Capítulo 2

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Debía reconocer que dejar las clases de Lacrosse, al final había resultado ser una buena idea. Ya no tenía que buscar excusas para no ir al entrenamiento porque estaba tratando de resolver asesinatos. Y cuando no había nada pendiente, contar con una tarde libre le venía de maravilla.

El único inconveniente que podría haber surgido, la falta de ejercicio físico, estaba más que suplida con la cantidad de carreras que se pegaba todos los días en el bosque, buscando rastros de Alphas, coyotes, guaridas y coches accidentados.

Hoy era una de esas tardes en las que no tenía nada que hacer, y tenía intención de aprovecharla al máximo: Iba a echarse una siesta de campeonato, justo después de darse una larga y relajante ducha.

Cuando los dedos ya estaban arrugados, Stiles salió de la ducha. Con el albornoz medio atado y descalzo, caminó hasta su dormitorio y abrió el armario para buscar algo que ponerse.

- Hola.

En una milésima de segundo, dio un salto que casi le hizo chocar contra el techo. En otra milésima, dio media vuelta para encontrarse con la persona que le estaba esperando. Al segundo siguiente, sus manos dejaron de temblar lo suficiente para poder llevarse una al pecho, y pedir calma a su corazón desbocado.

Y todo eso lo hizo sin dejar de gritar...

Para que luego dijeran que no era capaz de hacer varias cosas a la vez.

Por desgracia Derek, que era su inesperada visita, no parecía estar muy impresionado.

- Perdona. No quería asustarte.

Stiles tardó varios segundos en reaccionar. Sobre todo porque Derek parecía estar luchando por no echarse a reír.

- ¡Estás seguro!

No esperó a que Derek respondiera, aunque dudaba mucho que fuera a hacerlo. Dio media vuelta y terminó de sacar unos pantalones y camiseta. Cuando iba a empezar a ponérselos, se giró para encarar al Beta.

- ¿Te importa darme un poco de intimidad? – puso una mueca de desagrado - Ya sabes. Lo que acostumbran a hacer las personas que no han sido criadas como salvajes.

Derek no respondió en seguida. Avanzó desde el lado de la cama, donde le había estado esperando, hasta colocarse delante de Stiles. Una vez allí, dio un paso más que obligó al chico a retroceder hasta el armario. Pero no contento con tenerle acorralado, colocó las dos manos a ambos lados de la cabeza de Stiles, y se pegó tanto a él que sus narices casi se rozaron.

- Nunca has necesitado intimidad cuando estoy aquí – susurró Derek, dejando que sus ojos de Beta brillaran. Tanto eso como la cercanía del hombre lobo, consiguieron que Stiles empezara a sudar.

- ¿Ah, no?

- Scott me ha dicho que estabas muy raro esta mañana – dijo en vez de responder – Quería asegurarme de que estabas bien.

- Oh – tragó con dificultad, y se obligó a mirarle a los ojos y no a esos labios que tenía tan cerca y que eran demasiado tentadores... Era como un maldito deja vu – Pues estoy bien – se mojó los labios – Nada de lo que preocuparse.

- ¿Has vuelto a tener pesadillas?

- No... No exactamente.

El Beta torció ligeramente el cuello, y miró con demasiada atención sus ojos.

- Y qué has tenido... Exactamente.

- Yo... - Stiles consiguió colocar una mano en el pecho de Derek, y le empujó con todas sus fuerzas para apartarle de él. No consiguió que se moviera un milímetro – Creo que es mejor que dejemos ese tema.

Dream a Little DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora