Capítulo 10

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Una semana fue el tiempo que trascurrió hasta que quedaron para hablar de los sueños de Stiles.

En un principio (al día siguiente de tener la conversación más difícil e importante de toda su vida), Derek no dio señales de vida, y estaba convencido de que jamás sacarían de nuevo el tema.

Pero el sábado siguiente Derek le mandó un mensaje preguntándole si tenía que hacer algo por la tarde, y Stiles comprendió que se había equivocado. Sobre todo cuando, tras responder con un escueto "No. Nada. ¿Por?", le siguió otro mensaje proponiendo que se pasara por el loft después de comer.

Si le hubiera dicho lo mismo un año atrás, Stiles habría sufrido un infarto ante la perspectiva de pasar una tarde con Derek a solas. Corrección: Ahora seguían existiendo opciones de que el infarto tuviera lugar, pues seguían estando las palabras "Derek", "Stiles" y "a solas" en la misma frase; pero habían bajado a un 50... 60, 60% como mucho.

Por supuesto, lo primero que hizo nada más responder que "Ok", fue llamar a Scott para contarle las nuevas y tener la más ridícula de las conversaciones con su amigo. Pues mientras Scott no paraba de pedirle que por favor hablara más despacio porque no se estaba enterando de nada, Stiles no dejaba de hablar y gritar a mil por hora, intentando explicar lo maravilloso que iba a ser todo. Y que sí, que ya sabía que Derek no sentía nada por él y que jamás viviría nada remotamente parecido a lo que ocurrió en sus sueños, pero que en el fondo no le importaba. O que no le importaba tanto como habría creído al principio, porque lo único realmente importante era que la idea había partido de Derek. Y que si Derek, quien nunca llama a nadie, ni siquiera cuando se está muriendo o le están dando una paliza y está claro que necesita ayuda, lo estaba haciendo ahora; significaba que era importante para él. Y que Derek confiaba en él, incluso para hablar de cosas en teoría tan absurdas como los sueños de un crío perdidamente enamorado de él. Y encima sería en su loft, que era algo así como la Fortaleza de la Soledad de Derek, o más como la Batcueva porque en la Fortaleza de la Soledad no había tanto cuero como en el loft de Derek. Pero el caso era que había sido invitado para pasar la tarde en el sancta sanctorium de Derek, y eso no pasaba todos los días. En realidad, nunca había pasado, así que era todo un honor que le fuera a ocurrir a él. Y aunque en realidad estaba más asustado que honrado por la visita, porque no dejaba de ser la Batcueva y estar a solas con Derek, y Derek acojonaba mucho más que Batman; estaba entusiasmado. Principalmente porque Derek le daba mil vueltas a Batman, porque su coche fardaba mucho más, y no tenía que fingir ser un millonario playboy que acudía a todas las fiestas de Gotham y se gastaba la fortuna de su familia en juguetitos ridículos. Y aunque las vidas de los dos fueran muy parecidas, con sus familias asesinadas siendo críos, y arrastrando los dos ese complejo de mártir, y su propensión a acostarse con psicópatas (aunque Catwoman le daba mil vueltas a las otras dos), Derek era indudablemente el mejor. Y de la parte de que los dos tenían una extraña propensión a rodearse de críos más jóvenes... Mejor no pensar.

El caso es que cuando Stiles terminó de hablar, que fue más o menos cuando se había quedado sin oxígeno, Scott ya hacía minutos que había colgado.

Pero lejos de ofenderse por ello, Stiles procedió a vaciar el armario para elegir qué ponerse. Algo que fuera elegante en plan "quiero que sepas que me tomo en serio tu primer intento de comportarte como una persona civilizada", pero también casual para que quedara claro que sólo eran dos amigos charlando. Que no iba a pasar nada más, principalmente porque uno de los dos no estaba interesado; y que Stiles iba a comportarse como un perfecto caballero.

O casi mejor dejarlo en que iba a comportarse un poco menos "Stiles".

Al final, el atuendo elegido fue el que ya llevaba puesto cuando recibió el mensaje: sus vaqueros de siempre, su camisa de cuadros de siempre, y sus playeras de siempre. Aunque no fue realmente consciente de ello, hasta que no estuvo en el loft.

Dream a Little DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora