor, tenía una pequeña oportunidad y pensaba aprovecharla. Llevaba varios días planeando una escapada a la montaña, pero aún estaba buscando el momento perfecto en el que tuviéramos todos tiempo, pensaba en que fuéramos los cuatro.
Conocía un sitio perfecto llamado Trikru, un nombre bastante peculiar. Pero valía la pena ir, estaba a unas dos horas en coche, llevabas tu propia tienda de campaña y todo lo que necesitases. Cuando iba me encantaba levantarme pronto y ver el amanecer cerca del precipicio de una montaña y admirar las vertiginosas vistas que ésta te proporcionaba.Pero lo dicho, debía encontrar el momento adecuado.
Era domingo por la tarde y decidí irme a entrenar, aunque hoy lo haría sola ya que Indra descansaba esos días. Entré al edificio, cogí el ascensor como de costumbre y me cambié de ropa, puse algo de música y empecé a practicar arduamente con un saco de boxeo.
Lo golpeaba sin cesar, siempre me inventaba un enemigo imaginario y hacia que esquivaba ataques, lancé varias patadas a los laterales del saco, este se movía de un lado a otro haciendo pequeños ruidos. Llevaba varios minutos y las pequeñas gotas de sudor empezaban a aparecer, cayendo con lentitud sobre mi rostro, hasta llegar a mi cuello. Me encantaba esta sensación. Me encataba el cansancio que sentía por el gran esfuerzo físico que me obligaba a mi misma a realizar. No sabía por qué, pero desde pequeña me había interesado en la lucha, en las artes marciales en general, aún quiero aprender más cosas pero bueno, eso con el tiempo.
Dejé de golpear el saco y cogí uno de los palos que habían en la pared, y seguí atacando a mi enemigo imaginario. Varios minutos después el cansancio empezó a hacerse presente, empezaba a respirar con dificultad y a jadear. Pero no quería parar, quería caer exhausta...El sonido de mi móvil me descolocó y me hizo perder la concentración, me acerqué a el. Era un mensaje. Una sonrisa tonta apareció. Era Clarke.
Acaba de llegar a su casa, había estado este finde fuera también, pero ya estaba aquí, me pidió verme y no me lo pensé dos veces. Le dije que la iría a ver, que estaba cerca. En cuanto le envié el mensaje corrí a cambiarme de ropa y a lavarme la cara y manos. Me hice una coleta decente y salí del edificio. Esta vez no traje mi moto conmigo así que fui caminando.Cinco minutos después ya estaba allí, frente a su puerta, toqué el timbre y segundos después me abrió la puerta con una gran sonrisa en su rostro. Se me congeló todo, llevaba varios días sin verla y el tenerla en frente mío sonriendo de esa manera me hacía perder la razón. Era tan hermosa.
- ¡Lexa! -se hace a un lado para dejarme pasar- entra, me alegra que hayas venido -paso rápidamente.
- Y yo -le sonrío y me mira con dulzura haciendo que mi corazón se paralice- ¿qué tal el viaje?
- Aburrido, como siempre. - Se sienta en el sofá y me hace señas para que la acompañe. - ¿Has estado entrenando? - me dice mientras mira mi bolsa que uso para llevar a los entrenamientos.
- Si, justo estaba entrenando cuando recibí tu mensaje.
Se queda pensativa durante unos milisegundos. - Lo siento, no quería interrumpirte.
Negué con la cabeza. - No te disculpes, ya estaba terminando de todas maneras -mentí, aún quería entrenar más, pero Clarke era más importante.
Me mira con dudas y asiente.- Estarás cansada.
- Un poco.
- ¿Quieres algo de tomar? - me pregunta mientras se levanta del sofá.
- Agua, por favor, estoy sedienta.
Se ríe. - Normal, seguro que has estado practicando hasta no poder con tu vida.
Me encantó que dijera eso, ya empezaba a conocerme mejor.
Se dirigió a la cocina a por mi vaso de agua, escuchaba atentamente todos sus movimientos. Segundos después se vuelve a dirigir hacia mi.
- Aquí tienes -me da el vaso con agua. Lo cojo.
- Muchas gracias Clarke. -Doy un buen trago bajo la atenta mirada de Clarke, no me quiero imaginar cosas, pero me parece que la rubia últimamente me mira más y eso me hacía poner nerviosa. Que esos preciosos ojos azules que poseía me miraran de esa manera me encantaba. - ¿Qué tal las cosas con tu madre?
- Va mejor, empiezo a adaptarme mejor y su pareja he de reconocer que es un gran hombre, la trata bien. ¡Incluso salimos los tres de compras! Fue extraño, pero divertido.
Hace una pausa, mira sus manos fijamente y sonríe con tristeza.
Hace que me preocupe.- Mi padre solía acompañarme a ir de compras, no le gustaba, pero aún así iba conmigo, le echo de menos..
No pude evitar acercarme a ella, la rodeé con mi brazo derecho y la traje hacia mi, posó su cabeza en mi hombro y acaricié su espalda suavemente.
- Es normal Clarke.
- A veces se hace insoportable el no tenerle, el no poder compartir más momentos de mi vida como él. Pasó todo tan rápido Lexa... A veces me pregunto como logré sobrevivir..
Mi cuerpo se tensó, no quería escucharla decir eso.
Clarke me había contado todo lo que pasó el día que perdió a su padre en ese trágico accidente y de cómo consiguió sobrevivir y toda la rehabilitación por la que tuvo que pasar, realmente fue duro para ella y eso me ponía triste.
- No pienses en eso, estás viva, la vida te ha dado otra oportunidad, aprovéchala y vívela... Se que es duro Clarke -la acaricio el pelo- pero aquí me tienes ¿vale?
Se separa de mi un poco, lo suficiente para que nuestras miradas se crucen. Me lanza una mirada de agradecimiento y sonríe.
- Me alegra tanto haberte conocido Lexa.
- Apuesto a que no más que yo - le dije en un tono divertido.
Se ríe y hace que me relaje un poco, la rubia estaba triste, se podía notar y no me gustaba verla así.
- Gracias por escucharme - me susurra y se vuelve a colocar en mi hombro Cierra sus ojos y suspira lentamente.
Parece cansada.La aprieto más contra mi pero sin hacerla daño, esta vez acaricio su brazo, de arriba a abajo. Es la primera vez que estamos teniendo tanto contacto, últimamente me siento más unida a ella y nos tenemos más confianza.
Eso me gusta.
- Clarke, estarás cansada, será mejor que me vaya.
- Shh..sólo un rato más - me dice aún con los ojos cerrados. Mi corazón da un vuelco de felicidad. Estaba claro que no quería que me marchara.
Nos mantuvimos así por varios minutos, nos contamos un par de cosas cotidianas y nada más.
Ya era de noche. Clarke me acompañó hasta la puerta, estábamos fuera, frente a su casa, me dio un cálido abrazo y volvió a agradecerme el que haya venido y escuchado.Justo cuando iba a despedirme, el destino decidió destruir ese momento perfecto que estaba teniendo con Clarke. Una figura indeseable se cruzó por mi camino, haciendo que me hirviera la sangre nada más verle.
- Vaya, vaya... Mira a quien tenemos aquí, a la gran Lexa...y ¿a su nuevo ligue? ...
ESTÁS LEYENDO
Don't be Afraid
RandomHistoria alternativa sobre Lexa y Clarke. Habíamos perdido a alguien importante en nuestras vidas, nos habían traicionado y luego, luego nos conocimos.